NovelToon NovelToon
Bajo La Luz De La Luna

Bajo La Luz De La Luna

Status: En proceso
Genre:Yaoi / Vampiro / Amor en la guerra / Fantasía épica / Mundo mágico / Polos opuestos enfrentados
Popularitas:769
Nilai: 5
nombre de autor: Gaelth

"El amor, al enfrentar la tragedia, no se desvanece: sangra, sí, pero también florece. Porque en su dolor más hondo descubre su fuerza, y en medio del caos se convierte en guía. Solo cuando el corazón se quiebra, el alma entiende que amar no es solo sentir, sino resistir, transformar y dar sentido incluso al sufrimiento."

NovelToon tiene autorización de Gaelth para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Sombras de la Corona

Estaba la reina sentada junto a sus hijos, Caleth y Janeth, bebiendo té mientras el príncipe se acercaba. Su rostro hermoso y su cabello marrón se movían con el viento. Vestía un atuendo gris, un broche azul y una capa blanca atada a su hombro derecho. Aedus se inclinó ante la reina.

—Ya regresé, su majestad.

La reina asintió mientras tomaba té.

—¿Cómo te fue, Aedus? ¿Los demonios fueron derrotados?

—Así es. Todos los demonios fueron derrotados gracias al apoyo de los soldados.

La princesa Janeth sonrió mientras dirigía su palabra a Aedus.

—Y a ti, que eras el líder. Hermano, me alegra que hayas regresado. Papá estaba preocupado, y nosotros también. Esta es tu cuarta hazaña; serás un gran rey.

—Gracias, agradezco a todos. También aprecio que consideres que seré un gran rey.

Caleth colocó sus manos juntas mientras miraba fijamente a Aedus.

—¿Gran rey? Querido hermano, concuerdo con lo que dice Janeth, pero en lo último, considero que falta madurez para convertirte en un rey honorable, capaz de gobernar.

—Entiendo lo que dices... —Aedus no tomó a mal lo que dijo Caleth y solo sonrió.

Todos conversaban, y la pasaban bien. Pero Caleth era el único que no podía sentirse conectado con la conversación. Se sentía excluido y algo callado, solo en la mesa, mientras se ahogaba en sus pensamientos. Parecía como si estuviera enojado. Aedus se dio cuenta y decidió levantarse, mientras Céline, Janeth y Caleth lo miraban sin entender.

—Bueno, debo retirarme. Tengo asuntos que resolver. Hasta luego, que pasen un lindo día.

Los demás quedaron desconcertados, siendo Caleth el más desconcertado, pero no hizo nada; se quedó sentado junto a su madre y hermana. Observó cómo Aedus se alejaba mientras pensaba: "Hermano..."

Por otro lado...

Casa de Montt.

Los caballeros se bañaban en las aguas termales mientras bebían alcohol y conversaban, hasta que llegó un chico a dejarles ropa. Lo tenían como sirviente.

En una de sus conversaciones, sacaron un tema sobre el rey Cádiz y su vida personal, que pocos sabían.

—El rey es alguien reservado. No habla sobre nada relacionado con su vida ni se lo cuenta a los allegados. Desde los 200 años que reina, nadie sabe si se casó o tuvo hijos antes de ser rey. Es alguien misterioso que apareció de la nada con un ejército de fantasmas. Dicen que fue un genocida que acabó con toda una civilización extranjera y fue el causante de transfigurar a trescientos soldados él solo. ¿No se han preguntado sobre el rey Cádiz y qué trama con el ejército que está creando?

—Es mejor mantener la boca cerrada y no preguntar nada. Si quieres conservar tu vida, cállate y guarda esas palabras. El rey Cádiz es nuestro rey, y debemos servirle con honores.

—Bueno, solo digo, es que me parece extraño que nadie sepa nada de su origen y qué planes tiene.

