Fénix

Capítulo 14

Después de cuidar a Dasha y esperar a que se quedara dormida, Zaid se la encargó a Marcela y salió para su mansión. Tenía explicaciones que darle a Marina, suponía que estaría furiosa con él, sobre todo no entendía la reacción de Zeus. Nunca se imaginó que fuera capaz de algo así, luego se arrepintió de haber tomado a la ligera esa decisión arrebatada sin hablarlo primero con el de frente.

Al llegar estaba Abdul esperándolo, pero Zaid ya no podía darle reversa a lo que había ordenado hacerle a Zeus. No sabía porque el ver a Dasha golpeada, lo había enojado tanto.

—Te estaba esperando, de frente te digo que no envié a Zeus a castigo. Creo en su inocencia ya que estuvo todo el tiempo conmigo. Además de mí, él ha sido un empleado leal hacia ti.—lo confronto Abdul

—Según Dasha el la empujó y por eso se golpeó, además trato de propasarse con ella. Ella no me miente nunca.—respondió Zaid

—Estuvo todo el día haciendo lo que le ordenaste, es verdad que tu nueva conquista no aceptó la pulsera. Pero Dasha estuvo contigo todo el tiempo, mientras Zeus iba a entregarle la pulsera a Marina. Aquí está la factura de la pulsera, ve la hora en que fue emitida. Es normal que Dasha esté celosa, sobre todo que quiera llamar tu atención. Debo confesar amigo que cuando estás con Dasha saca lo peor de ti, pero Marina en cambio saca la mejor versión. Aunque ella es un misterio, debo aceptar que es una mujer real, y si rechazo un regalo tan caro. Sin duda es otro tipo de mujer.—respondía Abdul como su amigo que era, mientras le daba un trago a su whisky

—Todas las mujeres que se acercan a mí, solo lo hacen por interés. Ella me costó un poco más de seducir, pero al final cedió. Si te soy honesto, sin afán de compararlas, Dasha es tierna y me satisface, más que todas las demás, también me siento comprometido con ella porque he sido el único hombre en su vida. Pero mi Marina es fuego puro, me consumo cuando estoy con ella, me hace perder la noción de todo. Incluso dormí con ella, sabes que no había dormido con otra mujer que no fuera mi esposa. Así de importante se ha vuelto.—le decía Zaid mientras también tomaba su trago

—Amigo es peligroso jugar con fuego, te puedes quemar.—dijo Abdul mientras terminaba su trago y se retiraba para dejarlo a solas

Al día siguiente después de la reunión con el líder de la mafia de Milán, Zaid decidió ir a hablar con Marina. Necesitaba hablar con ella sobre Dasha y saber si en verdad había estado en el departamento con ella, seguía mostrándose incrédulo. Un señor que salía del edificio lo dejó accesar, subieron, llamaron al timbre pero no había respuesta.

—¿Buscan a la mujer que vive ahí?.—preguntó una vecina de edad avanzada que salía de su departamento

—Si señora, ¿la ha visto?.—preguntó Zaid

—Si salió muy temprano con una maleta en su mano, yo venía de las clases de yoga cuando la vi abordar un taxi.—respondió la vecina de Cristin, Zaid no podía creerlo, se había marchado y sin darle una sola explicación.

—Le agradezco la información.—respondió Zaid, la señora siguió su camino y ellos también.

Estaba realmente confundido, solo preguntas rondaban sus pensamientos, ¿por que se había ido?¿A dónde había ido? Y la más importante ¿si volvería a verla?. La ansiedad se apoderó de él, tomó su celular y llamó a Abdul.

—Abdul necesito que encuentren a Marina, investiga ¿dónde está? Tráiganla hasta a mi. De inmediato!.—gritaba Zaid, estaba realmente desesperado por saber su paradero.

Pero Cristin había viajado a encontrarse con Arlet, tenían una oportunidad de descubrir los planes de Yassir Abad. Varias horas después llegaba a su destino.

