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Pasiones Ocultas.

Pasiones Ocultas.

Status: Terminada
Genre:Romance / Yaoi / Completas / Posesivo / Arrogante / Mujeriego enamorado
Popularitas:93.7k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Wang Chao

Samuel odia a Dereck, y Dereck disfruta molestar a Samuel. La razón detrás del odio de Samuel es un misterio para Dereck, quien no entiende por qué su antiguo amigo de repente se distanció y lo mira con desprecio. Sin embargo, el destino parece empeñado en reunirlos, y constantemente se encuentran forzados a pasar tiempo juntos. A medida que pasan más tiempo juntos, sus sentimientos comienzan a cambiar, aunque la desconfianza de uno y el miedo del otro complican las cosas.

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Capítulo 14. Escenarios imaginarios.

Durante la tarde, Samuel estaba medio acostado en la cama de Elbert. Las cortinas se habían cerrado hace media hora y solo la luz del televisor iluminaba parcialmente la habitación. Sus ojos estaban completamente sumergidos en la película, aunque sus pensamientos divagaban por otros rumbos.

Derek. Derek. Derek.

Ese tipo nuevamente estaba robando toda su atención. Inconscientemente, lo recordaba. Derek era como una espina fina encajada en su mano; por más que buscara sacarla, únicamente lograba enterrarse más en su piel. Recordar la mirada penetrante de Derek y el rastro de molestia hacia Elbert lo tenían sumamente confundido.

—¿En qué piensas? —la voz de Elbert lo sacó de sus pensamientos. Samuel se incorporó sobre la cama y tomó un sorbo de jugo antes de mirar a su amigo.

—Nada en especial —respondió con una sonrisa—. ¿Y tú?

Elbert desvió la mirada de la pantalla y los ojos azules se encontraron con las esmeraldas de Samuel. Su mirada reflejaba la luz de la pantalla y le daba un toque cariñoso.

—En muchas cosas —Samuel pudo observar, a pesar de la tenue iluminación, un rastro de tristeza en los hermosos orbes de su amigo.

Lo escuchó soltar un suspiro, luego regresó la mirada a la pantalla. Habían pasado un par de años desde la última vez que se vieron. En ese entonces, se despidieron con un abrazo y prometieron reunirse nuevamente; sin embargo, los estudios de Elbert los hicieron perder el contacto un par de meses después.

El Elbert que tenía a su lado era completamente diferente del que se despidió en aquel entonces. Aún podía recordar la tonta sonrisa y los ojos llorosos de su amigo cuando lo agarró por los hombros y prometió volver con un diploma en manos. Pero ahora, Elbert parecía tener una máscara de frialdad para esconder sus sentimientos, aunque Samuel aún podía ver el rastro amable en esos ojos brillantes.

Samuel lo miró atentamente, preguntándose qué había pasado en ese tiempo para que Elbert cambiara, tanto en apariencia como en su personalidad. Movió sus labios, pero se limitó a guardar silencio. No podía cuestionarlo, no después de años sin estar en contacto, porque a pesar de la cercanía física, emocionalmente estaban distantes.

—¿Recuerdas cuando nos prometimos volver a vernos? —preguntó Elbert de repente, rompiendo el silencio incómodo.

—Claro que lo recuerdo —respondió Samuel, esbozando una pequeña sonrisa—. Siempre supe que volveríamos a encontrarnos.

—Las cosas no salieron como esperaba —dijo Elbert, mirando fijamente la pantalla del televisor, pero sus pensamientos estaban en otro lugar—. La vida no fue tan fácil como pensé que sería.

—Nunca es fácil —Samuel se acercó un poco más a él—. Pero estamos aquí ahora, y eso es lo que importa.

Elbert asintió, aunque su expresión seguía siendo melancólica. Samuel no sabía cómo consolarlo, pero decidió estar presente para él, sin presionarlo para que hablara más de la cuenta.

...----------------...

Mientras tanto, en algún lugar de la ciudad, Derek no podía dejar de pensar en Samuel. La imagen de él con Elbert le provocaba una sensación de celos que no podía controlar. No entendía por qué se sentía así, pero la idea de que alguien más pudiera estar tan cerca de Samuel lo inquietaba profundamente. Sus pensamientos estaban nublados por la frustración y la confusión.

