Luego de un noviazgo de cinco años donde todo fue color de rosas y tras cinco años de haberse casado Ángeles descubre que la perfección no dura para siempre y que el amor puede no ser eterno. La traición es dolorosa y muchas veces deja heridas muy difíciles de cerrar.
Acompáñame en ésta historia donde el amor, el placer y el desengaño van de la mano. Dónde el mundo en el Ángeles creía no poder encajar la arrastra a sus profundidades.
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Capítulo 15 INVITACIÓN
...NARRADORA...
-Creo que te refieres a Tentaciones- Ángeles recordó ese nombre por el mensaje
-Le llegó un mensaje de que se vería allí con alguien- Mariela no sabía cómo mirarla a los ojos y decirle la verdad en el proceso
-Tentaciones es un lugar... especial- hizo una pausa, ¿Cómo le explicaba a Ángeles lo que era ese sitio? si ella no sabía ni sobre lo más básico de una relación de pareja
-¿Especial? ¿Es por las máscaras? Mejor dime porque no entiendo- pidió con curiosidad, era su esposo quien estaba allí
-Tentaciones es un lugar donde parejas o gente soltera va a cumplir sus fantasías más oscuras, incluso pueden hacerlo frente a la gente o en habitaciones privadas- se escandalizó tal como lo esperaba
-¿Que haría Dave en un lugar así?- ella no creía que su esposo pudiera ser esa clase de pervertido, de ninguna manera
-Si Dave va ahí no irá solo por una copa, disculpa que te lo diga así pero quién va ahí es para ver a alguien o para buscar una persona con quién... ya me entiendes- se le llenaron los ojos de lágrimas ante la seriedad de Mariela
Su amiga podía ser un poco loca pero era sincera y si ella le decía eso no mentía.
-Tengo que ir allí y verlo con mis propios ojos, tiene que haber una explicación- se levantó de la silla para salir pero Mariela la detuvo
-No puedes entrar allí sin una invitación de un miembro de allí, debes usar un nombre falso y además una máscara o antifaz- volvió a sentarse y las lágrimas que contenía escaparon sin control mientras ella tapaba su rostro con sus manos
-¿Tu puedes hacerme entrar allí? Tu practicas cosas raras- Mariela negó
-Yo fui con quién salgo pero en calidad de invitada por él. Es él quien es socio, puedo conseguirte una invitación para ir allí si lo deseas
-¿Puedes conseguirme eso? Si él está ahí necesito verlo por mi misma- estaba angustiada pero decidida a desengañarse de una vez por todas
-Pediré que me dé dos invitaciones así voy contigo, no te dejaré sola
-Esto es algo que tengo que hacer sola- fue firme en su decisión
Días Después...
Ángeles se preparó con ayuda de su amiga para ir a ese club. Sabía que Dave iría esa noche así que se enteraría de que trataban esas salidas misteriosas.
Mariela le dió un vestido que una mujer con quién no se llevaba bien le había regalado sabiendo que no le entraba y a ella le quedaba bien para la ocasión. Uso ese vestido, unos tacones que tenía y eran cómodos.
Mariela la maquilló y le dió una máscara, además la llevó a ese lugar y le dijo que la iría a buscar en cuanto saliera.
El nombre que Mariela le puso en el cartel que llevaba era Hathor, una Diosa Griega ya que Ángeles iba a colocarse Ángel como nombre.
(.....)
Ángeles entró al club que consideró un lugar de perdición y no se animó a dar un recorrido para buscar a su esposo. Se quedó parada muy cerca de la puerta pensando que no debería de haber ido allí jamás.
Tomó valor y avanzó más después de que un hombre chocara con ella y la mirara con lujuria además de hacerle una propuesta bastante indecorosa.
Se sentó en la barra y pidió una copa que se llamaba sex in the beach mientras miraba a los lados buscando a su esposo.
Algunos hombres le hablaron y unas mujeres, era nueva, lo podían jurar porque solo asistían grupos selectos de personas. Ella estaba aterrada, su lenguaje corporal lo demostraba por la rigidez en su postura además por como apretaba la copa entre sus dedos buscando calmarse.
Su cabello tenía una trenza que Mariela le había hecho, estaba hermosa aunque eso era lo que menos le importaba. Solo le hubiese gustado ser invisible y desaparecer de allí.
La música cambió y fue con un volumen más bajo, también se encendieron unas luces rojas en el centro del lugar donde varias personas subieron.
Había cuatro mujeres y seis hombres. Uno de ellos le pareció que era Dave pero con la máscara y la poca iluminación era difícil de saber si era o no, a menos que se quitara la ropa y viera su tatuaje no estaría segura.
Siguió con la mirada a ese hombre que besaba a dos mujeres y las tocaba. Una de ellas le quitó la camisa y allí vió el dragón que él tenía en la espalda.
