En un giro del destino, Susan se reencuentra con Alan, el amor de su juventud que la dejó con el corazón roto. Pero esta vez, Alan regresa con un secreto que podría cambiar todo: una confesión de amor que nunca murió.
A medida que Susan se sumerge en el pasado y enfrenta los errores del presente, se encuentra atrapada en una red de mentiras, secretos y pasiones que amenazan con destruir todo lo que ha construido.
Con la ayuda de su amigo Héctor, Susan debe navegar por un laberinto de emociones y tomar una decisión que podría cambiar el curso de su vida para siempre: perdonar a Alan y darle una segunda oportunidad, o rechazarlo y seguir adelante sin él.
NovelToon tiene autorización de Vicky30 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Las cenizas del pasado
Capitulo 15.
Alan bajo y la siguio para detenerla, Susan, sé lo equivocado que estaba y me arrepiento, sé que ahora estás casada y tienes hijos, pero no sabes lo arrepentido que he estado por estos 6 años...me mata la culpa y el dolor de haberte dejado.
Alan, estás loco...no sabes lo mucho que te necesite y no sé dé que tonterías hablas.
Susan, amor mío... te extraño, te juro que no hay nada que me duela más que el recordar como te deje, y como termine con lo nuestro.
Alan creo que ya estás lo suficientemente mayor o viejo para entender que te odió.
Te odió por qué me hiciste amarte
Te odió por hacerme creer que era especial
Te odió porque por nuestro divorcio mi madre murió
Te odió por dejarme sola en este mundo tan grande (Todo lo decía mientras lágrimas recorrían su rostro)
Susan, realmente soy culpable de eso y créeme que si me hubiera enterado de lo de tu madre quizás...
Quizás, ¿¿qué? Ya me has dejado sola, no hay un tal vez... Alan, entiende ahora soy feliz y no quiero perder mi felicidad.
Si es de ser necesario mi bonita, créeme qué estaré hincado aquí hasta que me perdones.
Haz lo que quieras, ya estás grande para saber si tus rodillas aguantaran porque yo me largo de aquí... Tengo a unas cuentas personitas esperando por mí.
Susan, entonces ya no hay nada que pueda hacer para cambiar tu opinión sobre lo nuestro
Alan nunca hubo un nuestro, siempre fue una unión unilateral.
Susan, entonces deja que tengamos un cierre, al menos espero estar contigo una última vez.
Alan por dios, por qué razón estaría contigo...
Victoria, amor mío...es muy probable que muera, así que al menos deja que está sea la última vez que pueda tocarte y besarte como cuando estábamos juntos.
De que tonterías estás hablando, ¿no lo dices en serio, verdad?
Susan, crees que mi cara miente, y por lo que veo te has tentado el corazón... por favor, después de hoy no sabrás nada de mí.
Alan, estás loco.
Vicky, te lo suplico y te lo prometo.
Está bien, pero después de esto no te volveré a ver.
Quizás los nervios u otra cosa fue ya que ambos eran un poco torpes al inicio del recuentro y aunque iban un poco lento se podía notar las ansías por parte de ambos, mientras las respiraciones se notaban más, los cuerpos se aceleraban y se convertían en uno, esa noche Susan y Alan volvieron a estar juntos, su encuentro duro una hora o más antes de que ambos quedarán dormidos no fue hasta que la alarma sonó que ambos se levantaron, Vicky solo lo miro y unas lágrimas recorrieron su rostro mientras él la miraba confundido, por lo que ella se levantó y se fue a duchar en lo que él se quedó pensando en lo que acababa de hacer.
Cuando él reaccionó ella ya se estaba yendo de la habitación, probablemente de la casa y de su vida.
Susan espera.
Alan, ya lo has dicho era nuestra última interacción.
Bueno quizás no sea la última, por favor... lo sentí y yo sé que también sentiste esa sensación y ahora estoy más seguro que antes.
Qué sensación, de que hablas.
La de extrañarnos y amarnos, tu cuerpo me respondió como cuando me amabas.
Alan, por dios... solo fue sexo, nada más.
Claro que no y eso lo sabes... y sabes que lo nuestro nunca podrá acabar ni aunque te cases, ni tengas hijos y de ser necesario te secuestraré y te amarrare para que nunca me dejes.
Estás enfermo, yo me largo de aquí.
Susan cerro la puerta con un golpe estruendoso que probablemente se escuchó en toda la casa, después de eso pidió un taxi para irse con sus gemelos, a su lugar seguro