ASCENCIÓN EN CAÍDA

[Autor: Finalmente el volumen 1 está a un capítulo de terminar, si llegaste a este punto quiero darte las gracias por tomarte el tiempo de leer mi historia, sigue dando apoyo para continuar con la historia, que esto apenas está comenzando.]

Punto de vista de Jasper Beaomunt (Líder de Veneria):

Mis músculos se tensan bajo el peso de las miradas penetrantes y los murmullos críticos que parecen clavarse en mi piel.

Aproximadamente 100 personas se aprietan en esta pequeña cabaña, sus túnicas blancas cubriendo cada centímetro de sus cuerpos y máscaras de cuervo ocultando sus rostros, dándoles un aire de misterio inquietante.

Estoy sentado en un extremo de una pequeña mesa de madera desgastada, con un lugar vacío frente a mí. Las personas de túnica blanca me rodean, sus ojos brillando a través de las cuencas de sus máscaras mientras me observan y murmuran entre ellos.

Siento la ira y la confusión bullir en mi interior, preguntándome quiénes son estos bastardos y qué podrían querer de mí.

Hace dos días, una invitación misteriosa me había llevado a "Lago Azul", un hermoso parque en la ciudad de Mintaka.

Al llegar, tres hombres me habían tomado por sorpresa, drogándome y trayéndome a este sitio desconocido.

La indignación arde en mis venas al pensar en estos cobardes atacándome por la espalda.

Al despertar, había tratado de luchar y escapar, pero estas personas demostraron una fuerza increíble, superando incluso a mi antiguo maestro.

Ni siquiera en mis mejores años como soldado me había enfrentado a individuos con tal poderío físico. La frustración crece en mi pecho mientras me pregunto qué clase de entrenamiento podrían tener estos tipos.

Ahora, el sudor se acumula en mi frente y se desliza por mi espalda, empapando mi ropa.

Las únicas luces son las velas parpadeantes que proyectan sombras danzantes en las paredes de madera. No sé por qué fui traído aquí, pero un pensamiento sombrío me dice que no puede ser nada bueno.

Aaaaaa.... ¡AUUUUUU!"

De repente, un aullido primitivo y escalofriante rompe el silencio, proveniente de una de las figuras enmascaradas. Más voces se unen en un crescendo inquietante, los aullidos reverberando en la pequeña cabaña.

Mi corazón se acelera mientras me pregunto si esto podría ser algún tipo de ritual satánico.

Entonces, la puerta de la cabaña se abre estrepitosamente, y una figura distinta entra en la cabaña, su túnica negra contrastando con las demás.

Se acerca a mí con pasos medidos, sus guantes de cuero crujiendo y su máscara de cuervo, más realista que las otras, brillando a la luz de las velas.

Carga un maletín negro y sus pasos resuenan en medio de los aullidos.

No hay duda en mi mente, este es el líder.

La anticipación y la ira se mezclan en mi mente mientras espero para ver qué quiere este bastardo.

El hombre se sienta frente a mí, poniendo su maletín sobre la mesa con un suave golpe. A través de su máscara, siento sus ojos clavándose en los míos, escrutándome.

Con un simple gesto de su enguantada mano, los aullidos cesan, sumiendo la habitación en un silencio sepulcral.

Estás reuniones de sectas en lugares remotos, son muy típicas es Zyrionia...

Estos bastardos son Zyrianos.

Tras unos momentos de tenso silencio, el líder comienza a hablar, su voz grave y medida.

"Jasper Beaomunt... Ex soldado de la primera guerra, actual líder del país de Veneria. Un país que es potencia mundial, que empujó las fuerzas Zyrianas a su continente durante la primera guerra, ¿Estoy en lo correcto?" Su tono es casual, casi conversacional, pero puedo detectar un filo oculto.

"¿Quién demonios eres? ¿Quiénes son todos ustedes y por qué me tienen aquí?" Exijo saber, mi voz firme a pesar de la tensión acumulándose en cada fibra de mi ser.

El hombre ladea la cabeza, estudiándome con una intensidad inquietante. "Muy fácil, señor Beaomunt..." comienza, su tono tranquilo y casi condescendiente.

"Sobre quiénes somos, me temo que no puedo revelar esa información. Sobre el motivo de su captura... discúlpeme, pero fue necesario. La verdad es que necesito discutir un asunto con usted." Sus manos se entrelazan frente a él, su postura relajada, como si esto fuera un simple negocio.

Tch.... Maldito bastardo.