De pronto, apareció Cádiz en bata, mirando fríamente a los caballeros, quienes sintieron miedo y guardaron silencio. Cádiz los ignoró y entró a las aguas termales. Su cuerpo pálido y esbelto era hermoso, sus ojos rojos y afilados no mostraban emoción. Se adentró en el otro lado de las aguas termales, junto al niño de antes. Una carpa dividía a los caballeros de ellos.

El niño estaba felizmente bañándose en las aguas termales. Tímidamente se sumergió, dejando su rostro a flote. El chico estaba tan feliz como si fuera la primera vez que se bañaba en esas aguas. Cádiz se dio cuenta de que estaba sonriendo sin respirar.

—¿Oye, mocoso, qué enfermedad tiene tu madre?

El chico se sobresaltó mientras sacaba su cabeza del agua. Al oír la pregunta sobre su madre, sintió melancolía.

—Ella sufre de una malformación en su pie izquierdo, lo que le impide trabajar. En estos tiempos es difícil conseguir alimentos y medicinas... Como hijo mayor, tomé la responsabilidad de sustentar a mi familia. Aunque eso significó robar...

—¿Y tu padre? —preguntó Cádiz.

El chico no contestó y evitó la pregunta. Cádiz se dio cuenta y no insistió sobre su padre.

—¿Cómo te llamas?

El chico giró la cabeza y miró a Cádiz.

—Me llamo... Lucke.

Cádiz quedó callado. No dijo nada más. Miró al horizonte y, después de unos minutos, salió de las aguas cubriéndose con una toalla. El chico solo alcanzó a ver unas cicatrices y la marca en su hombro, quedando embobado y sorprendido por el cuerpo y las cicatrices de Cádiz.

---

Después de 18 días.

Estaba Bornan con Cádiz, hablando sobre unos asuntos. Rowena también se unió y los tres entablaron una conversación. Esta conversación trataba sobre lo que había pasado en la mazmorras días atrás.

—Bueno, tienes razón, Kyler no fue quien escribió la carta. Alguien está detrás de esto. Hay dos caballeros investigando de dónde se mandó la carta. ¿Dime, Bornan, qué encontraste en el relicario?

—Mi señor, investigué bien el material del relicario y llegué hasta un pueblo cerca de Wizardia. El material no es mágico, pero sí contiene residuos de mitamina. La forma ovalada y semicircular del centro tiene un espiral hecho de oro, y la piedra azul es zafiro. También encontré una gota de sangre detrás de este. No sabemos con exactitud si la sangre es de un humano, ya que su color oscuro hace sospechar que podría ser sangre de un demonio.

—¿Wizardia? Rowena, tú y Bornan irán conmigo a investigar qué pasa. Mikhail se quedará con el castillo. Nos iremos dentro de dos días.

Bornan y Rowena — ¡Sí, mi señor!

(Mitamina: Hierba/planta que se usa para la elaboración de ácido para limpiar las espadas ensangrentadas.)

"Sabía que la carta no la había enviado Kyler. Solo seguí las instrucciones porque me dio la gana; una aventura es más divertida si huele a peligro."

Rowena estaba pensativa mientras Bornan se dio cuenta y le tocó el hombro. Ella se relajó. Bornan tomó unos papeles que estaban en la mesa, mientras su cabello lacio caía sobre sus ojos celestes brillantes.

—Su majestad, mañana llega el señorito Lecai.

—Tengan todo listo para mañana. Quiero que los chicos le den la bienvenida.

Rowena y Bornan se inclinaron en señal de respeto, mientras Cádiz se levantaba, dispuesto a irse, sin antes decir:

—Quiero que los concubines vayan a mi habitación. —Lo dijo como una orden.

Rowena y Bornan — Sí, señor.

Cádiz dio la vuelta, regresó a su habitación y caminó por los pasillos. Sentía una extraña sensación, como si alguien lo estuviera observando. Siguió caminando hasta que se detuvo, mirando a su alrededor. Se dio cuenta de que no había nadie, pero aún desconfiaba. Su corazón se aceleraba, le dolía el pecho y sus piernas temblaban, pero siguió caminando hasta que cayó de rodillas. Su respiración era fuerte, casi no podía respirar. Una sombra se posó sobre su rostro, y esta sombra tomó su físico, como si estuviera frente a un espejo. Cádiz quedó inmóvil, viendo cómo la sombra se burlaba de él.