—¿Qué te pasa? —le preguntó Lily, notando su semblante serio.

—Nada, solo... muchas cosas en la cabeza —respondió Derek, tratando de sonar despreocupado.

Pero en su mente, la imagen de Samuel y Elbert juntos seguía repitiéndose, aumentando sus celos y su deseo de estar cerca de Samuel. No podía evitarlo, y sabía que tarde o temprano tendría que enfrentar esos sentimientos, pero estaba completamente aterrado por ello.

Toda su vida había pensado que las mujeres eran la mayor bendición que había recibido del cielo. Su delicadeza, su feminidad y fortaleza, todo ello era algo grandioso. Sin embargo, sus gustos y enseñanzas fueron puestos a prueba el día en que conoció al chico de cabello rojo y ojos hermosos por primera vez.

"Hermoso."

Eso fue lo primero que pensó cuando vio a Samuel de quince años, en aquella alberca, jugando con una pelota de playa junto a su padre. Su sonrisa al aventar la pelota era radiante, sus ojos brillaban y su cabello rojo y húmedo parecía el mismo fuego, ardiendo bajo los cálidos rayos del sol.

Pero esos pensamientos no eran correctos, por supuesto que no lo eran. Un hombre no podía considerar a otro hombre como hermoso; eso estaba fuera de lo moralmente correcto. No obstante, a pesar de todas sus contradicciones, sus pensamientos no lograron cambiar; en cambio, se arraigaron más a él, a su mente y corazón.

"Esos pensamientos no son de un hombre, son de uno de esos mariposas."

Por supuesto que lo sabía, pero ¿cómo evitarlo? Incluso cuando dejó de ver a Samuel después del regreso a clases, él no había cambiado de opinión. Ante sus ojos, Samuel seguía siendo la persona más hermosa que jamás haya visto en la vida y el pensar que otro pudiera disfrutar de esa belleza sin restricción le causaba úlceras gastrointestinales.

—Derek, ¿seguro que estás bien?

La voz de Lily lo sacó de sus pensamientos. Tenía a una chica preciosa frente a él, alguien que estaba dispuesta a darle cualquier cosa que pidiera, pero seguía pensando en el idiota hermoso que únicamente lo ignoraba. Ella no merecía eso; Lily era alguien que necesitaba toda su atención en ese momento.

—Lo lamento, no volverá a ocurrir.

—Tal vez tienes algo que hacer y yo estoy aquí quitándote el tiempo. Podemos irnos si es urgente —dijo ella, intentando ponerse de pie. Sin embargo, Derek se apresuró a agarrarla de la mano, haciendo que se quedara quieta. En todas las citas que habían tenido, él se limitaba a seguirle el juego y parecía menos interesado cada día, pero ahora, al apresurarse a tomarla de la mano cuando se disponía a irse, le daba una leve esperanza de ser correspondida.

—De verdad lo siento, es solo que un idiota no deja de molestar mis pensamientos —se apresuró a decir mientras le dedicaba una de sus típicas sonrisas conquistadoras—. Me encanta pasar el tiempo contigo, es realmente lindo escucharte hablar de lo que amas.

Ella se sonrojó hasta los oídos y bajó la cabeza mientras acomodaba un mechón de cabello detrás de su oreja.

—Vamos, sígueme hablando de tus entrenamientos.

Mantuvo su mirada fija en los ojos de Lily sin soltarle la mano. Estaba decidido a dejar esos pensamientos poco morales por Samuel y concentrarse en la mujer hermosa que tenía delante. Pero, por dentro, no podía ignorar el conflicto que ardía en su pecho, esa lucha constante entre lo que había aprendido a desear y lo que realmente sentía.

Mientras Lily continuaba hablando, Derek trataba de enfocarse en sus palabras, en sus sueños y pasiones. Sin embargo, cada vez que su mente se distraía, era Samuel quien aparecía en sus pensamientos, con su sonrisa resplandeciente y su cabello rojo como el fuego. Derek sabía que tenía que resolver esos sentimientos, pero enfrentar esa espina que se clavaba más profundamente en su corazón con cada día que pasaba, no era una opción.

“¿Ya estás en casa?” envió Derek una vez que dejó a Lily frente a su hogar. Era tarde, casi las ocho de la noche y, según el horario que solía llevar Samuel, ya debería estar dándose una ducha para después hacer su tarea y estudiar un poco.

