"AUT VIAM INVENIAM AUT FACIAM" (encontraré mi camino o haré el mío yo misma) - susurró en latin. Era una declaración de guerra. "Él pasaba horas dibujándola a ella en papel y ella se pasaba las horas dibujándole palabras de amor en la piel. Habían estado seis meses juntos y habían vivido mil cosas. Creyó que le conocía como nadie. Ahora debía aprender que nadie conoce a nadie. La traición siempre es más dolorosa cuando quien la comete es el más amado por ti."
Bixby es una experta en matar y proteger. Toba la convierte en su numerale, su mano derecha. Él es el jefe de todos los jefes de la mafia y juntos se convierten en invencibles. Todos la llaman L'onorevole del Don y la consideran el bien mas preciado del jefe. Entre ellos saltan chispas y Toba no tarda en convertirla en su goomah (amante). Pero la hermosa asesina, no es adecuada para ser la gran señora de la casa al lado de él y elige a otra mujer como su esposa.
Nunca mas le permitirá verla ni acercarse a ella.
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Se lo debes, Toba
Capítulo 15
Se lo debes, Toba
La madre de Toba, tenía una planta regia e imponente. Tomó un sorbo del café que le habían servido. Era agradable y le calentó el corazón. Lo que iba a decir requería que estuviera en calma sobre todo porque la reacción de los padres de la chica podía ser incontrolable.
- Sabemos que les sorprende nuestra visita. Lo primero de todo, decirles que agradecemos que nos reciban en su casa con tanta hospitalidad.
La señora ahora tenía la atención curiosa de todos los presentes, aunque su marido sabía lo que iba a decir.
- Verán, no es fácil para nosotros confiar en personas ajenas a la familia, pero ya que nuestro hijo mayor tiene una relación con la señorita Marián, nos sentimos inclinados a pensar que Toba ha escogido a una persona adecuada, honrada y confiable. Lo que les voy a contar realmente puede sorprenderles, pero les ruego que no duden de mis palabras. A la vista de lo sucedido estos días, creo que podrán entender de lo que hablo. Nuestra familia es una gran familia. Somos gente de cierta posición y de grandes negocios. Eso genera muchas envidias y también crea una gran cantidad de enemigos, aunque suene increíble. El asunto es que nuestro hijo, por ser el heredero, se ha convertido en el objetivo de personas que desean nuestra ruina
Los padres de Marián y ella misma, la miran con preocupación en la cara y con muchas preguntas no hechas también. Doña Gilda continua porque quiere llegar al punto.
- No me puedo extender demasiado en esto, y no considero necesarias largas explicaciones. Tampoco vienen a cuento. Si estamos aquí hoy es por dos cosas. La primera, aunque les resulte duro aceptarlo, ustedes también se han convertido en objetivo de esas malas personas. Lo que quiere decir que no están seguros en esta casa, ni en esta ciudad, ni en este país.
Padres e hija abrieron la boca con miedo y sorpresa. Lo que estaba diciendo esta mujer era muy grave para ellos. Y en cualquier caso, personas tan simples como ellos ¿Qué podrían hacer?. Fue entonces Don Antonio quien tomó la palabra, relevando a su esposa en la explicación.
- Nunca deseamos mal para ustedes ni para nuestro hijo. Toba ahora mismo está desaparecido y no sabemos en qué estado se encuentra. Después de lo sucedido en el hospital, tuvo que huir. Ya vieron lo que les hicieron a ustedes. Como no consiguieron su objetivo, es posible que traten de presionarlo utilizando a su hija, pues conocen la relación que les une. Nuestra propuesta es ayudarles con todos nuestros medios, a salir del país y proporcionarles una nueva vida por supuesto, mucho más cómoda incluso de la que disfrutan ahora. Pero la decisión es de ustedes. Les pedimos que lo consideren y nos avisen sobre lo que decidan.
Ahora habla de nuevo Doña Gilda, sin hacer mucho caso del impacto producido en las tres personas porque de todos modos este asunto había que ponerlo sobre la mesa en beneficio de todos. Más pronto que tarde tendrían que aceptarlo.
- Lo segundo que queremos es pedirles un favor por el que estaríamos muy agradecidos. Necesitamos usar su casa durante algunas horas, por razones de seguridad. Si fuera posible que nos permitieran permanecer aquí hasta la hora de la cena, como invitados de ustedes, nos sería de gran ayuda. Ocuparemos su casa nosotros dos y algunos de nuestros hombres, pero intentaríamos estorbarles lo menos posible y durante no mucho tiempo. Si están de acuerdo con esto, empezamos ahora con el trabajo.
El padre de Marián fue el que respondió de inmediato.
- Sí, sí, por supuesto Doña Gilda. Siéntase como en su casa. Sabemos todo lo que hicieron por la niña en el hospital y estamos agradecidos. Además, Toba siempre ha sido un buen chico con ella y con nosotros. Si podemos ser útiles estamos a la disposición.
- No sabe cuánto necesitamos esto. Pase lo que pase en el futuro, siempre les deberemos un favor. Estaremos en deuda y los Jiménez siempre pagan sus deudas.
- Sigan adelante por favor.- les dijo el hombre y los condujo hasta un salón aledaño. -Aquí tendrán mayor privacidad.
