La Emboscada

...NARRADORA...

Mientras Dorian y Valentina están en Venecia en otro país todo va cuesta abajo para algunas personas.

Una elegante y sofisticada mujer con sus cabellos rojos está sentada elegantemente en un sofá de cuero de color negro. Todo en la oficina grita dinero con mayúsculas. Hay objetos de oro en cada rincón. Hasta su revólver tiene incrustaciones en diamantes.

Pero lo que tiene de bella y rica lo tiene de malvada y despiadada.

La noticia que recibió no la hace para nada feliz y los responsables de aquel acto están frente a ella temblando de miedo mientras ella les intenta sacar información apuntandoles con su arma.

-No vuelvo a preguntarles de nuevo, ¿Dónde está?- su falsa calma momentánea era escalofriante junto a su mirada oscura

-N-no lo s-sabemos s-señora- el menor de los dos hombres temblaba

Fingió pensar y quitó las balas de los compartimentos solo dejando una.

-¿Tu tampoco sabes?- miró al otro hombre palidecer

-No señora, piedad por favor- se arrodilló juntando sus manos

Apretó el gatillo apuntando al hombre de pie pero la bala no salió. El pobre hombre se orinó encima y el otro lloraba, no quería que ella matara a su familia.

-¿Piedad?- rió sin gracia haciéndolos temblar- les hice una maldita pregunta, saben cómo es esto, ¿O no?- ellos asintieron atemorizados

-Por favor señora no lo sabemos... se lo juro- el hombre que estaba de pie también se arrodilló

Ellos hacia años hicieron algo por ella, creyeron que el encargo sería fácil y más nunca la verían. Estaban locos por el dinero, era mejor que bueno y les daría una buena vida si lo cuidaban pero no debía de haber errores.

No eran más que unos criminales de poca monta, unos simples rateros que buscaban víctimas fáciles para atracar y así sobrevivir en las calles. No tenían dinero ni un techo sobre sus cabezas y eran muy jóvenes y vagos como para buscar un trabajo. Unos simples huérfanos que no tenían a nadie más que a ellos mismos y el deseo de ganarse la vida de modo sencillo.

Le robaron a un hombre de traje caro y zapatos que brillaban como espejos de relucientes que estaban. Ese hombre no era más que el guardaespaldas de esa mujer que en aquel momento era muy joven pero con el alma totalmente podrida.

El hombre iba a dispararles pero ella vió una oportunidad y la tomó. Les dió dinero a manos llenas por un encargo simple, deshacerse de alguien pero no pudieron hacerlo. Eran criminales, no asesinos.

Desgraciadamente todo se sabe tarde o temprano y ellos hablaron con quién no debían acerca de ese trabajo inconcluso. Ella tenía ojos y oídos en todos lados y siempre estuvo al tanto del paradero de estos criminales.

Así como ella se enteró hubo quieres estuvieron enterados de todo. Siempre hay alguien más inteligente que uno mismo y éstos planearon todo con sumo cuidado.

Llegado el momento darían las pruebas y eso eliminaría a ésta maldita mujer malvada para siempre. La traición se pagaba con muerte pero ellos darían el golpe final a continuación. Ahora todo se había ido a la mierda, nada salió cómo se planeó y quienes siguieron las indicaciones al pie de la letra tuvieron la mala fortuna de no poder cuidar lo que debían.

Sea cual fuere el desenlace rodarían cabezas y la sangre de varios líderes teñiria las calles.

Los criminales no tenían idea de lo que había sucedido. No creyeron ver a esa mujer nunca más pero ahora la tenían de frente y no podían librarse. No sabían si así tuvieran información ella pudiera dejarlos libres. Ahora se arrepentían de haber buscado una salida sencilla.

Ella volvió a gatillar y ésta vez la bala salió impactando en la cabeza del más joven de los dos tiñendo así todo de rojo. El cuerpo cayó inerte con los ojos abiertos y dejando una gran mancha de sangre debajo de él.

-¿Quieres terminar así?- miró al otro con seriedad, quien negó intentando no mancharse de sangre aún más

-N-no señora- fue lo único que con esfuerzo pudo articular mientras con su cabeza negaba frenéticamente

-Dime que pasó esa noche- puso otra bala en su arma y comenzó a girar el tambor de la misma

-U-una mujer l-lo tomó. N-no pudimos s-señora- su voz temblaba y tartamudeaba

-¿Quién era esa mujer?- preguntó furiosa por haber estado engañada tanto tiempo

-N-no lo sé. E-estaba b-bien vestida y... y u-usaba un auto d-de lujo

Cansada de la explicación inútil e inservible le disparó a la cabeza y llamó a su fiel guardaespaldas para que tirara la basura y pidió a las criadas que limpiara también el lugar. Odiaba la suciedad y esos imbéciles no valían nada.

-Averigua todo lo que encuentres de ese día, paga lo que necesites, así debas matar necesito saberlo- ordenó y el hombre se retiró a cumplir las órdenes que le habían dado