Un Hombre Más Viejo

Rafael

Vuelvo a casa y empiezo a beber, recuerdo lo idiota que he sido, lo mucho que me dolió ver a mi prometida con mi amigo. Quería matarlos a los dos, pero por muy idiota que sea, no soy así.

Gael tiene razón. Descuento a los que nunca me han hecho nada, lastimar a la gente, esa chica no me ha hecho nada, ella es hermosa, ella sólo está tratando de sobrevivir y yo siempre estoy echando a perder todo.

Bebí hasta el amanecer. Casi no llego a mi habitación para quitarme la ropa. El baño no se produce, todo da vueltas. Caigo en la cama y no puedo ver nada.

Me despierto con el sol en la cara. Miro la hora y son las 10 de la mañana. Maldita sea, tengo una reunión a las 10.50. Empiezan las prisas, ducha, café, ropa, dientes... Corro a la oficina. Cuando llego encuentro la mesa de reuniones organizada, las agendas sobre la mesa y todo bajo control. Mis gafas oscuras ocultan mi estado....

Mary

Llegó super tarde. Llegó oliendo a alcohol. Cogí mis Halls negros y se los di.

Rafael

No, gracias.

Mary

¡Debería! Ayudará a disimular el olor a alcohol y le dará más credibilidad.

Rafael

¿Qué sabes de la credibilidad de las chicas?

Mary

si quieres, ni siquiera debería habértelo ofrecido...

ella le dio la espalda y él gritó... Vale, me lo llevo... gracias, supongo.

Entraron en la sala de reuniones y María hizo su trabajo. La reunión terminó, todos se fueron, Rafael se quedó, la resaca le estaba matando.

Mary también se fue, y él se tumbó en la silla disfrutando del silencio.... Al cabo de un rato ella le despierta, y sobre la mesa hay medicinas para el mareo, un dolor de cabeza y agua mineral fría. Ella se marcha y vuelve a salir.

Rafael se sorprendió, pero agradeció mentalmente la medicación. Se los tomó y permaneció en la sala de reuniones durante otra hora.

Pasó a su lado y ella no sonrió, no parecía esperar un gracias.

¿Por qué lo has hecho?", preguntó sin rodeos.

Mary

No te preocupes, no quiero ocuparme de tu vida ni de ti, pero soy tu ayudante aquí, ayudarte es mi deber, eso no fue gran cosa, es sólo el día que te ayudé en la discoteca.

Rafael

No sabía qué decirle, ¿estaba enfadada? No lo sé. No lo sé, no lo sé.

Entré en el salón y el resto del día fue paz. Mary no me habló y yo no le hablé. Salí y ella ya se había ido. Cuando miré a la parada del autobús ella estaba hablando con un hombre, sonriendo y bromeando. Pasé de largo mirando y cuando me vio se le borró la sonrisa AHORA SOY UN SHOW OFF, tampoco me importa, hoy me voy a casa y voy a correr por la calle de mi piso, hace tiempo que no lo hago.

Mary

Estoy en casa, recibo una llamada de Bia

Bia

Hola amigo, ¡ven a cenar con nosotros esta noche!

El conductor le recogerá en una hora.

Mary

No, Bia, creo que mejor me quedo en casa.

Bia

Recuerdas que es el cumpleaños de papá, ¿no?

Mary

Dios mío, se me olvidaba, llevas todo el día hablando conmigo y no me lo habías dicho.

Bia

te inventarías una excusa para no venir. Y te quiero aquí, papá está entusiasmado.

Mary

Por favor, sácame de esto. Quiero a tu padre, pero mejor no. Además, tu tío estará allí. Y hemos estado distanciados.

Bia

Y qué, aquí no es tu jefe.

Prepárate, es sólo una cena, sólo estarán la hermana de mamá y una de sus amigas.

Mary

Sabes que no soy como tú.

Bia

haa tienes tres cabezas... Vamos Mary, te estoy esperando.

Rafael

Vale, hermanito, me voy, ¿quieres unas buenas copas?

Dilan

Rafael, no voy a pelearme contigo en mi cumpleaños, sobre todo porque la hermana de mi maravillosa esposa va a traer a una amiga para que la conozcas, y tú también podrías traer a Gael.

Rafael

¿Me estás tomando el pelo Dilan? ¿Te estás burlando de mí?

Si quisiera una mujer, la tendría. Dile a tu cupido que guarde sus flechitas.

Dilan

Nadie te obliga, ven a cenar, cuando te conozca no te querrá a ti y a Rafael, joder. Y no llegues tarde.

Rafael

Me colgó. Ja, ja, tú... Tu....