La Apuesta

-Doctora Dorantes, ya tenía días sin verla

Siente que el corazón se le va a salir al estar frente a ella

-Hola doctor, qué gusto en verlo

Ella le dirige una sonrisa que lo cautiva aún más

-No me hables de usted me haces sentir viejo, solo dime Esteban

le contesta sin poder evitar verse coqueto

-Esta bien, Esteban y tú también solo dime Regina.

Sin ella proponérselo también se ve coqueta, siente que él es un buen hombre y no la intimida en absoluto

-Me encantaría seguir platicando contigo pero tengo una operación en unos minutos, pero me gustaría invitarte a tomar un café, ¿Qué dices?

Él aprovecha el momento para hacerle la invitación

-Con gusto dame tu número telefónico y así estamos en contacto, en cuanto podamos coincidir vamos por ese café

Él le dicta su número y ella le marca, guarda su número y se despide de ella con un beso en la mejilla. Ella se sonroja un poco y le sonríe

-Espero que todo salga bien

Le dice ella y sigue su camino, entra al área en la que se tiene que preparar para la operación, tiene una sonrisa en su boca, el haber hablado con ella le alegró el día, está seguro que esta operación va a salir muy bien, nada puede salir mal

Ha sido una operación muy exitosa, aunque se prolongó más de lo esperado está exhausto, solo quiere ir a casa a descansar, se cambió de ropa y tomó sus cosas, al ver su teléfono recuerda a la doctora y como se sonrojo cuando le dió aquel beso en la mejilla, no aguantó la curiosidad y ve su estado en WhatsApp la foto que tiene de perfil es muy divertida, es una caricatura derritiéndose de cansancio, sin pensarlo le envía un mensaje

-¿Sigues en el hospital?

Espera unos minutos y por fin ve que le ha contestado

-Si, cuando nos encontramos estaba empezando mi turno, salgo en un par de horas, ¿Cómo te ha ido en la operación?

-Todo bien, pero estoy exhausto

-Me da gusto, felicidades, eres un gran cirujano, ve a descansar lo necesitas

-Es lo que voy a hacer, solo quise despedirme de ti

Ella se despide de él y sigue con su trabajo, no hay mucho que hacer en su área, afortunadamente han sido pocos los pequeños niños que han ingresado con algún problema renal, está checando a un pequeño cuando el doctor Roberto entra a su cubículo.

-Hola Regina qué gusto verte

Ella siente un cosquilleo en su estómago, por más que lo quiera negar la presencia de ese doctor la intimida

-Buenas tardes doctor, ¿En qué puedo servirle?

Le contesta muy seria, él está por decir algo pero en ese momento llega Camila.

-Doctor que agradable coincidencia encontrarlo aquí

La voz tan seductora que utiliza le hace entender a Roberto que es una de las chicas que de las que habló Carmelita, de reojo observa a Regina para ver su reacción.

-¿Tú eres?

Pregunta el doctor con coquetería, trata de hacerse el interesante

-Que grosera soy, no me he presentado, mi nombre es Camila

Le dice extendiendo su mano y acercándose a él para darle un beso en la mejilla, él corresponde el gesto sin perder de vista a Regina, quiere ver su reacción

-Un placer conocerte Camila, soy Roberto Castrejón, pero creo que ya me conoces

-No como quisiera

Contesta muy seductoramente la rubia, Regina ha dejado de prestarles atención y ha seguido con lo suyo, Roberto se da cuenta de su indiferencia y hace todo lo posible por llamar su atención.

-Eso se puede arreglar, las puedo invitar a cenar, ¿Que dices Regina?

La chica levanta la mirada en dirección a las dos personas que tiene frente a su pequeño escritorio, a Camila le molestó que también haya invitado a Regina

-Le agradezco la invitación doctor, pero tengo mucho trabajo, será preferible que vayan ustedes

Por obvias razones prefiere estar alejada de ese doctor y mucho más de Camila, está última le dirige una sonrisa a modo de agradecimiento por darle la oportunidad de pasar tiempo con ese hombre

-Siendo así te dejamos para que sigas con tu trabajo, por cierto solo vine por que Joel y Maury me pidieron que te avise que van a tu departamento

Pone su mano en el brazo de Roberto

-Ok, gracias por informarme, ahora sí me disculpan tengo que terminar con este expediente

Les dice Regina con un tono muy serio

A Roberto no le quedó más opción que salir de ahí, Camila va con él, pero no es con ella con quién quiere ir a cenar, para su buena suerte su teléfono suena, no puede negar que le exita pensar en esa chica desnuda en su cama, pero no puede seguirle el juego en este momento

-Diga

La llamada se ha cortado, pero él sigue simulando que hay alguien hablando del otro lado

-En un momento estoy ahí, no se preocupe

Guarda el teléfono en su bolsillo y se voltea hacía la chica rubia.

-Te pido una disculpa, la cena va a tener que ser pospuesta, me ha surgido una emergencia y tú bien sabes cómo es esto

-No te preocupes Robert, ¿Te puedo llamar así? O ¿Te molesta?

Le pasa su dedo índice por su brazo con suma coquetería, a él se le eriza la piel al pensar en todo lo que pueden hacer desnudos en un cuarto de hotel

-Claro que no, pero prefiero que me llames doctor Roberto, así no damos pie a especulaciones.

-¿Y eso te molesta?

pregunta un poco decepcionada, pensó que ese hombre estaría feliz de ser perseguido por una mujer como ella, además de que vió la familiaridad con la que le hablo a Regina y eso la hizo pensar que con ella sería igual