Al Diablo Tus Reglas

Guadalupe

Con el paso del tiempo aprendí a ignorar a Brandon aunque me resulta humillante lo que hace, no es discreto en sus aventuras. Está bien que tenga sexo pero soy su esposa y debería respetar mí imagen.

Fuimos a una cena de negocios y fui mirada con lástima o burla de algunas mujeres, incluso cuando me excusé para ir al sanitario entraron dos mujeres conversando de Brandon

-*Pobre su esposa ¿No? La engaña a la vista de todos

-No lo sé, ya sabes cómo es él y quizás ella no sabe cómo satisfacerlo

-Estan recién casados, debería ser puro fuego su relación ¿No lo crees?

-Seguro que ella debe hacerse la ciega y disfrutar lo que un hombre así ofrece. Que viva del lujo y del glamour y se olvide los votos matrimoniales*

Se fueron riendo ¿Esto me esperaba al casarme con él? Ya me queda menos que antes, solo espero que cuando regrese a Colombia por lo menos allí pueda volver a mí vida sin la humillación de este matrimonio

Varias semanas pasaron y aquí encontré un lugar donde correr y así estoy ahorrando dinero. Tengo una tarjeta sin límite de crédito que me dio Brandon pero prefiero pagar mis propias cosas. También realizo traducciones online por lo que cobro algún dinero que no es mucho pero aún así me ayuda.

Asistí a algunas cenas importantes más pero luego de la última opté por no asistir más. Su secretaria apareció ahí y el parecía su esposo en vez del mío, algo que dio lugar a más habladurías. Mientras más dinero tienen éstas personas, más crueles son. Odio admitirlo pero me duele que sea así, me lástima con su actitud y hace que los demás también lo hagan.

Nunca me sentí más humillada, sentada en la mesa con él y su amante, ella a su lado y yo enfrente. Él haciendo indirectas o queriendo enseñarme como usar los utensilios cuando bien lo sé mientras su amante se ríe. Él baila una pieza conmigo pero luego me quedo sentada en la mesa viendo como baila con ella y me deja aún más en ridículo.

Mí suegro se acercó y bailó conmigo, seguro por lástima. Él al menos parece tener corazón, respeto y un sinfín de valores que su hijo no tiene.

-*Hija no te mereces esto, él no te merece. Hablaré con él al respecto lo prometo

-¿Puede hacerme un favor?

-Lo que necesites hija

-No le diga nada, solo déjelo. Usted sabe que no me ama y que esto fue un contrato, debería haber elegido a su secretaria, ellos se ven felices juntos

-Tú eres la mujer correcta, mí hijo es quien no lo ve.

-Yo no lo soy, somos de mundos diferentes, él merece otra persona a su lado. Fue un placer bailar con usted y la plática pero me iré a dormir, no le diga a su hijo, no quiero arruinar su noche*

Me fui lo más discreta posible mientras mí suegro me veía, el único que lo notó. Llegué a la mansión, me quité el vestido y me fui a la ducha. Lucía linda pero de nada sirvió, una bella cornuda nada más fui. Me quité todo el maquillaje, deshice mí peinado y volví a ser yo. Me puse mí pijama y me fui a acostar, amanecí sola en la cama, el lado de él aún estaba intacto.

Estaba enojada, dolida. No entendí por qué de tantas mujeres acordes a él yo fui la elegida para ésta farsa.

Tomé mí motocicleta y salí a despejar mí mente, compré un paquete de cigarrillos y me dirigí a la playa. Brandon comenzó a llamarme pero rechacé todas sus llamadas. Cuando estuve más calmada regresé a la mansión para encontrarmelo furioso

-¿*Donde estabas?

-¿Que te importa? Ahora te preocupas, no me hagas reír

-Anoche mí padre me dijo que te fuiste luego de buscarte un buen tiempo

-¡¿Que querías que hiciera?! ¡Dime maldición! Que me quedara para escuchar cómo me engañas, para ser tema de conversación o para ver cómo me humillas en primera plana. Me quedé sola viendo cómo estabas con esa, ella parecía tu esposa, no yo. Era el mal tercio y lo sabes bien

-¿Estás celosa*?- golpeé sus dos mejillas en una fracción de segundo

-*Jamás en tu puta vida vuelvas a decir una estupidez semejante, me fui porque me pediste respeto y fuiste tu quien jamás me respetó. Ni siquiera viniste a dormir aquí, al menos yo estoy cumpliendo mí parte del trato. Tomé su mano y a empujones lo dirigí a la habitación

-¿Para que me traes aquí?

-Aquí tienes todo esto, daselos a ella o a quien tu quieras o pide un reembolso, quemalos, regalalos, haz lo que te plazca*- le arroje todos los vestidos que me compró, no los iba a necesitar nunca más

-*Te recuerdo que tienes una imagen que mantener

-La imagen de cornuda no se me irá jamás. Nunca, escuchame bien, nunca más asistiré a una gala, cena o mierda que sea, irás solo o con tu amante de turno, me da igual. Hasta aquí llego mí paciencia

-No puedes hacer eso, eres mí esposa

-Ya verás que si puedo y ahora desaparece todo eso de aqui si no deseas que los prenda fuego aquí mismo*

Vestido usado por Guadalupe