Esperó varios minutos y mantuvo los ojos en la pantalla, presionando varias veces el táctil para evitar que se apagara. Sin embargo, no hubo respuesta del otro lado. Entró al chat nuevamente para verificar que el mensaje se había enviado correctamente. Las dos palomitas indicaban que había recibido la notificación, pero ni siquiera la había visto. Tal vez estaba en la ducha y por eso no respondía.

Derek subió a la motocicleta y condujo hasta su departamento. Al llegar, revisó rápidamente la bandeja de sus mensajes. Había varias notificaciones de sus amigos y algunas chicas, pero ninguna de Samuel. Él ni siquiera había leído el mensaje.

Dudó varios segundos antes de presionar para llamarle. El sonido del otro lado se escuchó por tres segundos antes de que la llamada conectara. El rostro de Derek se iluminó mientras hablaba.

—Príncipe, hola...

“¿Príncipe?” una voz nueva, pero conocida, respondió del otro lado. La mirada en sus ojos se oscureció cuando supo quién había respondido.

—¿Dónde está Samuel? —preguntó con frialdad mientras subía nuevamente a su motocicleta.

“Oh, Samy”, pudo escuchar el sonido que hacen las sábanas cuando se colocan sobre la cama y las alarmas en su cabeza comenzaron a parpadear en rojo, “él se está bañando”.

Tan pronto como cayeron las palabras, el semblante de Derek se oscureció aún más. No quería imaginar nada, pero todo lo indecente se venía a su mente. Apretó fuertemente el teléfono en su mano y respiró profundo antes de hablar.

—Iré por él, dame la dirección. —Aunque quería sonar amable, su voz era completamente fría y de rechazo hacia la otra persona.

“¿Perdón? ¿Quién te crees para darme órdenes?”. Elbert se escuchaba molesto, pero aún había rastros de amabilidad en su voz.

—Soy su chófer y la persona que sus padres pusieron a cargo de su seguridad —Derek no cambió el tono de su voz, incluso se volvió más amenazante.

“Entonces espera a que venga él y te lo diga”. Elbert no esperó respuesta alguna y colgó.

Derek apretó el puño de su mano sin poder olvidar el rostro del amigo idiota, de Samuel. La idea de que Samuel estuviera con Elbert en ese momento lo carcomía por dentro. No solo porque Elbert parecía tener acceso libre a la intimidad de Samuel, sino porque era evidente que Samuel confiaba en él lo suficiente como para permitirle estar ahí en esos momentos.

Derek caminaba de un lado a otro, moviendo sus manos nerviosamente. Tenía que hacer algo para llevar a Samuel con él, pero no se le ocurría ninguna idea, y ni siquiera sabía dónde estaba. Lo único que le quedaba era esperar la llamada de Samuel o volver a marcar, pero se arriesgaba a que ese idiota le respondiera el teléfono.

Pasaron quince eternos minutos para Derek cuando el celular en su mano vibró y vislumbró el nombre de Samuel en la pantalla. No importaba si parecía desesperado; contestó enseguida.

—Iré por ti, dame la dirección —dijo tan rápido que interrumpió el 'hola' de Samuel.

“¿Estás loco? No me das órdenes”, lo escuchó susurrar con molestia, seguramente para que su queridísimo amigo no oyera la conversación.

—Samuel, dame la dirección. Tú no duermes fuera de casa, es una de las reglas de tus padres —insistió Derek. Sabía perfectamente cuánto detestaba Samuel esas reglas que le impedían ser libre, y aunque él no estaba de acuerdo con ellas, agradecía poder usarlas a su favor en ese momento.

Hubo un extenso silencio del otro lado de la línea, tanto que Derek tuvo que revisar la pantalla para ver si Samuel había colgado, pero aún estaba en línea, tal vez debatiendo internamente si enviarle o no la dirección. Al final, con un sonoro suspiro, Samuel respondió.

“Bien”. Luego, terminó la llamada.

...----------------...

—¿Te vas? —preguntó Elbert al ver a Samuel agarrar sus cosas.

—Sí, surgió algo —respondió con una sonrisa claramente forzada. Pedir permiso a sus padres para dormir en casa de Elbert ciertamente no era una opción, no después de lo que pasó la última vez que se vieron.