—¡Hahahaha! Mírate, me das lástima verte de rodillas. ¿Dónde está tu orgullo? Así lo perdiste por un simple humano. ¿Qué pasó con la arrogancia de no caer ante los alfas? Mírate, fuiste violado por uno. Das lástima.

De repente, la sombra desapareció. Cádiz, desconcertado, sabía que lo que había dicho era cierto. Se levantó mareado, mientras su mente procesaba todo lo que le había dicho aquella misteriosa sombra.

"Tiene razón. Mi orgullo quedó por los suelos. Dejé que un humano me violara sin hacer nada. Me siento como una mierda. Soy tan patético..."

Cádiz se levantó rápidamente, caminado hacia su habitación para que nadie lo viera en ese estado. Entró rápidamente y cerró la puerta detrás de él. Se sentía tan sucio, con la cabeza agachada. Después de unos segundos, volvió a la realidad.

Se lavó y limpió mientras estaba en bata, esperando sombriamente a que los concubines llegaran. Estos entraron por la puerta: cinco personas vestidas con batas blancas, solo uno llevaba el rostro cubierto. Cádiz los miró fríamente. Los cinco se acercaron y se hicieron alrededor de él. Los concubines subieron a la cama y comenzaron a tocar el cuerpo de Cádiz, mientras este se dejaba tocar. Sin embargo, había algo que no le gustaba: el olor de las feromonas de ellos le provocaba rechazo. Su cuerpo estaba rechazando a los concubines. Siguió dejándolos hacer lo suyo hasta que vio a uno con algo extraño, lo que despertó su sospecha.

—¿Por qué te cubres? Quítate eso.

El concubino no dijo nada, permaneció callado. Cádiz perdió la paciencia, agarró la manta que cubría su cara y se la quitó. El concubino se asustó. Cádiz quedó boquiabierto al ver el rostro de la concubina y se alejó de ella.

Los demás concubines quedaron en silencio, mientras Cádiz se enojaba y le hablaba fuertemente a la chica.

—¿Qué diablos hace una mocosa como tú aquí? ¿Cómo entraste y qué haces aquí?

La chica estaba asustada, y los demás concubines permanecieron quietos y en silencio.

—Su majestad, perdóneme, pero unos sirvientes me vistieron y me trajeron.

—¡Largo! —rugió ferozmente, mientras la chica se asustaba por el comportamiento del rey.

—No espere, quiero hablar con usted sobre algo...

Cádiz se levantó y mandó llamar a los guardias y a un mayordomo. Estos entraron y se llevaron a la chica, quien gritaba pidiendo ayuda al rey, pero él la ignoró. Los guardias se la llevaron. Cádiz suspiró fuertemente, mientras los demás concubines se le acercaron.

Cádiz los ignoró y pidió que salieran. Ellos hicieron caso y sin renegar se fueron, dejando a Cádiz solo en su habitación. Mientras tocaba su cabello, estaba enojado, pero trató de calmarse, se sentó en un sillón color vino.

---

Por otro lado...

El príncipe Aedus estaba en una junta con el rey y los demás nobles. Él se encontraba disociado mientras "prestaba" atención a lo que decían los demás. Conversaban sobre política, cultura, economía y sobre el problema que estaba llevando a Valaquia y al mundo entero a causa de los demonios.

El príncipe trataba de prestar atención, pero se disociaba. Lander se dio cuenta de esto y solo lo observó, sabiendo por qué su primo Aedus estaba así. "¿Tanto le gusta?... Aedus, Aedus, no sera fácil conquistar a ese frío corazón... prepárate."

Después de unas horas, la reunión terminó. Aedus se despidió de los nobles junto a su padre y ambos entablaron una conversación.

