PROHIBIDO AMARTE

Narra Alex

Termina el desfile y después de molestar un poco a samanta me quedo bebiendo un poco con algunos conocidos, en ese instante llega Aria con su coquetería

- Amor, me encanto la canción – me dice

- Gracias – le respondo

- Quieres que celebremos en privado – me seduce y las personas con las que estaba conversando me miran con envidia, lo no que saben es que ella no me interesa en lo personal, si es buena para el sexo, pero parece que ella no lo ha entendido, la tomo del brazo para apartarnos un poco

- Aria ¿puedo saber qué haces? – le pregunto

- Seduciendo a mi amor – me dice

- No soy tu amor ,Aria si hemos tenido sexo, pero no somos nada – le aclaro

- Ya sé que eres tímido y reservado, ya tu sobrina me lo conto todo – me comenta y yo quedo sin entender

- ¿Samanta? – le interrogo sin entender de qué habla

- Si, aunque ella no me cae bien, pero me ha dicho lo mucho que hablas de mí y lo mucho que me amas - me dice agarrándome como garrapata

- Aria no es así – trato de corregir el error

- También me dijo que tratarías de negarlo, porque le temes al amor o a entregar tu corazón, pero Alex yo te amo y luchare por los dos – me habla obsesivamente

Y cuando me dispongo apártame, llegan los reporteros y comienzan a tomar fotos de nosotros abrazados, y preguntan cuanto llevamos en nuestra relación y cuando nos vamos a casar, me nubla el pensamiento con los flash de las cámaras y tantas preguntas, así que logro separarme sin pronunciar palabra y ella se queda con todos los flash, no me siento en condiciones de conducir así que voy a la habitación que tenemos reservada en el hotel, no le comunico al gerente porque no lo veo en ningún lado, así que subo, entro, me quito el saco, voy al baño para mojar un poco mi rostro y para mi sorpresa al salir es ver samanta en medio de la oscuridad bailando desnuda, solo lleva puesta una pequeña braga que deseo arrancar con mi dientes, la observo moverse sensualmente al tiempo que canta desentonada pero graciosa, sin esperarlo cae al suelo y no puedo evitar reírme de eso, ella se levanta y se acerca a mi dejándome ver mejor su exquisito cuerpo, hablamos unas cuantas cosas, pero lo que noto de inmediato es que está totalmente ebria, pues me da un beso suave pero apasionado, no sé si dejarme llevar o parar, mientras tomo la decisión ella se tambalea pero la sostengo en el aire para que no caiga, ya con mis manos en su cintura sintiendo el calor de su delicado cuerpo no pienso perder esta oportunidad, la tomo con una mano de su cuello y la beso salvamente mientras introduzco mi lengua hasta lo más profundo de su cavidad bucal, ella se deja llevar tanto que la levanto y nos vamos al sillón donde me dejo caer con ella encima dando una magnifica vista de esos firmes pechos, acaricio su espalda y en un segundo ya estoy tocando sus sen0s, es como si estuviera en el paraíso porque esta mujer hace unos movimientos con su cadera haciendo rozar mi erecci*n con su hum3da intimidad, se arque para dejarme saber que desea que le devore sus montes, no lo pienso demasiado y me dedico a saborear uno por uno, cuando creo que no puedo soportar más sin introducirlo, ella se levanta de repente y me dice

- No que insípida, reprimida y helada como hielo, pues ahí te dejo con tu calentura – me dice con su voz arrastrada de lo ebria que esta

- ¿Qué haces? – le pregunto incrédulo de que me deje así

- Pues poniendo las cosas en claro tío – me dice

- Niñita esta me la pagas – le amenazo y ella se ríe mientras se viste apresurada

Sale de la habitación y me deja con esta maldita er3cci*n que no quiere cesar, cierra la puerta tan fuerte que las paredes tiemblan, me termino de acostar en el sofá y sin más remedio me saco las ganas con mi mano, cierro mis ojos y me deleito en su delicioso cuerpo que acabo de saborear y que aun sentía en mi boca, cuando siento derramar todo mi liquido espero por unos segundo que me baje la calentura, pero nada está más firme que antes, maldigo a los gritos porque si la tuviera aquí no la dejo ni respirar, saco mi teléfono y le marco a Aria esperando que aun este en el hotel.

- Amor ¿Dónde estás te estuve buscando? – me responde

- Estoy en mi habitación, ¿quieres subir y celebrar juntos? – le digo

- Me encantaría – me dice

- Estoy en el penthouse del hotel, toma el ascenso y es la última puerta con marco estilo romano

Le indico y espero por varios minutos hasta que tocan la puerta, me levanto y abro totalmente desnudo y es Aria, la tomo con fuerza y la beso, camino con ella cargada en mis brazos hasta llevarla a la cama, me pongo protección y le quito toda su ropa para posicionarme dentro de ella, hago unas estocadas que me hacen rugir de placer y ella se llena de goce, nos relajamos por unos minutos hasta que siento sus manos recorrer mi cuerpo y su boca hacer un largo camino hasta mi mi3mbr0 duro, volvemos a empezar la faena hasta que llega el amanecer y quedamos totalmente inconscientes del cansancio.

Me despierto y es más del medio día, levanto a Aria y ella no se despierte y en cambio se tapa toda con la manta, voy al baño tomo una ducha, me visto y salgo de la habitación para ir a casa a cambiarme e ir al trabajo, subo en mi auto y llego a casa rápidamente, al llegar veo en la cocina a Samanta en traje de baño y con lentes de sol, tomando mucha agua.

- ¿Mucha sed? – le pregunto con reproche

- ¿muy caliente tío? – me devuelve el sarcasmo

- No, tengo quien me lo baje, muy a diferencia de ti – le digo

- Eso crees tú – me dice y eso me molesta mas

Salgo furioso y subo a mi habitación, para luego volver a salir al trabajo.