Ariana una joven de veinte años es obliga a casarse con un hombre que no conoce, todo para salvar la vida de su padre, el único familiar que le queda en esta vida, ella terminará amando y odiando al hombre con el que le tocó compartir su vida, pero no sabrá si es más el odio o el amor lo que mad siente por ese hombre.
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#15
Ariana abrió los ojos de par en par, su rostro se tiñó de un rojo intenso mientras intentaba, torpemente, secar el agua que había derramado sobre Sergio. Cada movimiento de la servilleta parecía agravar la situación. Con cada roce, el bulto debajo del pantalón de Sergio se hacía más evidente, y él no supo cómo reaccionar al principio. El silencio que cayó entre ellos solo fue roto por el sonido leve del restaurante, pero para Ariana, todo parecía amplificado y más embarazoso.
Sergio, sorprendido y algo avergonzado, no pudo evitar fijarse en la expresión apenada y sonrojada de Ariana. Sus grandes ojos brillaban con una mezcla de confusión y vergüenza, y Sergio sintió una oleada de ternura hacia ella. Haberse casado con ella por conveniencia y ahora darse cuenta de su pureza e inocencia, le hizo ver a Ariana bajo una nueva luz.
Ariana, en su confusión y deseo de escapar de la situación, intentó levantarse de la mesa, pero Sergio la sujetó suavemente del brazo. —Espera, Ariana— le dijo con voz calmada pero firme. —Por favor, siéntate. No tienes que sentirte avergonzada—
Ella lo miró, aún con los ojos llenos de una mezcla de sorpresa y timidez, pero se dejó guiar de nuevo a su asiento. El contacto de la mano de Sergio en su brazo fue reconfortante, y aunque su corazón latía rápido, decidió darle una oportunidad de explicarse.
El mesero llegó en ese momento con la comida, interrumpiendo la tensión del momento. Colocó los platos frente a ellos con una sonrisa profesional y se retiró sin notar la atmósfera cargada entre la pareja. Sergio esperó hasta que el mesero se fue antes de hablar de nuevo.
—Lo que pasó... es algo natural— comenzó Sergio, tratando de aliviar la incomodidad de la situación. —Tu roce despertó una reacción física en mí, y no tienes que sentirte mal por eso. Es algo que sucede a veces, especialmente cuando una persona es tan encantadora como tú— pronto ella no solo mirará el bulto, ella podrá ver qué se esconde debajo de la tela.
Ariana bajó la mirada, sus dedos jugando nerviosamente con el borde de la servilleta. —Lo siento, Sergio. No quería... no quería hacerte sentir incómodo—
Sergio sonrió, inclinándose hacia adelante para captar su mirada. —No tienes que disculparte, Ariana. De verdad. Solo quiero que te sientas cómoda y que disfrutemos de este almuerzo juntos. Además, creo que deberíamos empezar a conocernos mejor, no solo como socios en este matrimonio, sino como personas—
Ariana levantó la vista, encontrando consuelo en la sinceridad de los ojos de Sergio. —Gracias por ser tan comprensivo, Sergio. A veces me siento tan fuera de lugar en todo esto. Es como si estuviera aprendiendo a vivir de nuevo—
Sergio asintió, entendiendo la complejidad de sus sentimientos. —Sé que esto es nuevo para ambos. Pero estoy aquí para apoyarte. Quiero que este matrimonio, aunque comenzó por razones prácticas, se convierta en algo significativo para los dos—
La sinceridad de sus palabras tocó a Ariana profundamente. Empezaron a comer en un silencio más cómodo, ambos sumidos en sus pensamientos. Sergio no podía dejar de pensar en lo afortunado que se sentía por tener a Ariana a su lado, mientras que Ariana trataba de procesar sus propios sentimientos y el cambio repentino en su relación.
Después de unos momentos de comer en silencio, Sergio decidió romper el hielo de nuevo. —Ariana, ¿te gustaría contarme más sobre tus sueños y aspiraciones? Quiero saber qué es lo que realmente te apasiona—
Ariana se sorprendió por la pregunta, pero se sintió agradecida por la oportunidad de hablar de sí misma. —Bueno, siempre he soñado con ser maestra. Amo trabajar con niños y enseñarles cosas nuevas. Siento que es una manera de hacer una diferencia en el mundo, aunque sea pequeña—
Sergio sonrió, admirando la pasión en su voz. —Eso suena maravilloso, Ariana. Me encanta ver cómo tus ojos se iluminan cuando hablas de eso. Y estoy seguro de que serías una maestra increíble. —
Ariana se sintió más a gusto, su timidez disminuyendo a medida que la conversación fluía. —¿Y tú, Sergio? ¿Qué te apasiona más allá de los negocios? — no tiene dudas que es un hombre de negocios, todo él es costoso.
Sergio se tomó un momento para pensar. —Siempre he tenido una pasión por la música. Toco la guitarra y me encanta componer canciones en mi tiempo libre. Es algo que me ayuda a desconectarme del estrés del trabajo—
Ariana no pudo evitar sonreír ampliamente. —No sabía eso de ti. Me encantaría escucharte tocar algún día— en realidad ella no conoce nada de él.
Sergio asintió, sintiéndose animado por su interés. —Definitivamente lo haré. Tal vez podamos hacer una noche de música en casa. Me encantaría compartir esa parte de mí contigo—
A medida que continuaban hablando, ambos se dieron cuenta de cuánto tenían en común y cómo sus diferencias también los complementaban. La incomodidad inicial se disipó por completo, reemplazada por una conexión más profunda y genuina.
Al terminar el almuerzo Ariana se levantó nerviosa, a tomado más tiempo del debido y podría descontarlo de su salario —Debo volver a mi trabajo, disculpa Sergio— Ella lo miró y empezó a caminar nerviosa, cuando ya iba lejos escucho la voz de Sergio.
—Nos vemos mañana en el mismo lugar— Ariana no volteó, pero ella se emocionó mucho, no sabe si, su corazón se esta ilusionando con este príncipe, o es la manera en que él busca conquistarla.
Sergio se quedó esperando que recogieran la mesa y cuando vio venir al mesonero venir, no dudó en hablarle.
—Mañana le servirás lo mismo que yo pida, además, ¿podrías llevarle las flores y los chocolates? —
—Si señor—
Sergio se levantó y se marchó del restaurante, nadie sabe quién es él, ahora no, pero dentro de poco su rostro estará en todas las revistas por el matrimonio que tendrá que concretar en algún momento, ya el documento estaba firmado, pero la boda no a sido realizada, y en poco tiempo las chicas se volverán locas al querer ser la elegida.