Aquí comienza el amor entre Max y violeta, una historia que los llevará al borde de la locura a ambos para hacer que su amor sea indestructible.
Esta es la continuación de violeta y Max en Frío Millonario.
Que lo disfruten, queridos lectores. ❤️
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Capítulo #15
Una hora después de aquella plática, las puertas de la sala de cirugía se abrió y todos se pusieron de pie mientras veían salir la camilla con Max conectado a muchos tubos porque después de su operación y varias transferencias de sangre está debilitado.
—¿Doctor: ustedes son los familiares de joven Max Trejo? (Pregunto amablemente)
—Esmeralda (madre de Max): si doctor soy su mamá, él es su papá y su esposa, el otro chico es amigo de la esposa de mi hijo. (Dijo mientras lo veía con lágrimas en ella ojos, al haber visto a su adorado hijo en esas condiciones la alteró, ella sabía que ellos estaban en negocios ilícitos, pero nunca pensó ver ese momento llegar)
—Doctor: el joven estará bien ahora está algo debilitado por la pérdida de sangre, pero lo mantendremos sedado para que pueda curar más rápido, solo puede entrar una persona a verlo y una persona para quedarse a dormir. (Dijo tranquilo)
—Fabián (padre de Max): doctor usted sabe quienes somos y por eso también sabe que mi hijo nunca estará solo. (Dijo con una mirada fría)
—Doctor: sí señor, lo entiendo. (Dijo comprendiendo lo que Fabián le decía, pues, cuando ellos comenzaron este negocio él era su doctor de confianza, pero dejaron que él trabajara en un hospital y si este hablaba de lo que había visto él y su familia serían aniquilados)
—Esmeralda (madre de Max): yo entraré a verlo y después vas tu cariño, Violeta quédate con él esta noche si puedes, yo pasaré a recoger a los niños cuando salga quisiera pasar más tiempo con ellos. (Dijo mirándola desconsolada)
—Violeta: está bien, señora Esmeralda, yo lo cuidaré muy bien. (Dijo muy segura)
—Esmeralda (madre de Max): eso lo sé querida. (Dijo mientras caminaba para ir a la habitación en la que estaba Max)
—¿Melissa: dónde está? Donde está Max Trejo estúpida, soy su esposa y tengo todo el derecho de verlo. (Pregunto gritándole a la recepcionista y todos se quedaron viéndola)
—Recepcionista: discúlpeme señorita no sé quién es usted y no le puedo dar esa información, (dijo profesionalmente)
—¿Melissa: te acabo de decir que soy la esposa como te atreves a decirme que no puedes darme la información a caso sabes quién es él? (Pregunta mientras sale corriendo a la sala de recuperación topándose con Violeta, Emiliano y Fabián)
—Fabián (padre de Max): eres tan altanera que te presentas aquí después de lo que le hiciste a mi hijo, acaso ya no valoras tu vida. (Dijo enojado)
—Melissa: soy quien debería estar aquí señor Fabián no ella. (Dijo mirando a Violeta)
—¿Violeta: segura que eres tú la que tienes que estar aquí? Melissa querida no olvides tu lugar. (Dijo con desdén)
—Melissa: qué altanera te has vuelto desde que eres la esposa de Max, pero eso te lo quitaré ahora mismo. (Dijo balanceándose para donde Violeta pero siendo detenida por Emiliano)
—Melissa: que te pasa porque me detienes. (Dijo enojada)
—Fabián (padre de Max): ya me tienes cansando, Casimiro llévala al almacén que ya sabemos estaré hay en una hora. (Dijo sereno)
—Melissa: a donde me van a llevar señor Fabián usted sabe más que nadie que la mujer que su hijo ama es a mí no a ella. (Dijo mientras la agarraban a la fuerza)
—Fabián (padre de Max): yo te voy a enseñar, a respetar tu lugar y también la privacidad de los demás mocosa. (Dijo mirándola con desprecio)
—Violeta: señor Fabián, estamos en el hospital, lo mejor es no llamar la atención y ya todos nos están mirando. (Dijo tratando de calmar la furia del señor Fabián)
—Fabián (padre de Max): suéltenla, esta vez te salvó la campana, pero te prometo que no habrá una segunda. (Dijo levantándose del sillón y caminando a la habitación de Max)
—Melissa: por favor déjenme verlo. (Dijo llorando)
—Fabián (padre de Max): sáquenla de aquí. (Ordeno a los escoltas y siguió caminando)
Melissa fue sacada a la fuerza del hospital después de todo nadie se metería con ellos porque todos saben quienes son y nadie se quiere meter con ese clan, después de aquel insistente Fabián y Esmeralda saliendo y la habitación se despidieron de Violeta y Emiliano, salieron del hospital y ellos se quedaron fuera de la habitación.
—Emiliano: esta familia es una locura segura que quieres seguir involucrada en su mundo de caos. (Dijo tratando de convencerla de algo)
—Violeta: sabes que a pesar de todo no me iré, ya mi destino está escrito y no hay nada que pueda cambiar. (Dijo mientras miraba a la nada)
—Emiliano: pero porque dices eso, si tú era la que cuenta tu historia y si quieres que las cosas cambien puedes hacerlo y yo puedo ayudarte. (Dijo mientras tomaba su mano)
—Violeta: Emiliano eres un buen hombre y eso no lo puedo negar, pero no puedes estar con alguien que no te ama, tú te mereces algo mejor que eso. (Dijo mientras lo miraba con una sonrisa)
—Emiliano: entonces esa es la chica con la que Max está y por eso contigo no ha cumplido el rol de esposo y el de padre tampoco. (Dijo con dobles intenciones)
—Violeta: no digas cosas de las cuales te puedas arrepentir después, creo que ya es tarde, deberías irte a descansar. (Dijo mientras se levantaba del sofá para entrar en la habitación)
—Emiliano: discúlpame Violeta no quería molestarte. (Dijo mientras era dejado con la palabra en la boca y Violeta entraba a la habitación)
Todos se fueron y Violeta se recostó en un gran sofá cama que había en la habitación después de todo una habitación VIP tiene sus beneficios, aquella habitación y en la entrada del hospital estaban resguardadas y también las puertas traseras, pues, aquellas dos entidades ahora debían estar alertas porque si los enemigos se enteran de que Max está delicado de salud y no podrá defenderse es su momento adecuando para ellos atacar.
Violeta se quedó dormida mientras que Max comenzaba a despertar, al intentar sentarse en la cama su quejido de dolor hizo que Violeta despertara.
—Violeta: que crees que haces estás débil aún. (Dijo corriendo hacia él para acomodarle la almohada y volverlo a recostar)
—Max: con que estás aquí, solo así podemos hablar y estar sin pelearnos. (Dijo mientras le daba una tierna mirada)
—Violeta: déjate de tonterías y mejor descansa debes reponerte. (Dijo acomodándolo y subiéndole la manta)