"Lo hemos investigado por muchos años, a usted y a todos los líderes." Continúa, sacando una carpeta de su maletín, dentro de ella contiene fotografías tomadas desde lejos, las pone sobre la mesa.

Las miro y me tenso, un grito ahogado en mi boca. Son fotos tomadas de nuestras reuniones, las reuniones que deben ser secretas, pero están tomadas desde un escondite.

"¿Q-que demonios?" Observo con asombro y terror las fotografías borrosas de todos nosotros, los líderes de Celestia.

Él continuóa con una voz pesada.

"Sabemos sobre sus reuniones, sus actividades, el meteorito de Aheterium, los nuevos supersoldados." El hombre se inclina hacia adelante, su máscara casi tocando mi rostro.

"Lo sabemos todo," susurra tranquilamente.

Tch.... Malditos perros, ¿Cómo carajos se infiltraron en el palacio? ¿Cómo no notamos su presencia? Supongo indignado, mientras mi vista no se despega del hombre.

"¿Qué quieren? ¿El Aheterium? ¡Jajaja! No es posible... ya se ha utilizado todo en las investigaciones... No queda nada." Me burlo, la tensión del ambiente creciendo.

"Además, si lo conocen todo, saben que esos supersoldados son mucho más poderosos que su ejército... ¡Malditos Zyrianos desgraciados! No tienen puta vergüenza... Después de masacrar a toda nuestra gente.... Sus ataques reducen vidas y ciudades a cero…"

El hombre me interrumpe abruptamente. "No se confunda, señor Beaomunt... Nosotros no somos Zyrianos, somos más bien... Ciudadanos del mundo. No apoyamos a uno ni a otro bando."

¿Q-que?

"Pero, lo que sí apoyamos es la estabilidad de los humanos. Esta guerra, como usted mencionó, está llena de muertes y ruinas por donde sea, nuestro objetivo es encontrar la manera de frenar todos esos daños."

La incredulidad y la ira se mezclan en mi mente ante esta afirmación. ¿Frenar la guerra después de todo lo que hemos sufrido? Me parece pura mierda.

"¿Qué demonios dices, bastardo?" Demando, mi paciencia al límite.

El hombre golpea su dedo contra la mesa, observándome intensamente. "Como dije... Lo sabemos todo. Eso incluye también la bomba de Aheterium y su plan para lanzarla en Zyrionia y hacer un ataque masivo. Mientras los nuevos supersoldados recuperan los territorios perdidos."

El hombre se queda en silencio por un instante, luego, mueve su cabeza a ambos lados, un gesto de negación.

"Lamentablemente, esos planes no podrán completarse." Declara, su voz firme e inamovible.

Siento la furia crecer en mi interior. ¿Quién se cree que es este tipo para decidir eso después de todo lo que hemos sacrificado?

"¿Qué demonios dices? Bastardo... No tienes la maldita idea de todo lo que hemos sacrificado, todo lo que hemos sufrido... ¿Y ahora vienes a decirme que no se va a hacer nada? Vete a la mierda... Quienes sean, no tienen nada que ver en esto... Y aunque quisieran, no pueden porque los supersoldados han nacido, y lo evitarán." Grito, mi voz temblando de ira.

"¡No se adelante!" El líder alza la voz, y todos los de túnica blanca dan un paso al frente, amenazantes. Aprieto los dientes, conteniendo mis palabras.

"Esa bomba, usted sabe, no es normal. Un poder tan colosal sería capaz de provocar la muerte de millones de personas, solo con un ataque.

Por esto, solicité una reunión con usted, y con el señor Charles Benedictt... El líder de Eldoria."

La confusión se mezcla con mi ira. ¿Qué tiene que ver ese flacucho en todo esto?

"Maldita sea, ¿llamas a esto una invitación? ¿A él también lo secuestraron? ¿Qué demonios tiene que ver ese flacucho con esto? ¿Qué demonios tengo que ver yo?" Demando, mi voz cargada de frustración.

El líder chasquea la lengua. "Verá, señor Beaomunt. Nuestro objetivo es la reestructuración de Celestia. ¿Por qué? Fácil.

Tanto usted como yo, como los hombres que están aquí... Sabemos que por más poder que haya disponible, por más años que pasen... Siempre habrá roces entre ambos territorios. Y eso es porque los líderes son los que están obsesionados con destruirse.

Queremos reestructurar Celestia desde cero, un nuevo orden, un nuevo líder y un nuevo modo de vida." Declara, su voz cargada de convicción.

