Zaria renace después de pasar una vida cruel con un final desastroso, ella decide vengarse, pero descubre un gran complot detrás de todo y el maldito Emperador es...
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Cap. 16 ¿Qué sugiere la emperatriz?
Al día siguiente Priano se levantó un poco tarde, el día anterior había sido cansado, se alistó para ir a desayunar, esa mañana debía ser más tranquila ya que en la tarde las cosas se pondrán feas, pero de repente escucha un griterío en el salón imperial, eso levantó las alarmas de Priano, solo se masajea las sienes porque está seguro que debe ser alguna travesura de esa angelical fiera que es como un torbellino todo el tiempo.
Priano entró al lugar ahí estaban las 5 concubinas con sus padres, sus madres, era un cacareo hasta que lo vieron entrar.
* Saludos Emperador, señor del imperio _ dijeron todos haciendo una reverencia, aunque las concubinas se veían un poco graciosas ya que sus espaldas una les duele y no pueden inclinarse de forma elegante.
Priano la verlas le dio un poco de risa, pero se aguantó estoicamente, sabe que fue su angelical fiera quien había causado eso.
* ¿A que debo la visita de las concubinas, los condes y vizcondes?, no pidieron cita para la reunión _ dijo tajante mientras que como siempre el conde Jonás se acercó con respeto.
* Majestad, nuestras hijas no solo fueron exiliadas del palacio por la emperatriz Zaira si no que ahora resulta que su mesada es inhumana, las concubinas no tienen dinero para poder representar bien al palacio, se les ha quitado el 80% de su mesada par sus gastos _ dijo Jonás afligido mientras que Priano frunce las cejas, no entiende lo que hace Zaria hasta que escucha una hermosa voz, sabe que es de esa majadera, pero un día de estos la va a castigar con todo.
* Conde Jonás, creo que usted no está bien enterado de lo que pasa _ dijo Zaria con tranquilidad y su mirada es fría y sin remordimientos por nada.
Todos vieron a Zaria entrar hermosa y elegante, su vestido era simple pero hermoso acentuando la belleza de ella y no del vestido.
Las concubinas temblaron al verla, es esa mirada que tiene Zaria la que les hace sentir que caerán en alguna trampa en algún momento.
* ¿No van a saludar?, espero no hayan perdido los modales _ dijo Zaria parándose altanera frente a ellos y todos se sobresaltaron inmediatamente.
* Saludos emperatriz, señora del imperio _ dijeron haciendo una reverencia, obviamente las concubinas no se inclinaron como debían haciendo reír a Zaria quien no disimuló la sonrisa.
Los condes y vizcondes se molestaron en su corazón, esa mocosa había derrocado a sus hijas como si nada.
* Emperatriz Zaria, me dicen las concubinas y sus padres que has recortado su mesada perjudicándolas ya que no tienen dinero para sus gastos _ dijo Priano mirando a Zaria quien rodó los ojos con fastidio, Priano estaba a un pelo de castigarla delante de todos, nunca lo habían tratado con tanto desprecio.
Todos vieron el acto de la emperatriz y se quedaron mudos al ver que Priano no hizo nada, nunca habían visto al emperador ser muy cruel con quien le faltaba el respeto, parecía que la Emperatriz tiene más agallas que nadie.
* Emperador, la concubina Camelia tuvo la osadía de quitar el 80% de los gastos de refacción y gastos de arreglos del palacio, todo se fue a las compras absurdas de las concubinas y a las arcas de sus familias mientras que el palacio imperial está cayéndose a pedazos, solo recuperé lo que le corresponde al imperio y los fondos son distribuidos para el pueblo y para la ciudad, ese dinero nunca fue de ellas, lo tomaron de una forma amañada _ dijo Zaria mientras las mira a los ojos, ellas están pálidas, no creyeron que Zaria se haya dado cuenta, solo pensaron que les quitó dinero para hacerlas sufrir.
Priano apretó la mandíbula y miró a Camelia directamente, él le había confiado el manejo del palacio por ser la más preparada y de mayor rango entre las concubinas, pero no se esperaba esta situación absurda.
* No…, no majestad, no es así, ese dinero estaba en las arcas de las concubinas, la emperatriz está confundida, seguramente no entiende los asuntos del imperio _ dijo Camelia nerviosa, pero tratando de verse condescendiente con Zaria.
* Concubina Camelia, desde que tengo uso de razón estudios para ser la emperatriz, he sido estudiada en todo tipo de materia para asumir mi puesto como debería, se cada detalle de lo que pasa en el imperio, lo se desde que tengo memoria, y se cuando hay un desfalco, más aún cuando alguien ha llamado al regente de moneda para cambiar los presupuestos y ser tan estúpida como para dejar su firma en el documento _ dice Zaria mientras que la Señora Pina le pasa un documento donde Camelia solicita el cambio de presupuesto de reparaciones del palacio para que sea parte del presupuesto de gasto corriente de las concubinas, una cantidad absurda de dinero que esas mujeres había gustado durante un año, claro que sus familias se quedaban con la mitad.
Priano miró a Zaria y no podía creer que fuera tan mordaz, de la niña dulce y amable de la que hablaban no había nada.
* Bien, las concubinas serán procesadas y enjuiciadas por esto, no pienso dejar que las cosas queden así, abusaron de mi confianza y eso no lo voy a permitir – dijo Priano mientras ellas estaban casi al borde del desmayo, pero las cosas no serían tan fáciles, Zaria debía aprovechar esta oportunidad o no tendría más como.
* Emperador, creo que un acto así sería una deshonra para el palacio y para las familias de estas jóvenes, aunque no lo queramos son parte de la nobleza _ dijo Zaria mirando a Camelia que quiere asesinarla con la mirada.
* ¿Qué sugiere la emperatriz? _ dijo Priano con miedo a escuchar lo que va a decir, está seguro que va a ser un revuelo y no se equivocaba.
* Para no vernos involucrados en un escándalo, deberían las concubinas divorciarse de usted y no tener nada que ver con el Imperio, de lo contrario sería una vergüenza si se filtra la información _ dijo Zaria con una dulce sonrisa mirando a Priano.
Los condes y vizcondes están que se desmayan, la amenaza es obvia, o se divorcian o la emperatriz arrastrará sus nombres por lo más bajo haciendo incluso que pierdan sus títulos si las cosas son muy graves.
Las mujeres por otro lado se desmoronaron, ellas en ese momento empezaron a odiar a Camelia, ella había hecho todo eso y fue ella quien planeó golpear a la emperatriz, todo ese desastre era culpa de Camelia definitivamente.