NovelToon NovelToon
Welcome To The Imgard

Welcome To The Imgard

Status: En proceso
Genre:Romance / Venganza / Intrigante / Época / Traiciones y engaños / Sherlock
Popularitas:490
Nilai: 5
nombre de autor: Nijuri02

En el elegante y exclusivo Imperial Garden (Imgard), un enclave de lujo en el Londres de 1920, la vida de las doce familias más ricas de la ciudad transcurre entre jardines impecables y mansiones deslumbrantes. Pero la perfección es solo una fachada.

Cuando un asesinato repentino sacude la tranquilidad de este paraíso privado, Hemmet, un joven detective de 25 años, regresa al lugar que dejó atrás, escondido tras una identidad falsa.
Con su agudeza para leer el lenguaje corporal y una intuición inquebrantable, Hemmet se sumerge en el hermético círculo social de Imgard. Mientras investiga, la elegancia y los secretos del barrio lo obligan a enfrentarse a su propio pasado.

En Imgard, nada es lo que parece. Y cada elegante sonrisa esconde un misterio.

NovelToon tiene autorización de Nijuri02 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo Catorce: Cuaderno (Parte 1)

"No dejes que el pasado arruine el disfrute del Ahora que estás viviendo. Recuerda que lo que vives ahora es un regalo, por eso se llama presente".

Atte: Mamá

Habían pasado tres días desde el incidente con Vanessa. Mireia se despertaba sintiéndose más fuerte; el color había vuelto a su rostro. Aunque ya no tenía la compañía de su antigua sirvienta, se estaba recuperando poco a poco.

Había compartido poco tiempo con el detective. Sus estudios y las visitas a su amiga le habían robado la oportunidad de aprender de las "locuras" de Hemmet.

Se dirigió al salón comedor. Allí estaban su padre, Hemmet, conversando animadamente, y su madre, en la otra punta de la mesa, indiferente como siempre. Con su cuaderno de cuero, parecía ignorar lo que pasaba a su alrededor.

—Por eso te digo, el precio de la leche de vaca cayó un 20% comparado con el mes anterior... —decía Frank, deteniéndose al ver a su hija en el marco de la puerta. —Querida, buenos días. Ven, el desayuno está servido.

Mireia saludó. Su madre le hizo un gesto con la cabeza, sin mirarla. Hemmet, por su parte, seguía escribiendo en un cuaderno.

«Desde que Hemmet está aquí, papá me trata distinto», pensó Mireia, acomodándose frente al detective, al lado de su padre.

—Le contaba a Hemmet sobre los negocios familiares —continuó su padre.

—Así es. Me impresiona la cantidad de hectáreas de siembra que maneja su familia, señor Shelford. Debe ser un hombre muy ambicioso y cuidadoso... digo, para que no se cometan errores.

—Oh, me halagas. De hecho, es una responsabilidad muy grande. La idea siempre es expandirnos, pero tienes razón en que hay que tener cuidado al elegir a los proveedores, inversores, incluso a los peones.

Mireia escuchaba la conversación tranquila mientras tomaba su té. De algún modo, ver a su familia reunida en armonía le generaba una sensación de comodidad y relajación.

—Pero no voy a estar siempre para cubrir todo. Por eso estoy preparando a mi hija para que siga manteniendo el negocio. ¿Verdad, Mireia? —Frank con una sonrisa ladeada.

—Ah… sí —contestó Mireia, dando un respingo.

—Por supuesto. Espero que encuentre a alguien con quien compartirlo. Me gustaría que se casara, tuviera hijos y me diera nietos —continuó el padre, cerrando con una carcajada más fuerte.

El rostro de Mireia se tiñó de un color rojizo. Agachó la cabeza por la vergüenza. «¿Qué me pasa? A mí no me interesan esas cosas...», pensó.

Levantó la mirada y vio al hombre frente a ella. Parecía no prestar atención, solo escribía en su cuaderno. Mireia aprovechó para quedarse viéndolo. Unos mechones de sus rizos se dejaban ver debajo de su boina negra. Eso le encantaba. Hemmet levantó la cabeza de repente. Mireia miró hacia un lado, acelerando el corazón a mil por hora.

—¿Mireia? —preguntó Hemmet.

—¡Sí! —contestó la chica, con un sobresalto.

—¿Qué sucede, hija? —Frank se preocupó. —¿Estás rara? ¿Tienes fiebre?

—¡Estoy bien, estoy bien!

Elena, su madre, levantó la cabeza, observando la situación desde su lugar.

—De hecho… —continuó el detective. —Necesitaba tu ayuda. Es hora de visitar a otra familia.

—Está bien. Iré a cambiarme, entonces.

Mireia saludó con una reverencia y se marchó del salón. Después de unos segundos, Elena se levantó también.

—Si me disculpan... —dijo, retirándose.

La puerta de la habitación de Mireia sonó.

—¡Adelante! —exclamó Mireia. La puerta se abrió y su madre entró.

—¿Mamá? ¿Pasa algo?

—Quería hablar contigo —dijo su madre, acomodándose en la cama de su hija. Mireia repitió la acción.

—Verás, no quiero que pienses que soy dramática, ni que quiero controlar tu vida y las decisiones que tomas, pero… —Antes de continuar, Elena hizo una pausa. —No quiero que te involucres demasiado con ese detective.

Mireia se quedó tiesa, sin saber cómo responder. Solo se limitó a escuchar, esperando una explicación.

—Los detectives son peligrosos. Manipulan, mienten, ocultan, engañan. Todo para su propio beneficio. —Elena volvió a frenarse, ensanchó su cuerpo y exclamó con fuerza: —¡Él nunca te amará! Son fríos y poco emocionales. ¡Perderás el tiempo con un hombre así!.

Elena agachó la cabeza. Parecía a punto de llorar; su voz se había quebrado. Se puso de pie y le dio la espalda a Mireia.

—¿Por qué lo dices? ¿Qué sabes tú de él?— Preguntó tranquila la joven. En su interior sentía que aquellas palabras dolorosas no eran para ella. Sino un descargo interior de su madre.

Elena levantó la cabeza, con los ojos cerrados, como si se hubiera rendido. Sonrió y, antes de salir de la habitación, murmuró:

—Experiencia... Hija.

1
Thaurusi
buen ritmo. siento que ba a pasar algo grande. quiero masss
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play