El Renacimiento del Rey Legendario

Ling, alto y fornido, se acercó lentamente a Chen Qi. Su atlético cuerpo se marcaba claramente bajo la camiseta de manga corta que llevaba, mostrando sus brazos fuertes y musculosos. La camiseta, ahora ligeramente ajustada por el sudor, también resaltaba su abdomen six-pack, haciéndolo parecer aún más atractivo y varonil.

"Buenos días, abuelo", saludó Ling con voz tranquila.

Chen Qi respondió a su saludo con un leve asentimiento. "Sí, buenos días".

Ling no perdió tiempo y fue directo al grano. "No llego tarde, ¿verdad? Voy a ducharme primero", dijo mientras se daba la vuelta y subía las escaleras hacia su habitación.

Chen Qi observó la figura de Ling hasta que desapareció en lo alto de la escalera, como si todavía no pudiera creer lo que acababa de ver.

Tras unos instantes de silencio, Chen Qi se dio cuenta de que aquello no era propio de Ling, que solía ser perezoso. Preguntó al mayordomo Qian: "¿A qué hora se ha levantado esta mañana?".

"Según la doncella que lo vio, el joven maestro se levantó a las cinco de la mañana, señor. Incluso los guardias informaron que el joven maestro ya estaba corriendo fuera desde el amanecer", explicó el mayordomo Qian, igualmente sorprendido.

Chen Qi se quedó atónito. "¿A la... ¿a las cinco de la mañana? ¿Y estaba corriendo?".

*

En su habitación, Ling comenzó a preparar sus cosas para el campo de entrenamiento. Primero, sacó unas cuantas hojas de hierba gruv y las puso en remojo. Luego, organizó los artículos que llevaría consigo. Una botella de poción especial, ropa de cambio, material de escritura y una chaqueta, todo cuidadosamente guardado en una bolsa. Tampoco olvidó el antiguo libro que había encontrado en la biblioteca de su habitación. Planeaba seguir aprendiendo la antigua lengua en la biblioteca de Ciudad Urbana.

Una vez que se aseguró de tenerlo todo listo, Ling se sumergió en la solución de hierba gruv durante diez minutos. Tampoco olvidó ponerse su antiguo colgante de jade. Cuando terminó, salió del baño, se puso unos vaqueros y una camisa.

Ling finalmente bajó las escaleras para desayunar con su familia.

Cuando Ling bajaba las escaleras, Chen Lin, que estaba detrás de él, se apresuró a alcanzarlo con una expresión seria.

"No hagas nada que pueda avergonzar a la familia cuando estés allí", dijo Chen Lin con firmeza, recordándole a Ling que fuera prudente.

Ling se giró, ofreciéndole una pequeña sonrisa tranquilizadora. "No te preocupes, mamá. No voy a avergonzar a la familia Chen", respondió en tono desenfadado, y luego se dirigió a la mesa del comedor.

Allí, comenzó a disfrutar tranquilamente de su desayuno, sin dejarse afectar en absoluto por las miradas de asombro de su madre y su abuelo, que parecían seguir sin dar crédito al cambio que había dado.

Después del desayuno, Ling cogió su bolsa y se preparó para partir hacia el campo de entrenamiento. Sin embargo, antes de que pudiera salir, Chen Qi lo detuvo.

"Ling, espera un momento. Tengo que hablar contigo", dijo Chen Qi mientras lo miraba con seriedad. Ling se detuvo y le devolvió la mirada, esperando el consejo que le iba a dar Chen Qi.

"No tienes que ser el mejor en el campo de entrenamiento. No hay necesidad de competir con Wuzhou. Sólo cuida de ti mismo y no causes problemas. Si tuvieras un poco de la inteligencia de Wuzhou, aunque sólo fuera un 10%, estaría muy orgulloso de ti. Pero recuerda, no quiero presionarte. Sólo estudia mucho", dijo Chen Qi en voz baja, dándole una palmadita cariñosa en el brazo.

Ling sonrió levemente y respondió con confianza: "Tranquilo, abuelo. Voy a ser mejor que nadie allí".

Chen Qi resopló, un poco escéptico ante las palabras de Ling. "¿Mejor que ellos? No sueñes demasiado. Me conformaría con que mostraras la inteligencia de Wuzhou, aunque sólo fuera una pequeña parte".

Ling se limitó a sonreír y se encogió de hombros, restando importancia a las dudas de su abuelo. "¿Y si realmente pudiera?".

Chen Qi se rio entre dientes, mirando a Ling como si no le creyera. "No seas demasiado confiado", dijo, aunque parecía estar sonriendo un poco, y luego se rio por lo bajo.

Liam, que había venido a recoger a Ling ese día, sólo pudo sonreír con ironía al oír las palabras de Chen Qi. En su fuero interno, pensó: Viejo Chen, puede que usted nunca lo crea, pero lo que acaba de decir Ling podría ser cierto.

*

Ling se subió al coche de Liam, que había insistido en llevarlo desde el día anterior. Dijo que era para agradecerle su ayuda.

"Ling, la condición de mi abuelo ha mejorado mucho, todo gracias a la poción que le diste. Mi familia está deseando hacerte un regalo en señal de agradecimiento, pero no sabemos qué te gustaría", dijo Liam con entusiasmo.

"¿De verdad?". Ling pareció un poco sorprendido al oír eso.

Liam asintió y añadió: "Sé que puede que no necesites otras pociones. Y las pociones de mi familia no son comparables a las que tú mismo haces", dijo con un tono ligeramente deprimido.

Ling se quedó pensativo un momento, apoyando la barbilla en la mano. "¿Tu familia tiene alguna poción de restauración?".

