Cómo Cada Jueves

Sofía

---Me tengo que ir--- dijo él, pero yo tenía mucho miedo incluso temblaba de temor y creo que él lo noto.

--- No te puedo dejar así, estás muy mal acompáñame--- volvió a decir, al principio pensé decir que no pero mi padre ya me había visto y si venía por mí se que el haría todo lo posible para que yo volviera a su lado ahora que Camillo había dicho que el era mi futuro esposo, cuando llegamos a la casa de Camilo había un gran escándalo sus hermanos si que sabían armar una fiesta era tan ruidoso el lugar, Camilo entro de una forma imponente apagó la música y salieron dos jóvenes entre todos los demás.

--- Camilo por favor no seas así, mira que la fiesta está muy animada---

--- Pues que creen la fiesta ha terminado, y ahora todos deben retirarse---

--- Ya escucharon al ogro--- dijo la joven, y yo no pude evitar reír.

--- Ya ves Camilo hasta tu novia sabe que eres un ogro---

--- Ella no es mi novia---

--- Pues deberías considerarlo por qué hace falta que te quiten tu amargura--- dijo la chica entre risas.

Todos los jóvenes comenzaron a salir, solo quedaron esos dos Camilo empezó a llamarles la atención

--- Ahora entiendo por qué mis padres no quisieron que los dejara solos, ustedes son unos inmaduros y tú Mateo tengo que hablar contigo en privado y tú Ariana podrías acompañar a Sofía---

--- Claro que sí mi guapo hermano, tan bueno y precioso--- dijo esa chica mientras tomaba de sus mejillas.

--- Calma Ariana, eso no va librarte de tu castigo--- dijo Camilo mientras iba al despacho, la chica me ofreció una bebida era una agua de jamaica, me supo algo raro pero muy bueno, al ver qué me la tomé me ofreció otra y no se cuántas me tomé pero empecé a sentir algo mareada, incluso se podría decir que estaba ebria pero si solo había tomado agua, Camilo y su hermano salieron del despachó.

--- Que le hiciste Ariana?--- pregunto Camilo al verme.

--- Nada hermanito solo que ha

bebido más de la cuenta--- dijo la chica con una sonrisa pícara, Entonces ella me emborracho con el agua, quise hablar pero las palabras no fluían, Camilo me cargó y me llevo a una de las habitaciones, comencé a besarlo, desabroché su camisa el me pedía que parará, pero esos tragos de más me dio la valentía que me hacía falta para hacer lo que muchas veces soñé.

--- Para Sofía que no soy responsable de mí--- decía Camilo, pero yo seguía besándolo, quitando su ropa, me deshice del vestido quedando solo en bragas, lleve mi mano hasta su pene y dije:

--- Tu también lo deseas déjate llevar---

--- Si lo quiero Sofía pero quiero que tú estés completamente segura---

--- Claro que lo quiero sabes cuántas veces lo he imaginado, quiero tenerte dentro de mí ser completamente tuya--- el comenzó a tocarme y besarme con mucho deseo era tan intenso esto que sentía, mi cuerpo tenía la necesidad de estar junto a él, sentir su cuerpo, este deseo me quemaba, sus besos eran un elixir del cual quería ser yo la dueña.