Soy huérfana desde los 6 años, y ahora que estoy apunto de cumplir los 18 años, las cuidadoras me vendieron en matrimonio. Mi nombre es Rouse y fui obligada a casarme con el único hijo de Mrs Hassan... Pero hay algo que no saben... Tengo cáncer en etapa terminal.
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Cristian es un hombre complicado
Rouse
Poco a poco abro los ojos y no sé donde estoy… ¿Acaso estoy en la sala todavía? Por lo que distingo, aún sigo aquí, miro la hora en mi celular y son las 3 de la mañana. Todo sigue un poco silencioso, decido levantarme y ver si ya llegaron los Hassan, y cuando entro a la cocina me consigo con el señor Hassan que está tomando algún zumo.
-Ouh, Rosa ¿Qué haces despierta tan temprano?- me pregunta notando mi presencia.
-Disculpe, solo me senté a esperar a Cristian pero me quedé dormida-, le digo, y con eso me doy media vuelta para irme.
-Espera un momento, Rosa- me llama. Y yo me doy la vuelta.
-Dígame-, me dirijo hacia él.
-Sentémonos un momento a conversar, querida- me sonríe un poco.
-Claro que sí-, y yo también le sonrío un poco.
-Te he visto muy triste estos últimos días-, y va directo al punto. No pude evitar sentir una espina en el corazón.
-Sólo estoy amoldándome aquí-, es todo lo que digo bajando mi cabeza.
-¿Amoldándote aquí a la casa o al temperamento de Cristian?-, bueno, supongo que es hora de ser abierta.
-Cristian es un hombre complicado-, empiezo diciendo con pesar, -A veces suele ser muy cálido, pero otras veces tan frío y distante…-, le digo.
-Quizás es mi culpa eso, Rosa. Cuando Cristian era un niño intenté llevarlo a varios psicólogos pero ninguno pudo hacerlo abrirse con sus emociones, pero nunca pude hacer que se abriera conmigo y no sabe gesticular sus emociones- pero entonces me mira.
-Algo que tú has estado cambiando, has logrado entrar en sus emociones- y con eso vuelve a sonreír un poco.
-¿Pero cómo puede decir eso? Cristian cuando se siente en pánico usa la ira y la rabia y la confrontación en medio de la situación- y siento por un segundo mis ojos húmedos.
-Eso es justo lo que los psicólogos dijeron que pasaría: el proceso. Cada vez que él se enfrente a una emoción cada vez más abrirá la brecha que tú hiciste y logrará gesticular sus emociones con fluidez, y voy a estar agradecido siempre contigo- y con eso termina la conversación y se levanta.
-Bueno, que descanses-, y se despide con eso, pero yo tengo la duda si Cristian llego…
-Amh, ¿Cristian ya llegó?-, le pregunto dubitativa.
-No lo he visto desde las 10 de la noche, Rosa- y frunce los labios con pesar.
-Quizás está ocupado-, y yo le sonrío y voy rápidamente a mi habitación porque estoy teniendo un ataque de ansiedad.
¡¿Entonces dónde está Cristian?! Decido llamarlo otra vez, pero me manda al buzón directamente, pienso en dejarle un mensaje de voz pero en ese momento escucho que la puerta se abre, y veo a Cristian entrando a la habitación, lo veo todo despeinado, con la corbata desecha.
-Rouse-, intenta acercarse y huele a alcohol.
-Cristian ¿Dónde estabas? ¡Estaba muy preocupada por ti!-, es lo primero que digo al verlo así, y cuando me acerco veo que realmente ha bebido mucho, así que decido dejar la situación por ahora y sólo descansar ambos. -Ven, vamos a dormir- le digo y él sólo asiente y se acuesta en la cama.
Lo miro un segundo y volvió a ser el niño que se acurruca a mi lado. Me acerco para quitarle los zapatos, también le quito la corbata desecha de su cuello y por último el saco, intento doblarlo para poner en el copete de la cama hasta que noto algo… Marca de labial rojo en el interior del saco de Cristian ¿Qué significa esto?
Cristian ya quedó dormido y mis ojos están llenos de lágrimas ¿Acaso fuiste capaz de hacerme eso, Cristian? ¿Acaso así serán mis días de casada? Sólo llorar, esperar un esposo borracho y mujeriego, Igual ya no te queda tanto tiempo, me recuerda mi fuero interno.
Decido dormir en la sala hoy, no quiero verlo, no quiero respirar cerca de él. Si Cristian no tiene una buena explicación entonces voy a buscarla yo mismo. Decido buscar en internet “Señales de que tu esposo es infiel”, y mis ojos se llenan aún más de lágrimas:
“Quejas, insultos, gritos, control, perfume de mujer y señales de alguna mujer” ¡No puede ser! ¡No, Cristian! Cuando veo más abajo en el buscador veo un rastreador de GPS de móvil… Quizás no deba hacerlo… Rouse, no lo hagas…
Muy tarde, mis pies siguen mi instinto y buscan el teléfono de Cristian para usar la aplicación y sabes su localización siempre, pongo su dirección Mac del móvil… y ya está.
Vuelvo a la sala y pienso un poco en todo esto, y no puedo creer lo tonta que estoy siendo ¿Por qué simplemente no lo confronto? Quizás porque le tengo miedo a la respuesta y tengo que verlo por mis propios ojos. Mi corazón se siente muy dolido y confundido en este momento.
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No logré dormir nada en toda la maldita noche y además mis huesos amanecieron doliendo, últimamente siempre que pasa algo con Cristian olvido tomar mi medicina y amanezco no sólo con dolor en el corazón, sino también en el cuerpo.
No puedo si quiera levantarme del sillón, miro mi celular y veo que ya casi son las 7 de mañana. Menos mal que anoté el número de la señora Ana para avisar que no lograré ir al trabajo, le envío el mensaje de texto y ella me responde con un cálido “Recupérate pronto”.
Escucho unos pasos y veo a Cristian un poco desorientado y al verlo me pongo tensa, recuerdo toda la noche anterior y siento escalofríos.
Él mira hacia los lados como buscando algo hasta que me mira y se acerca, pero de forma sigilosa.
-¿Qué haces aquí?-, me pregunta mirándome. Y yo no le respondo, ni si quiera lo miro. -¿Acaso no quieres hablar conmigo? ¡Puedes decírmelo de frente!- pero esta vez no voy a caer en su juego.
-¿Qué te pasa?- me pregunta irritado, pero sigo sin responder. -¿Puedes ser una adulta y hablarme?- me dice en tono extraño…
-Quiero que sepas que hoy llegaré tarde porque tengo una reunión-, me dice irritado. -¿Por qué no estás vestida para ir a trabajar?-, me pregunta aún más irritado. -¿Acaso no piensas ir?-, y es lo único que responderé negando con la cabeza pero sin mirarlo.