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El Chico De Las Gafas

El Chico De Las Gafas

Status: En proceso
Genre:Escuela / Yaoi / Completas / Amantes pendencieros / Posesivo / Colegial dulce amor / Yandere
Popularitas:4.4k
Nilai: 5
nombre de autor: valeria isabel leguizamon

Adrian es un joven que sufre de acoso escolar, cansado del maltrato y desprecio de sus compañeros por casualidad encuentra un brujo que le hace un hechizo a sus gafas haciendo que todo aquel que lo vea a los ojos con las gafas puestas se enamore perdidamente de él, un día se topa con el matón de la escuela y él se confiesa ante el pero, ¿será por el hechizo de las gafas o algo más?

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capitulo 10

—¡está fría!—dijo Adrián,

—vamos te voy a cargar en mi espalda—el se agacha,

Adrián se sube a su espalda muy feliz,

—esto es muy divertido—dijo Adrián,

—no te muevas mucho o te vas a caer—lo sujeta con fuerza,

—no te vayas—ella fue tras zero,

—tengo que llevarlo a casa—el se dio vuelta y se fue con Adrián en su espalda,

Ella volvió enojada al restaurante,

—que puto fastidió—se sentó enojada,

—¿que te sucede?—le pregunto,

—¿no viste?, el se fue con ese niño y nos dejó—respondió ella,

—¿y que tiene?—pregunto el chico,

—esta celosa—dijo otro burlándose,

—¿yo?, jamás—respondió ella,

Mientras tanto zero llega a la casa con Adrián en su espalda,

—lo siento—el se pone a llorar,

—deja de disculparte, no hiciste nada malo—respondio,

—tuvimos que irnos por mí culpa—sigue sollozando,

—no importa, de todas formas solo acepte por cortesía—el le comienza a quitar la camiseta a Adrián,

—¡que haces!—se sonroja y altera,

—te ayudo a cambiarte, tienes la ropa mojada—respondio el,

—no intentes nada raro—el voltea la mirada sonrojado,

 zero solo sonríe,

—no voy a dejar que vuelvas a beber—dijo mientras le quita la camiseta,

  ¿porque me trata como a un niño?, soy un adulto ya, pensó Adrián,

—¿que quieres decir?—empiezo a sollozar nuevamente,

—nada—el va por una camiseta,

—¿ya no me quieres?—pregunto Adrián,

—¿de que hablas?—pregunto zero,

—¡ya no me quieres!—rompe en llanto,

—oye mírame—lo abraza,

—nunca voy a dejar de quererte—el le pone la camiseta a Adrián,

Adrián huele la camiseta y le sonríe a zero,

—eres adorable—el acaricia su cabello,

—duerme conmigo por favor—insistió Adrián,

—bien— el se recuesta,

Adrián se acuesta y abraza muy fuerte a zero quedándose dormido,

el lo mira y lo besa en la frente para quedarse dormido también,

a la mañana siguiente,

—¡me duele la cabeza!—se despierta,

¿qué demonios hago durmiendo abrazado con él?,

—buenos días—zero se despierta y intenta acariciar la mejilla de Adrián,

—¡lo siento!—se aleja y no deja que lo toque,

¡su cuerpo es demasiado sexy!, dormí tan cómodo a su lado, no puedo acostumbrarme a esto, no puedo no debo,

—voy a traerte algo para el dolor de cabeza—se levanta,

Adrián se siente un poco culpable por evitar a zero, pero no quiere enamorase de él,

por otro lado, zero no reclamo, se siente herido pero no quiere presionar a Adrián,

—aquí tiene un Antiácidos y para el dolor de cabeza,—le da el vaso con agua,

—muchas gracias–respondió sujetando su cabeza,

—ven a desayunar—van a la cocina,

¡como no voy a enamorarme cuando cocina tan rico!, me lo esta haciendo muy difícil, nunca más voy a volver a comer tan rico, eso me hace poner muy triste,

—¿en que piensas tanto?—pregunto zero,

—en que deberías enseñarme a cocinar—respondió mientras disfruta de un bocado,

—prometo que te enseñaré—respondió él,

mientras comen golpean la puerta,

—¿esperabas a alguien?—pregunto Adrián,

—no—el se levanta y abre la puerta,

—¡buenos días!—grita,—se asoma y ve a Adrián,

—¿que heces en la casa de zero?—pregunto ella,

—¿a que viniste?—pregunto zero,

—como anoche te fuiste , traje el desayuno pero veo que ya estas en eso—respondió ella,

ella mira feo a Adrián,

en ese momento el celular de zero comenzó a sonar en la habitación,

—ahora vuelvo—se fue para hablar por teléfono,

ella aprovecha la ausencia de zero,

—¿dormiste aquí?—pregunto ella,

—emmm... si—respondío Adrián,

—ya deberías irte, ¿no crees?—insistió ella,

—me iré cuando Jax me lo pida—respondió Adrián,

—¡no lo llames por su nombre!, no eres tan cercano—dijo ella enojada,

—¿y tú que sabes que tan cercanos somos?—respondió Adrián,

—aléjate de él, solo causaras problemas—le habrío la puerta para que se vaya,

—no voy a irme—golpea la mesa con las dos manos,

—no tienes idea de lo mucho que sufrió zero, ¿sabes lo que pasara si su padres se enteraran?—insistió ella,

—además no conoces muchos lados de zero—siguió insistiendo,

—yo conozco todo de el—dijo Adrián,

—¿así?, ¿entonces sabias que trabaja en peleas ilegale?—pregunto ella,

Adrián se quedó sorprendido ya que realmente no sabía sobre eso y nisiquiera escucho algo al respecto, esto lastimo mucho Adrián porque significaba que zero no confía en el del todo,

—como lo imaginaba, vete antes de que vuelva y no lo vuelvas a buscar no eres bienvenido—dijo ella,

Adrián con el corazón destrozado se fue antes de que zero termine de hablar por celular,

ella estaba muy feliz de que Adrián se haya ido tan triste,

—¿en donde esta Adrián?—pregunto cuando volvió,

—no se, se fue muy deprisa—respondió ella,

—¿por que?—pregunto él y salió corriendo detrás de él,

corre desesperado y logra alcanzarlo,

—¡oye espera!—lo sujeta del brazo,

—¿porque estas llorando que paso?—pregunto confundido,

—no es nada, estoy bien, era hora de que ya me fuera—respondió Adrián,

—¿pero porque te vas así?, por favor dime—el le seca las lágrimas,

—no sucedió nada—insistió Adrián,

—no te creo, por favor vuelve o me voy a preocupar—lo sujeta de la mano,

—no, ya fui demasiada molestia, no te preocupes voy a ir a la casa de mi novio—el soltó su mano y se fue,

mientras zero miraba con dolor como se alejaba de él, quería correr detrás de él y pedirle que nunca lo deje, pero una vez más no quería asfixiarlo, así que por ese momento decidío no ir tras él,

el volvió furioso a la casa,

—ahora que volviste desayuna conmigo—dijo con una sonrisa,

—¿que demonios le dijiste?—la sujeta del cuello,

—¡no se de que hablas!—respondió ella asustada,

—te conozco bien maldita perra—le apretó el cuello con mucha fuerza,

—¡no dije nada suéltame o llamaré a mi hermano!—grito ella,

—no vuelvas a meterte con el o veras quien soy,

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Yendi Jaramillo Avila
Excelente
Mey
Muy malo
Mey
Malo
Ana Chaves
Excelente
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