—Bienvenida a Irán.—saludo Arlet

—En cuanto me llamaste vine de inmediato.—saludó Cristin

—Bien Cristin tenemos una oportunidad de infiltrarnos como mujeres del gobierno. Tal parece Yassir aceptara un cargo importante dentro del parlamento Iraní. Pero antes responde algo, ¿él te conoce físicamente?.—preguntó Arlet

—Supongo que si, sabía que lo estaba investigando y obviamente para el atentado debieron saber cómo era físicamente.—respondió Cristin

—Bien, usaremos el burka para que entres con nosotras a la asamblea, las mujeres tienen prohibido opinar así que será sencillo pasar desapercibidas.—decía Arlet

—¿Qué es burka?.—preguntó Cristin

—Es una vestimenta obligatoria en Irán para todas las mujeres, si no lo usan son encarceladas. Ya te imaginarás qué clase de patriarcado rige en este país.—respondió Arlet

—Creo que ya los había visto, sin embargo desconocía su nombre. Bien lo usaré, todo para saber que planea el asesino de mi familia.—decía Cristin, ahí estaba de nuevo esa mirada llena de odio y sed de justicia

Se prepararon para entrar al parlamento iraní, ambas estaban totalmente cubiertas. Llegaron hasta su contacto en el parlamento, era una mujer llamada Mayzza. Había sido aceptada dentro del gobierno gracias a su padre, era la primera mujer sin esposo que había estudiado en el extranjero dentro de su familia, y que ahora estaba de vuelta a su país.

—Salam Ealaykum.—saludo Mayzza

—Ealaykum Salam, ¿ya llegó?.—preguntó Arlet

—Si, pero adelante nos perderemos lo que planean.—decía Mayzza

Efectivamente eran más hombres que mujeres, desde lejos Cristin pudo reconocer al hombre que más odiaba en el mundo. Yassir se veía como un hombre respetable, pero Cristin sabía la basura que realmente era.

—Debes mantener la calma, no podemos echar a perder esta oportunidad. Tranquila.—le suplicaba Arlet

Subió al estrado Mayzza, que había sido convocada para hacer saber a todos los asistente que era necesario una elección más justa entre los asistentes, para sacar a su país de la violencia, el fanatismo y el fascismo. Sobre todo el dar libertad a las mujeres, y que tuvieran después de siglos una voz fuerte en las decisiones del país. También terminar los conflictos con otras naciones, sobre todo respetar la vida de niños y niñas.

—Ninguna mujer será tomada en cuenta jamás, ellas son el alma y corazón de nuestros hogares. Además es su deber servir a Allah desde su casa, cuidando de su esposo y de los hijos. Por eso, he decidió aceptar el cargo que me han ofrecido, para seguir defendiendo nuestra religión y costumbres, sobre todo aquel que atente contra ellas. Esas ideas novedosas son de nuestros enemigos en el occidente, mientras yo viva nada será cambiado. Y seguirá el conflicto, he de ser un mártir de Allah entregándome a defender su palabra.—refutaba Yassir

Todos los presentes le aplaudían, la mayoría de los presentes se escudaba del sagrado Corán para llevar acabo los delitos inimaginables en contra de sus seguidores y de otras naciones. Terminando la reunión, se reunieron en el hotel.

—Como pudieron ver Yassir se fortalece, investigue que su único hijo. Zaid Abad se convertirá en el líder de la mafia de Milán y su organización de antaño, sin duda los Abad y todo el terror que pueden llegar a sembrar ha comenzado.—decía Mayzza

—Sin duda ellos son una amenaza para la tranquilidad de varias naciones. Debemos informar a nuestros jefes para poder, tomar decisiones. Cristin te sugiero que vuelvas a Milán y me esperes, infórmale todo a Frank debemos buscar a ese supuesto hijo.—respondía Arlet

—Pero como es posible que tenga un hijo y nadie esté enterado, créanme que no dejaré de esforzarme hasta que acabe con Yassir. La justicia tarde o temprano, pero siempre llega.—dijo Cristin

Era un momento complicado, si los Abad se fortalecían aún más sería imposible llegar hasta Yassir, y más exigir la justicia que le había sido negado todo este tiempo a Cristin.