El Renacer de la Princesa Demonio.

La noche había llegado, pero la doncella no había vuelto, justamente cuando decidió salir, la encontró por los pasillos camino a su habitación y se veía asustada.

— majestad...no lo llevaron a los calabozos, el príncipe lo ha estado torturando en el patio del palacio de invitados...— la doncella se veía asustada.

— eso no puede ser, el rey no puede permitiría algo así, dime ¿hablo?—

— no lo se, el rey trato de evitarlo, pero su alteza amenazo con destruir el palacio.—

La reina corre hacía la residencia de invitados, todos parecían consternados en ese lugar, incluso esta vez le permitieron el paso y tan pronto llego al patio, aquel hombre estaba en medio de ese patio, atado a una silla y con la cara llena de sangre, su cuerpo y manos también estaban cubiertas de sangre y apenas estaba respirando con dificultad, la reina se cubre la boca para no gritar ante tal escena, el rey se acerca a ella y este se ve asustado también, aunque insistió en que no era la forma de tratar a un prisionero, Maximiliam no acepto esa negativa.

— majestad, no creo que eso sea una buena vista para usted.— Maximiliam se acerca a la mujer.

—¿que ha pasado? Pobre hombre, su majestad, ¿por qué dejo que pasará?— pregunta al rey que sigue a su lado.

El rey estaba por hablar, pero Maximiliam se interpone y observa a la reina con molestia.

— ¿pobre hombre? Intento matar a mi hada y tenía que hacer que hable, justamente eso haré, a quien lo contrato, que eso, sea una lección para todos.—

— esas no son formas, hay un protocolo...majestad, no puede dejar esto así.—

El rey niega, no puede hacer nada, no cuando su propia vida peligra y la reina solo estaba ahí, asustada, y al no poder más, terminó desmayada en brazos del rey. Las doncellas de la reina corren de inmediato a ayudarla, Maximiliam se acerca y se inclina cerca del rey.

— yo también me desmayaria al saber que me han descubierto. El asesino, me dijo quien es la culpable...—

El rey se sobresalta y voltea hacía Maximiliam dejando ver una cara de espanto, pero se pone de pie tratando de mostrar enojo.

—¿como se atreve? La reina jamás haría algo así, no voy a permitir que la acuse falsamente en mi propio palacio.—

— entonces, solo destruire su palacio.— se encoge de hombros.— la reina intento matar a la princesa Valentina, su hija.

— esa plebeya no es nuestra hija, es solo una sucia huérfana.— grita.

Pero pronto se arrepiente al ver que todos los presentes lo observan, así que solo se retira, pidiendo a las doncellas que lleven a la reina a su habitación.

Valentina por su parte, había observado todo desde la ventana de una sala, sin duda fue un buen espectáculo, la reina seguramente caerá en desesperación, pues sabrá que será descubierta en cualquier momento. Susan entra a la sala sirviendo el té mientras le dice lo divertido que fue ver como la reina era llevada en brazos de un guardia, mientras sus doncellas corrían atrás.

— entonces, ¿es la reina la que mando asesinarla? — pregunta preocupada.

— todo parece indicar que si, seguramente es su forma de quitarme de su registro familiar.—

Vaya clase de personas que son, adoptan una hija y tan pronto aparece su hija legítima, mandan a asesinar a la adoptada. Por supuesto ahora hay una diferencia, ella no es la verdadera Valentina y ha conseguido un buen aliado.

— que mujer tan malvada, eso no es justo, usted nunca le ha dado problemas.— se queja Susan.

— lo sé. Susan, necesito saber si estarás conmigo, porque planeo acabar con los reyes y su preciosa hija, si no deseas ver eso, eres libre de irte, te daré suficiente dinero para que vivas bien.— le asegura.

Después de todo, desde que renació en ese mundo, Susan ha sido una gran compañía y la ha ayudado mucho.

— princesa, yo jamás podría tomar venganza, pero se que usted tiene sus razones y esos reyes merecen lo que usted esta por hacerles.— la joven se muestra decidida.

— te lo agradezco Susan, siempre has sido mi mayor apoyo en este palacio. Cuando todo acabe, te llevaré conmigo.—

— estaré encantada de ir con usted alteza.—

— así que planeas deshacerte de mis padres...—

Omar había escuchado su platica, Susan se inclina con una reverencia, pero se queda en la sala. Valentina observa fijamente a Omar.

— así es, la reina empezó todo, yo solo lo terminaré, lo siento alteza, pero es así como será y si no lo aprueba.— Valentina mantiene la mirada en los ojos de Omar.

— ¿destruiras el reino?, hay gente inocente...—

— el reino no, solo a los reyes y sus aliados.—

— bien, son mis padres, pero se bien que clase de errores han cometido. Espero puedas dejarme el reino, yo intentaré que sea mejor.— pide Omar.

— así será, el reino, estará en buenas manos.—

Omar agradece, pero le informa que él no formará parte de su venganza, así que prefiere salir del reino unos días, para que así, Valentina pueda proceder. Dicho esto, se retira, pero al pasar cerca de Maximiliam, le pide a este que cuide de Valentina.

— si lo requiere, así será, alteza.— asegura Maximiliam.

Omar hace una reverencia, para así seguir su camino. Maximiliam llega con Valentina, por lo que Susan les deja solos y Maximiliam aprovecha para acercarse a Valentina.

— esta hecho, el rey ya sabe que hemos descubierto a la reina, mientras que la reina, comenzará con su desesperación.—

— es bueno saber que esta de mi lado, alteza.— responde Valentina.

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En el palacio de la reina, la mujer ha despertado, Frida ya estaba con ella, sosteniendo su mano, así que la reina acaricia su cabello con la mano libre.

— madre, por fin ha despertado, ¿como esta? ¿Llamo a un médico?— expresa Frida con preocupación.

— estoy bien...—

"su majestad no pudo resistir la atrocidad que se dio en el patio del palacio de invitados."

"Yo lo vi, el príncipe Imperial es un ser sanguinario."

"Ese pobre hombre. Incluso el rey no pudo detenerlo y el príncipe lo amenazo."

Las doncellas se mostraban asustadas mientras hablaban, la la reina solo se mantiene en silencio, pero Frida puede notar que sus manos estaban temblando. Frida pide hablar con las doncellas para saber que paso y se asusta al saber como aquel hombre fue torturado por Maximiliam, además de como cuestionó la autoridad del rey en su propio palacio.

— eso no se puede permitir, mi padre es el rey y ese hombre lo debe respetar.— responde una molesta Frida.

"no puede alteza, es el príncipe imperial, si su majestad lo hace enojar, podría destruir el reino."

"Que miedo, si es verdad todo lo que se dice de su familia, estaríamos en serior problemas."

"Son bestias salvajes que disfrutan derramar sangre de inocentes." Menciona una de las doncellas.

"Nunca lo he visto, pero mi hermano dice que el príncipe imperial puede transformarse en una bestia de grandes garras y dientes filosos. "

— e-eso puede ser mentira, pero si en verdad es peligroso, mi padre debe sacarlo del reino, no podemos seguir alojando a un hombre peligroso.— menciona Frida ya nerviosa.

Pensar que la reina había insistido en que ella conquistará a Maximiliam y había estado de acuerdo, pero ahora resulta que aquel hombre era peligroso, necesita hacer algo para sacarlo del reino, no puede dejar que su familia siga estando en peligro.

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