—¿Aedus, qué te pasa? Estos días estás actuando extraño. No comes, sueles tener mareos. El doctor vendrá a verte. Que estés vomitando no es bueno. Tu salud es lo primero. —El rey se acercó preocupado.

—Sí, lo sé, gracias, padre —asintió, fingiendo estar bien, pero en el fondo su corazón latía fuertemente, como si quisiera decirle algo o si algo malo estuviera por pasar.

"Cuando como comida dulce me provoca náuseas, y la comida picante me ha estado gustando. Últimamente me agrada el paladar, comer mis comidas con chile... ¿serán los cambios en mi cuerpo por mi primer Rut?... Bueno, quién sabe."

Aedus se dio cuenta de algo. El rostro del rey había cambiado. Se dio cuenta de que el rey no creía en lo que dijo, pero trató de fingir.

—¿Papá, qué pasa?

—Si estás bien, yo también lo estoy. Me retiro, cuídate.

Aedus despidió a su padre mientras este se iba. Aedus quedó confundido, pero no había nada más que hacer.

—Adiós, papá.

El rey Gilh se fue, y Aedus hizo lo mismo. Luego, el mayordomo se acercó a Aedus para comunicarle un mensaje de Lander.

—Joven príncipe —el mayordomo se acercó.

—¿Señor Braunsch?

—Joven príncipe, su primo, el duque Lander, solicita su presencia. Quiere verlo en la terraza.

—Está bien —dijo Aedus, confundido, pero decidió ir.

Aedus caminó por los pasillos del castillo y, a lo lejos, vio a tres jóvenes de la nobleza. Intentó tomar otro camino, pero las chicas y un chico se acercaron rápidamente, bloqueando su paso.

—Hola, príncipe. Hoy luces hermoso. Ese conjunto rojo te favorece mucho, resalta tu cabello y tus ojos —dijo una de las chicas.

—Eh, bueno, gracias, señorita Dana —respondió Aedus, incómodo, sonriendo.

—Nuestro padre nos dijo que aún no has conseguido pareja. Como ves, mi hermano y yo estamos solteros para cualquier disponibilidad —sonrió otra de las chicas.

—Mi tía nos dijo lo mismo, nosotras podemos ser tu pareja si así lo decide el nuevo rey —añadió otra.

—Todos somos omegas —dijo el chico.

"Es cierto, todos son omegas nobles, pero ninguno me llama la atención."

—Bueno... Verán, lo siento, pero ya tengo a alguien más. Mis ojos están en esa persona —dijo Aedus.

Los chicos se sorprendieron por lo que Aedus dijo, pero decidieron mantener la calma.

—Somos omegas de sangre aristócrata. Podemos asegurarte un heredero, uno digno de poseer magia y habilidades destacadas.

—Les agradezco todo, pero ya tengo a alguien, y será esa persona quien me dé mi heredero... Lo siento...

—Pero...

De pronto, apareció Lander por detrás de los jóvenes. Con tono serio, les habló.

—Ya, señoritas, sus padres las buscan. Váyanse y dejen de ser molestos.

Los jóvenes se inclinaron y se fueron rápidamente. Aedus sintió alivio.

—Gracias, se estaban volviendo molestos.

—De nada, primito. ¿Cómo estás?

—Bien... algo abrumado...

Aedus y Lander se dirigieron hacia la terraza, mientras caminaban y hablaban de asuntos personales.

CONTINUARÁ

1
Apollogurl_01
Por favor, actualiza pronto, no puedo soportar la espera. 😩
Maby: Muy pronto
Espera un poco /Smile/
total 1 replies
Delwyn
Esta buena para pasar el rato
Maby: muchas gracias.
prometo que será mejor
/Smile/
total 1 replies
Yaky De la rosa
👏Continúa, es maravilla.
Maby: muchas gracias por el apoyo, ya les estaré publicando el resto de capítulos
total 1 replies
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play