Paraíso

Capítulo 14

Dos meses después Lina volvía a casa de la universidad, su padre estaba firmando los papeles de la venta final de su local y la casa en Medina. En la nota Abdul le platicaba las novedades, incluido el matrimonio de Amir con Iris, se lo informaba por si quería hacérselo saber a su hija.

—¿Que te tiene tan pensativo padre?—

—Es que por fin ya depositó Abdul el dinero que me hacía falta recuperar, y me envió los documentos para certificar que todo lo que era mío, ahora le pertenece.—

—Perdóname papá, todo esto es mi culpa. Por no obedecerte.—

—No, no es culpa de nadie. Cuando el mal existe, siempre va a buscar arruinar las cosas buenas. No debí confiar, y abrirle las puertas de mi hogar al enemigo que se disfrazaba de amigo.—

—De todas maneras, no puedo dejar de sentirme culpable, yo manche tu apellido padre.—

—Tu no manchaste nada, somos seres humanos y cometemos errores, aunque hay errores que pagamos a un precio muy alto. Lina necesito decirte algo sobre Amir.—

—No, no papá. No quiero saber.—

—Está bien, no te lo diré. No quiero que sufras.—

—¿Eso quiere decir que algo le sucedió?—

—Algo bueno, y que estaba en su destino. ¿Quieres saberlo ahora?—

—Si papá.—

—Amir se casa este viernes con Iris la hija de Hakim, lo siento mi vida. Maktub.—

—Alhamdulillah, sé que será muy feliz. Porque él es un buen hombre, además merece una mujer que no haya sido deshonrada y manchada como yo.—limpió sus lágrimas y le dio un beso a su padre.—Iré a bañarme porque mamá me acompañara con la doctora, aprovecharé para comprar los libros que me pidieron.—

—¿Haz pensado en el siguiente semestre mudarte al dormitorio de la universidad?—

—Si papá, después de mi alta me mudaré a la facultad para estar concentrada totalmente en mi carrera, sé que ustedes tendrán todo bajo control aquí en casa.—

—Entonces ve, se les va a hacer tarde.—

Lina subió a su habitación a darse un baño, mientras el agua corría por su rostro aprovechaba para que sus lágrimas también se fueran por el drenaje. Ahora su amado Amir sería el esposo de otra mujer, esperaba que fuera lo último que supiera de él.

Dos días después en la casa de los Rashid todo estaba listo para la boda de Amir e Iris, en su habitación Amir se observaba en el espejo, estaba listo para cumplir su palabra y obligación. El investigador que había contratado, seguía sin encontrar a Lina es como si se hubiera esfumado de la faz de la tierra.

—Pero mira que guapo te ves hijo, ¿en qué piensas?.—preguntó Rayza

—En la mujer que amo, si todo hubiera salido según lo planeado. Tal vez estuviéramos esperando nuestro primer hijo, casados y viviendo en Turquía.—

—Aún estás a tiempo de romper tu compromiso, te lo he dicho ve personalmente y búscala.—

—El investigador no la ha encontrado, su última pista fue en Egipto. Si supiera dónde buscarla lo haría, pero dice el investigador que tal vez pidieron protección a algún gobierno de la Unión Europea. Y si en tantos meses ella no se ha intentado comunicar conmigo, es que realmente no quiere saber nada de mí. Iris no se merece este desplante, además de la convivencia va a nacer mi amor por ella. Lo verás mamá.—

—No siempre hijo, yo por ejemplo estoy cansada de vivir con tu padre. Pero está bien hijo, si ya lo decidiste te apoyo. Eres el novio más guapo de toda Medina.—

Más tarde todos estaban en la ceremonia, sin retraso alguno Amir se unía a Iris para formar una familia. Abdul había sido invitado, él era testigo de cómo Ibrahim se había salido con la suya.

—Me alegra que hayas venido.—lo saludaba Ibrahim

—No me perdería por nada tu triunfo, ahora si tienes el camino libre con Lina. Claro si es que la encuentras.—

—La encontraré, y también a Saalim para arrastrarlo hasta la plaza pública donde será ahorcado. Claro a menos de que Lina no acepte convertirse en mi esposa, esa mujer es mía.—

—Lamento darte una mala noticia, pero lo último que supe de ella. Es que había fallecido en Egipto por una infección, no sé qué le hayas hecho pero gracias a esas heridas. Ahora ella está en este momento gozando del paraíso de Allah.—

—Si, lo dudo. La encontraré y la traeré devuelta para convertirla en mi esposa, mi primera esposa.—

—Rayza es tu primera esposa.—

—Eso puede cambiar.—

Ibrahim estaba enfermo de deseo y pasión por Lina, a diferencia del investigador de su hijo. El que trabajaba para él sabía que su última pista se había perdido en España. Abdul no podía seguir escuchando tanta arrogancia de su parte.

—Algún día te voy a encontrar, y si es necesario te encerraré en una jaula de oro para que no vuelvas a huir, mi amada Lina.—pensaba Ibrahim

Pero en Londres Lina sabía que en ese momento su amado Amir ya se había casado, así que no podía evitar sentir tanta tristeza.

—Mi querido Amir, que seas muy feliz y bendecido. Inshalla.—decía Lina en voz alta mientras sus lágrimas rodaban por sus mejillas, no dejaba de pensar que el destino había sido cruel con ellos dos.

Más tarde en Medina al terminar la fiesta llegaba el momento para ellos más importante, la consumación del matrimonio. Era un ritual requerido, sobre todo festejar que la novia era virgen.

Amir estaba muy nervioso, sentía en todo momento que le era desleal e infiel a su amada Lina. Suplicaba perdón desde sus pensamiento hacia la mujer de su vida, por otro lado Iris estaba lista para cumplir la costumbre. Ambos vestían de blanco aunque Amir no había guardado su castidad, a ellos no les exigían conservarse. Iris estaba demasiado nerviosa. Ya que Amir era un completo desconocido, y ella no sabía lo que le esperaba. Sin pensarlo más Amir hizo el ritual, y logró consumar el matrimonio con Iris. Pero no pudo dejar de comparar a su amada Lina con Iris en todo momento, ni siquiera tenían el mismo aroma, eso logró hacer que Amir sintiera un enorme vacío.

Pero para Iris había sido distinto, ahora era la esposa y la mujer de Amir. Estaba feliz de haberse casado con el, sabía que le faltaba más noches que compartir a su lado. Iris tomó la toalla donde había quedado su virginidad, debía entregarla a la madre de Amir. Todos celebraban que la novia era virgen, Hakim e Ibrahim estrechaban sus manos. Habían hecho el negocio de sus vidas, ahora Amir era el yerno de Hakim.