Teniendo el permiso de los anfitriones, Don Antonio hizo señas a Marco para que iniciaran con los planes que tenían. La razón de la visita no era solo presentar sus respetos e interesarse por la salud de Marián.
La razón principal para los Jiménez era conseguir algo de tiempo en un lugar que sabían que estaba “limpio”, de escuchas o dispositivos, y, por tanto, podían operar tranquilamente durante unas horas, no solamente para intentar localizar a Toba sin riesgo de desvelar esa información al enemigo, sino que además, desde aquí podían localizar a quien desde dentro los había traicionado.
No era tan difícil encontrar quien era, puesto que solamente dos personas podrían haber ideado tales planes. Los esposos ya sabían que era uno de sus hijos y habían descartado a dos de ellos. Únicamente quedaba confirmar de los otros dos quién había sido. Y aunque se les partía el corazón pensando en lo que uno de sus hijos había sido capaz de hacer, ambos sabían que debían detenerlo, costara lo que les costará.
De repente la casa se llenó de hombres de negro y con aspecto sombrío que colocaron en la sala una gran CANTIDAD de aparatos, ordenadores, pantallas y otros dispositivos que la familia Muñoz no había visto en su vida, y aunque no se escuchaban apenas conversaciones y pitidos, se sentía la gran cantidad de información que se estaba moviendo allí en un momento.
La familia se fue a sentar a la cocina, en parte para no estorbar a los invitados y en parte para hablar sobre los nuevos acontecimientos. Los tres estaban temerosos. No sabían exactamente como manejar todo lo que había dicho la madre de Toba, pero tampoco era cosa de dudar, no solo porque estas dos personas les daban confianza, sino por lo que las mujeres habían vivido, cuando fueron atacadas en el hospital como si de una película de cine negro se tratara. Ninguna podía olvidar y aun por la noche despertaban sobresaltadas y con malos sueños. Así que ¿cómo dudar de lo que les decían?
Sin embargo, la propuesta era cambiar de vida completamente con todas las implicaciones que eso conllevaba. ¿Qué podían hacer? Dejarlo todo atrás o arriesgarse a que les hicieran daño. Si la cosa era tan grave como parecía, realmente debían tomar medidas extremas. Marián propuso a sus padres tomar la decisión al día siguiente, después de pensarlo bien por unas horas y los señores estuvieron de acuerdo.
El teléfono de Marián sonó y vio en la pantalla un número que desconocía.
-¿Hola?
- Marián, soy yo
- ¡Toba! ¡Hola! ¿Dónde estás? ¿Sabes que tus padres están aquí buscando como locos? ¿Puedes decirme qué está pasando? Dicen que pueden matarnos a mis padres y a mí
Marián le decía todo esto con voz llorosa. Al escuchar su voz, toda su preocupación por no saber de él, más toda la angustia que la había perseguido durante estos días desde el ataque de la bomba, salieron en forma de histeria y llanto. Toba, se dio cuenta de que la mujer lo había pasado mucho peor de lo que el cálculo.
- Perdóname cariño, todo es mi culpa, ya lo sé. Nunca quise meterte en nada de esto, lo siento Marián, lo siento mucho
Ahora era él quien estaba a punto de llorar, pues le dolía verla tan triste y además lo había pasado todo sola. Mientras él tenía que esconderse sin poder hacer nada por ella. Se sintió impotente por todo eso.
En ese momento la madre de Toba que había escuchado a la chica hablando, se acercó y le arrebató el teléfono
- ¿Toba? ¿Eres tú, hijo?
- Mamá, sí, soy yo, estoy bien. La guardaespaldas me sacó de allí ¿lo viste?
- Sí lo vimos todo, pero después no pudimos seguir tu rastro y no sabíamos si estabas muerto
- No, ella es la que está herida de muerte y aún no sé si sobrevivirá
- ¿Es Bixby?
- Sí
- Bien, sobrevivirá. Cuida de ella Toba, se lo debes
- Ya sé, mamá.
- Ahora te dejo con Marián ¿de acuerdo? No aparezcas de momento. Mamá y papá se están ocupando de todo
- ¿Ya sabes quien fue?
- Casi
-... Mis hermanos
- Sí
- Joder…
- Ya… hablaremos de todo cuando vuelvas Toba. Nada más mantente vivo ¿de acuerdo?
- Vale, mamá. Cuídate tú también y cuida de papá.
- Estaremos bien
- Y mamá... cuida de Marián, por favor. Es importante para mí
- Hijo, estamos aquí por eso. Ya te contará ella
Le da el teléfono a la chica y sale a hablar con su marido en privado a darle las buenas noticias de que su hijo está bien y a salvo.
- Toba…
- Dime cielo… Estate tranquila, ¿vale? Mis padres no dejarán que nada te pase
- Vale
- Te veré pronto
- Vale
- Cuídate ¿si?
- Y tú
Marián colgó. No sabía por qué no había sido capaz de decirle lo que le habían propuesto los padres sobre cambiar de país y de vida. Sintió que no debía hablar de eso y le hizo caso al instinto. De todos modos no había nada decidido y ella siquiera sabía si debía continuar adelante con lo que tenía con él. Suspiró y volvió a la cocina con sus padres