Liam pareció sorprendido. "¿Una poción de restauración?". Como herbolario, sabía que esa poción era extremadamente difícil de elaborar y requería ingredientes raros. De hecho, él mismo nunca había visto una en persona.

"¿Realmente la necesitas? Puedo preguntarle a mi abuelo", ofreció Liam, mirando a Ling.

"Sí, por favor", respondió Ling con calma, y luego volvió a jugar con su teléfono.

Liam sintió la tentación de preguntar más, ya que tenía curiosidad por saber para qué necesitaba Ling esa poción. Sin embargo, al ver que Ling parecía no tener ganas de seguir hablando, se contuvo.

La poción de restauración era una poción especial que podía restaurar cualquier cosa que desearas, dependiendo de en qué te concentraras al tomarla. Normalmente, esta poción se utilizaba para recuperar recuerdos perdidos.

¿Es posible que Ling haya perdido la memoria? ¿Es esa la razón por la que ha cambiado tanto?, pensó Liam para sí mismo, sintiendo aún más curiosidad.

"Oh, Ling, ¿cómo te enteraste de mi enfermedad? Sólo mi abuelo y yo lo sabíamos, ni siquiera mis padres", preguntó Liam con curiosidad.

Ling lo miró con calma y respondió con otra pregunta: "¿Has oído hablar alguna vez del Dios de la Medicina?".

"Por supuesto", respondió Liam con entusiasmo.

El Dios de la Medicina era una figura legendaria de la que casi todo el mundo había oído hablar. Procedía de la Ciudad de las Sombras y era conocido por sus extraordinarias habilidades médicas. Había aprendido de muchos maestros veteranos, y sus habilidades rara vez eran igualadas.

Todo aquel al que trataba se curaba, sin importar la gravedad de su enfermedad. De hecho, sólo necesitaba una mirada para diagnosticar los problemas de salud de una persona. Sin embargo, conocer al Dios de la Medicina no era tarea fácil. Sólo un puñado de personas selectas podía contactar con él o conseguir su ayuda.

Liam se sintió aún más intrigado y preguntó: "¿Qué tiene que ver con el Dios de la Medicina?".

Incluso para los ciudadanos de la Ciudad de las Sombras, conocer al Dios de la Medicina era casi imposible. Ling, que sólo estaba en Ciudad Urbana, tenía aún menos posibilidades de conocer a alguien tan grande, pensó.

Ling sonrió levemente y dijo: "Sólo tenía curiosidad por saber tu opinión. ¿Cómo te lo imaginas?".

Liam respondió con admiración: "Es increíble. En mi opinión, es la persona más grande de la que he oído hablar jamás. Conocerlo es mi mayor sueño".

"Oh", la respuesta de Ling fue breve y monótona, y se encogió de hombros como si no le importara.

Liam se giró y miró a Ling con incredulidad. ¿Cómo podía Ling sonar tan indiferente hacia alguien tan grande como el Dios de la Medicina? Ling realmente no parecía impresionado por nada, y Liam encontraba esta actitud realmente desconcertante.

"Realmente te agradezco la poción, Ling. ¡En tan poco tiempo, he conseguido avanzar al tercer nivel! Incluso mi estado físico es mucho mejor que antes. Por cierto, ¿en qué nivel estás ahora? Para ser sincero, no puedo ver tu nivel en absoluto. ¿Sigues en el segundo nivel? No puede ser, viendo la increíble poción que has hecho. ¿O ya me has superado?", preguntó Liam con expectación, con los ojos brillantes de emoción.

"Tal vez", respondió Ling despreocupadamente en un tono perezoso, sin mostrar el mismo entusiasmo.

"Eso está bien. Al menos, ahora Wuzhou y Lu Yan no podrán menospreciarte. Seguro que se quedarán boquiabiertos cuando vean lo fuerte que eres ahora", dijo Liam, intentando animar a Ling. Mientras tanto, Ling simplemente jugueteaba con su teléfono con pereza.

De repente, Ling recordó algo. Miró a Liam por un momento antes de preguntar: "¿Por qué rechazó Chen Company a Wuzhou?".

Liam frunció el ceño un momento antes de explicar: "Parece ser que la tía Chen quiere que Wuzhou se centre más en su educación. Pero estoy seguro de que hay otra razón detrás. Probablemente tenga algo que ver contigo, Ling. La tía Chen definitivamente está haciendo esto por tu bien".

"Debido a ese rechazo, Wuzhou está ahora aún más decidido a desarrollar Luo Company. Además de eso, también planean unir fuerzas con Lu Company. Una vez que Lu Yan rompa su compromiso contigo, colaborará con Wuzhou y se comprometerá con él. Y cuando eso suceda...", Liam se detuvo de repente, dándose cuenta de que casi había dicho algo que no debería. Miró a Ling con nerviosismo, su rostro se tensó. El tema de que Lu Yan rompiera su compromiso era un tema delicado para Ling.

"¿Por qué no continuas?", preguntó Ling en tono tranquilo, sus ojos ya no estaban en su teléfono, sino en Liam con una mirada aguda.

"Yo... eso...", balbuceó Liam, sintiéndose aún más nervioso. "Ah, nada, sólo quería decir que Lu Yan se arrepentirá mucho si alguna vez rompe su compromiso contigo", respondió apresuradamente, tratando de encubrir su nerviosismo.

Ling asintió lentamente, volviendo su atención al teléfono en su mano. Al verlo, Liam dejó escapar un suspiro de alivio, dándose cuenta de que acababa de evitar un error fatal.

Tonto, tonto de mí! ¡Menos mal que no se ha enfadado!, pensó Liam para sí mismo, dándose cuenta de su estupidez al dejarse llevar.

Estuvo a punto de despertar a un león dormido.