—Te llevo —Elbert agarró las llaves de su auto, listo para irse.

—Derek es mi chófer, él vendrá por mí —Samuel miró su ropa con pesar. Hace media hora estaba tomando jugo mientras mantenía sus ojos en la película, pero Elbert decidió asustarlo cuando el monstruo salió gritando tras la protagonista, lo que causó que tirara el jugo sobre su ropa y la cama.

—Lo siento por eso —Elbert rascó su nuca y se acercó al clóset—. Aún tengo la ropa que usaba antes, puede que te quede alguna, aunque estará un poco grande.

—Así, no importa. Lo único que no quiero es usar la ropa mojada con jugo —Elbert le entregó una camisa bicolor de manga larga—. Gracias.

Samuel entró al cuarto de baño nuevamente y se puso sus pantalones; por suerte esos no se habían mojado. Después se puso la camisa y sí, le quedaba un poco grande, pero era mejor que nada.

—Entonces, ¿a qué hora llega tu amigo? —Elbert vivía en un edificio y solo las personas autorizadas previamente podían subir hasta los departamentos. Por supuesto, Derek no estaba autorizado a subir.

—No lo sé. Y no es mi amigo —aclaró con molestia.

—Bueno, bajemos a esperarlo.

Samuel asintió y tomó su mochila, para después salir con Elbert. Bajaron en silencio hasta el vestíbulo del edificio. Derek estaba en la entrada, su expresión oscura reflejando la ira contenida.

Cuando vio a Samuel con la camisa de Elbert, sus celos se intensificaron. No podía evitar imaginar todo tipo de escenarios en su cabeza, y ninguno de ellos le gustaba.

—Aquí estoy —dijo Samuel con un tono neutral, tratando de calmar la tensión evidente.

—Vamos —respondió Derek, intentando mantener la compostura, aunque su voz sonaba más fría de lo que pretendía. No dirigió la mirada a Elbert, quien se quedó observándolos con una mezcla de curiosidad y ligera molestia.

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Ale Must
el padre es un maricón como ella dice pero no entiendo por qué abandona a su hijo con él
Kore🌸
Excelente
Ale Must
exactamente eso mismo pensé yo ........esto es una perreta de celos
Ale Must
la familia trata a Samuel como si fuera una mujer y no un hombre y la forma de interactuar entre él y Derek también da la impresión de que es una relación hombre-mujer, no dos ex amigos. Si fuera una novela de omegaverse lo entendería pero no es el caso, o sí?
Stella Maris Scaraballo
es obvio de quién será el nuevo chófer 😚😉😉😉😉😆 siempre disponible ese chico
Ale Must
a mí a los 20 ya nadie me decía que hacer.
Stella Maris Scaraballo
lindos pero será que ellos saben los verdaderos sentimientos de su amigo? 😂
Stella Maris Scaraballo
al fin veo terminada tu novela, no elijo novela a medio terminar porque no aguanto esperar actualización de capitulos el día a día,ya abia ojeado el comienzo y deseaba leerte,me gusta un buen comienzo y intriga
La Loca
Hermoso ✨
Rocío Carballo
padre no es quien engendra sino quien cría, quien esta presente y te brinda cuidado y apoyo. Alaan es su padre, no hay duda en ello no importa lo que la bruja que solo tiene título de madre pero no es mas que palabras vacías.
Andrea Suarez
Excelente
Raiza Rada
Gracias 🫂 por esa historia de amor perseverante
Yolanda Beatriz Lagos Celarien
yo pienso que estos dos van a terminar juntos
Angel
no siguió en contacto con Elbert?
Angel
que paso con el conductor?, cuando paso el accidente, Samuel no se podía comunicar con Dereck ni el conductor (se me olvidó el nombre). también que paso con la mamá de Samuel? y Jenny?
Maria Isabel Fernandez
coño!!!! pero que falta de carácter de este niño, porque se deja , ne da coraje 😡
Maria Isabel Fernandez
muy buena la historia, ya empecé a hacer coraje con este personaje , es tan predecible tan manipulable, que me da triste, va a sufrir y mucho....
Tomasa Aguirre
cómo me ases sufrir
Tomasa Aguirre
me quedé tonta nunca unnaguine que fuera tan perverso el padre da Sami
Tomasa Aguirre
buenísimo este capitulo
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