Friends

Lucia

-Queriendo robar la atención- nos interrumpe mi hermana y se laza a darme un abrazo que correspondo con gusto.

-En algún momento tenia que hacerlo- le dije mientras nos separábamos. Ella salto a los brazos de Theo y le dio un beso en los labios, voltee mi mirada hacia otro lado, sé que lo he dicho un montón de veces que esto ya es fácil para mí, pero bueno no es tan fácil como creí.

Ambos se fueron hasta donde estaban los demás y mi padre llego para cargarme y darme un enorme abrazo.

-Haciendo tu parrillada y ¿no me invitas?- chasqueo con la lengua un montón de veces- vamos papá no es digno de ti- me hice la ofendida.

-Si hubiera sabido que tendrías libre esta semana yo mismo te buscaría sin dudar- me volvió a abrazar y yo ya no pude evitar corresponderle y eso hice le devolví el abrazo.

Todo el día fue espectacular, tener a mis amigos cerca es algo que extrañaba y ahora estando con ellos es como volver a los tiempos de hace un año. No me malentienda, no es que estuviera mal mi decisión, es que me hubiera encantado tenerlos cercas y cumplir mis sueños, pero no todo se puede y tengo que entenderlo y ser fuerte ante esto.

Al despedirnos me advirtieron que no podría irme hasta la inauguración de la casa de Manuel y acepte con gusto, tenía pensado quedarme una semana, pero fácilmente podría quedarme una mas y compartir con mis amigos, de todas forma en mi trabajo me habían dado mas de dos semanas y que mejor que pasarlo en casa con mi familia y amigos.

Desde que llegue no había ido a mi habitación y al entrar puedo darme cuenta que todo esta como lo deje y hasta mas limpio por lo visto, no dudo que haya sido mi madre, siempre me dice que ordena mi habitación y hace que ventile para que no tenga humedad, por eso mi habitación sigue siendo acogedora, como las miles de veces que me refugie aquí, cuando estuve en mis momentos mas felices y cuando estuve en mis días mas tristes, esos últimos días fueron antes de irme a la capital, vaya que esos días no la pase bien, pero ahora tengo un nuevo refugio, ahora tengo un lugar donde me siento libre y segura y es mi apartamento en la capital y es gracia a mis padres y doy gracias por eso.

Mi ropa la ordena y la guarde en el closet, encontré la caja donde había guardado algunos álbumes y un diario, ese dichoso diario donde escribí las cosas que sucedían en mi día, me dio la idea de volver a escribir, pero ahora con lo que me suceda en la capital. Había dejado este diario por el dolor que me causaba releer lo que sucedió tiempo atrás, pero creo haberlo superado y esto seria un gran paso para terminar de dejar todo atrás.

Al sacar el diario y leer un poco, recordé la dichosa carta que hice antes de irme, pero no tuve el valor de entregarla así que la deje, pero al intentar buscarla no la encontré, me desespere tanto que desarme la caja como si no hubiera un mañana, pero no la encontré, fui hasta la habitación de mi hermano que para mi buena suerte no dormía aun.

-La carta Richard- el no pareció entenderme- hice una carta Richard, una para Theo, pero nunca se la entregue- el se sentó un poco preocupado.

-¿Que decía la carta?- pregunta. Baje la mirada un poco decepcionada.

- Mi amor por él- mi hermano se acaricio la sien y me dejo aun mas preocupada- No se la entregue\, es que yo me di cuenta que no era lo correcto\, pero tampoco la bote- volví a bajar la cabeza.

-Tranquila Lucia, mi mamá se la pasaba limpiando quizás la vio y la boto pensando que era basura- intentó consolarme, pero eso no era muy reconfortante.

-¿Tu crees?- pregunta con la mínima esperanza.

-Si, eso creo, ya ve a dormir no te mortifiques- sonreí y me fui hasta a mi habitación con la esperanza de que lo que dijo mi hermano sea cierto, no quiero que todo salga a la luz a estas alturas de la vida.