Karina es una chica como cualquier otra y Todos los días se repite a si misma:
todas las personas en el mundo tiene un sueño incluso si es muy difícil siempre tienen éxito.
Todos tenemos problemas pero tenemos que seguir adelante, y tener fe.
A quien quiero engañar el mundo es una porquería las historias de Cenicienta y el príncipe azul nunca son verdaderas.
Pero hay algo en lo que si creo y esto es el trabajo duro siempre tiene recompensas.
Edward James es un actor americano que apesar de tener mucho éxito nunca ha Sido feliz con su fama.
Toda la gente que se acerca a el lo hace solo por interés nadie está a porque de verdad lo quieran, eso es lo que el piensa.
Los caminos de ambos se cruzan cuando el la hace pasar por su prometida frente a su ex novia.
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capítulo 15
...Michael....
Cuando esa chica dijo que soy un idiota, grosero, y maleducado tuve una sensación extraña, se que soy todo eso pero nadie se atreve a decirlo, al menos no en mi cara y menos con ese tono.
Por un momento me dejó callado pero no iba a permitir que ella ganará.
Después de que se fuera con Liam me sentí muy mal, sabía que ella tenía razón, yo fui el que no se fijó y la lastime sin querer. Pero no iba a disculparme eso no va con mi personalidad.
Después en clases ví que su mano estaba vendada y ella no tomaba ni un solo apunte.
Tome apuntes cosa que nunca hago, se los daré al final de la clase.
Es una forma de decirle que lo siento, pero esas palabras no van a salí de mi boca.
...Karina....
No entiendo que quiere esté idiota. Ya suficiente hizo con su gracia de lastimar mi mano.
— ¿Qué quieres.? Pregunté molesta.
— Toma. — Me pasó un cuaderno.
— ¿Porqué le das esto a una mujer como yo?
— Sólo tómalo y no preguntes.
Al ver que no lo aceptaba tomó la mano que no estaba lesionada y puso el cuaderno sobre ella.
— Tómalo. No tienes que agradecer.
— ¿Porqué debería.? — Levanté la mano lesionada. — Ésto es tu culpa. — Salí del salón y fuí con el amable chófer que Edward me contrató. Llegué a casa y Edward me llamó al comedor.
— ¿Qué le paso a tu mano.? — Preguntó al verla.
— Moví un mueble y algo pesado cayó sobre ella, pero no te preocupes solo es una pequeña lesión.
— Siéntate. En un momento sirven la cena.
— Gracias. — Me senté y unos minutos después la cena llegó. No podía usar bien los tenedores. Eso me resultaba incómodo. Edward lo notó y me cortó la cena en trocitos. — Gracias. — Aunque no me ama es un esposo muy lindo.
— De nada.
Al terminar de cenar saqué mi computadora y me quedé en el comedor haciendo tarea. No era mucha pero con la mano así no podía avanzar rápido.
Ya llevaba 1 hora sentada y me seguía faltando.
— Es muy tarde. ¿Porqué sigues despierta?
— Todavía no terminó esto.
Edward se sentó a mi lado. Observó detenidamente.
— Sólo necesitas escribir tus apuntes y pegar las imágenes porque tardas tanto.
— Sí mi mano estubiera normal habría terminado esto en 20 minutos.
— Te ayudaré. — Jaló la laptop los apuntes y termino lo que me faltaba.
— Ahora vete a dormir
— Gracias por ayudarme. — Sí me dieran un dólar por cada vez que le doy las gracias sería más rica que el.
— Ésto fue muy fácil pero debes saber que no se mucho sobre lo que estudias así que en el futuro tal vez ya no pueda ayudarte.
— Está bien no te preocupes, en el futuro no dejaré caer muebles en mi mano.
— Eso esperó.
Ambos nos fuimos a dormir.
Días después en la cafetería Michael, Liam y Noah se encuentran platicando
— ¿Te gusta tanto como para pedirle que sea tu novia.? — Pregunta Michael sorprendido.
— Ella es hermosa, inteligente, dulce, graciosa no había conocido a una mujer que me gustará tanto. — Comenta Liam muy entusiasmado.
— ¿Y si te gusta tanto porque no la has invitado.? — Pregunta Noah.
— ¿No es ovio.? Tengo miedo de que me rechace. — Dice Liam.
— No seas ridículo, ¿de verdad dudas que te acepte?, hasta ahora nadie nos ha rechazado.— comenta Michael con tono prepotente.
— Hoy la invitaré a salir.
— Estoy seguro de que no lo pensará dos veces para darte el si. — Michael siente mucha seguridad.
— Eso esperó.
...Horas más tarde....
— Hola. — Saluda Liam a Karina.
— Hola Liam.
— ¿Podemos cenar hoy?
— Lo siento pero tengo que estar en mi casa antes de las 6 y no salgo después de esa hora.
— Vaya, tus papás si que te protegen.
¿Debería decirle que soy huérfana? No, no tiene caso. Piensa Karina.
— Bueno es ese caso, ¿porqué no vamos a comer ahora?
— Si, está bien.
Salimos de la universidad.
— ¿A dónde la llevó señorita.? — Preguntó mi chófer.
— Ella se va conmigo y no la esperes yo la llevaré cuando terminemos puedes irte. — Respondió Liam con tono prepotente. No me gustó su actitud.
— Adolfo por favor sigue el auto de Liam regresaré a casa contigo.
— Cómo diga señorita.
Liam me llevo a un restaurante muy lujoso, había una larga fila pero cuando lo vieron lo hicieron pasar rápidamente.
Adolfo me espero afuera.