Seducida por un Mafioso

Continúa...

Beatrice: Siéntate, papá, ¿cómo estás? ¿Estás comiendo? Mira qué delgado estás, ¿quién hace las tareas ahora? ¿Te cuidan?

Leonardo: Cálmate

Sonríe,

Leonardo: Estoy bien, Cruela y Sofía se las arreglan como pueden, ahora están intentando repartirse las tareas

Beatrice le mira incrédula

Papá, repite lo que acabas de decir.

Suelta una carcajada

Beatrice: Ojalá fuera un mosquito para ver esta escena (sonrisas y más sonrisas)

Deja de sonreír y vuelve a hablar

Beatrice: Su comida debe ser horrible, has adelgazado demasiado, ¿de verdad te cuidas, papá?

Leonardo: Bueno, desde que te alejaron de mí no he comido ni dormido

Beatrice: Estoy bien, no puedes dejar de comer, prométemelo.

Le prometí a tu madre que cuidaría de ti y no lo hice.

Estoy bien, no has fallado en nada.

Leonardo: Sí, fallé, en el momento en que entré en ese casino yo...

Beatrice: No te atrevas a deprimirte, mírame papá, estoy bien y sana, pronto encontraremos la forma de sacarme de aquí.

Leonardo: Hija

Él permanece en silencio, mirándola con tristeza y lágrimas en los ojos

¿Qué ha pasado?

Leonardo: Me van a matar hija

Beatrice: ¿Qué quieres decir? Matteo dijo que tendrías todo el tiempo que necesitaras

Leonardo: Intento encontrar el dinero, pero aunque lo consiga, ¿cómo lo devolveré? Otros me han matado, sólo me quedará una deuda más

Beatrice: ¿Qué vamos a hacer, papá?

Leonardo: Mira, yo te quiero, nunca te propondría algo así si no tuviera tanto miedo, hija, estoy desesperado, y...

Habla, papá.

Leonardo: El padre de Matteo le obliga a buscar esposa

Beatrice se levanta rápidamente del sofá,

Beatrice: Papá, no estarás sugiriendo que me case con ese hombre, ¿verdad?

Leonardo: Se va a casar de todas formas, si es contigo al menos me perdonará la deuda, seremos una familia

Beatrice: ¿De dónde has sacado esta idea tan loca?

¿Te golpeaste la cabeza?

Leonardo: Trice, fue idea de tu madrastra, tu hermana incluso se ofreció a casarse con ella, pero como sabes ya está casada

Beatrice: Nunca está satisfecha, ¿verdad? Pídele el divorcio y cásate con él.

De ninguna manera voy a satisfacer los caprichos de tu hermana.

Beatrice: No me voy a casar con él, papá, tengo una beca para estudiar en Francia, quieres que lo tire todo por la borda por un matrimonio de mierda, él no me quiere y yo tampoco.

(Todo está en silencio)

Leonardo: ¿Y también qué?

Beatrice: Bueno, ya sabes lo que pasa en un matrimonio, no voy a dejar que me toque, no soporto la idea, ¡y él tampoco me quiere así!

Creo que será mejor que idees otro plan

Hablaré con él en un momento.

No puedes hacer eso.

Leonardo: Por favor, acéptalo, hija, o moriremos todos, cuando te cases te dará mil estudios si quieres, podrás pintar todo lo que quieras, a lo mejor hasta te deja trabajar

Papá.

Gimotea, se pasea de un lado a otro pasándose las manos por el pelo, mostrando claramente su desesperación, hasta hace unos días era como un pájaro libre y ahora, bueno ahora estaba atrapada en una especie de jaula, mirase donde mirase no había escapatoria.

Leonardo se levanta y la abraza - Estoy aquí dice, lo siento hija

Se abrazan durante un rato y luego se alejan, Beatrice todavía llorando.

Leonardo: Olvida todo lo que he dicho, encontraremos otra manera

Le seca las lágrimas

Beatrice: ¿Por dónde, papá?

Leonardo: Todavía no lo sé

Si lo matan, nunca me lo perdonaré.

Leonardo permanece en silencio, ella se limpia la cara y sacude la cabeza, como si esto ahuyentara todos los pensamientos sobre ella

Beatrice: Puedes hablar con él, papá, si acepta me casaré con él.

Leonardo: Hija

Beatrice: Por favor, no digas nada, ahora sólo necesito descansar, te veré pronto, ¿no?

Leonardo: Sí Hija

Él la besa en la frente y ella sube las escaleras hacia su habitación, con las lágrimas aún amenazando con caer

****

Matteo

Fui a mi oficina, serví un vaso lleno de whisky y me senté en el sillón, no podía escucharlos, al principio todo fue tranquilo, pero cuando la vi levantarse supe que él había tocado el tema, la vi llorar y eso me dejó un poco desconcertado, no necesitaba escucharlos para saber de qué se trataba y juzgando por lo que vi, ¡creo que prefiere morir antes que casarse conmigo!

Pasaron unos minutos, hablaron algo rápido, ella subió y su padre se quedó allí, inmóvil como una estatua, por un momento incluso consideré dejarla ir, pero solo de imaginar a otro con ella, la rabia me consumió, ella es mía.

Terminé mi bebida de un solo trago y fui a la sala para ver qué me esperaba, cuando llegué, Leonardo estaba igual que cuando su hija se fue, me acerqué.

Matteo: Estoy escuchando.

Leonardo: ¡Ella aceptó!

Matteo: Perfecto, ¿ya tienes tu dinero?

Leonardo: Quiero estar presente en la boda.

Matteo: Claro, después de todo eres el padre.

Leonardo: ¿Podré venir a ver a mi hija?

Matteo: Después de que yo lo autorice, sí, ahora, con su permiso, tengo muchas cosas que hacer.

Leonardo: Sí, señor.

Matteo: Sin "señor", seremos familia ahora, llámame Matteo, mi conductor te llevará.

Leonardo: Está bien.

Matteo: Hasta luego.

Leonardo se va rápidamente y Matteo mira hacia las escaleras, algo le dice que vaya hacia ella.

Continuará...