"¿De qué demonios estás hablando? Eso es muy estúpido... ¿Cómo carajos piensas lograr eso?" Pregunto confundido, mis manos empuñadas sobre la mesa.

"Permítame explicarle..." El hombre busca entre los papeles de su maletín y saca una foto. "Viktor Russo." Me la muestra, la figura de Russo plasmada en la imagen. Siento mi odio hacia el hombre arder en mi pecho.

"Como usted sabe... Viktor Russo se ha encargado de monopolizar el Aheterium, desequilibrando la balanza de poder, negándose a compartirlo. Ese nuevo poder no es algo que se deba monopolizar o cosas como la guerra empiezan."

El líder del culto señala la foto: "Este hombre es el culpable de esta guerra, ha matado a millones de soldados y ha sacrificado otros millones de civiles para sus experimentos."

No puedo evitar estar de acuerdo con su evaluación de Russo, pero sigo desconfiando de sus motivos.

"Su obsesión por acabar con Zyrionia y monopolizar el Aheterium ha matado a tanta gente y ha hecho sufrir a más, gente de sus propias tierras. Pierde territorios, causa pobrezas, hambrunas y ahora quiere lanzar un ataque tan colosal que podría generar daños en la tierra entera." La voz del hombre cargada de acusación.

"Es por eso que es un peligro. Nuestro objetivo siempre fue acabar con él. Si no fuera por..." El hombre vuelve a revolotear los papeles y saca una foto de una mujer de cabello esmeralda muy familiar. "Claire Viviend."

****PARTE 2*****

Siento mi odio hacia ella arder con renovada intensidad.

"Esta mujer, es muy poderosa, es la mano derecha y posible amante de Russo." Continúa, cada palabra como una bofetada en mi orgullo.

"Cualquier movimiento por tratar de acabar con Russo es interrumpido por su culpa. Sus habilidades de guerrera y asesina, son tan excelentes, incluso más allá de estos hombres."

Admite, con reluctante admiración. La indignación me asfixia al pensar que me están utilizando porque no pueden lidiar con esa zorra ellos mismos.

"Como usted mencionó antes, Beaomunt, ahora ella es un supersoldado. Eso la convierte en el ser humano más poderoso de todo el mundo, ella y los otros superhumanos ahora están sirviendo solo a Russo, protegiéndolo.

Entonces, dado a qué nosotros no podemos acabar con él directamente, formulamos un plan." Declara, sus manos entrelazadas frente a él en un gesto de finalidad.

"La obsesión de Russo es tan inmensa que ya dejó de importarle los civiles. Las personas se están dando cuenta del mal manejo del continente a manos de ese hombre, su incompetencia quedó más que clara al enfrentarse a Zyrionia."

"Entonces... Ahí es donde entra usted." El hombre se recarga en la silla y cruza las piernas.

"¿Qué demonios tengo que ver yo?"

"Señor Beaomunt, Usted fue su rival, usted estuvo a punto de ascender a ser líder de Celestia, pero perdió contra él... Eso lo llena de ira, más aún viendo el desmadre que está haciendo."

Sus palabras tocando una fibra sensible en mí. La humillación y la ira arden en mi pecho al ser recordado de mi derrota.

"Russo no lo respeta a usted ni a su trayectoria como soldado... Alcanzó su puesto por sus propios méritos y esfuerzos, pero él, simplemente lo humilla y minimiza, señor Beaomunt.... Es por eso, que le propongo lo siguiente..."

El líder se inclina hacia adelante, su máscara a centímetros de mi rostro.

"El señor Benedictt ya aceptó sacrificar Eldoria. Sin ese país, Celestia ha perdido el acceso al mar por el este."

¿Qué demonios acaba de decir?

"¡Que! ¡¿Cómo es posible?!" La furia me inunda al escuchar sus palabras. "Ese maldito cobarde..."

El hombre vuelve a resonar su voz. "Necesitamos que usted también coopere con nuestra organización. Al igual que el señor Benedictt, debe hacer un pequeño sacrificio para dejar que el ejército enemigo entre en Veneria y lo reduzca a cero. Si usted entrega Veneria, Celestia perderá el acceso al mar desde el oeste, señor Beaomunt."

"Tendremos rodeado a Russo, dejando solo los países centrales: Noravia, Austellia y Darmoria." Continúa el líder, como si estuviera discutiendo una partida de ajedrez y no el destino de millones.

Siento como mi sangre empieza a evaporarse tras escuchar semejante propuesta... ¿Cómo demonios podía tan siquiera considerar esa propuesta? He llegado hasta donde estoy por mi propio esfuerzo, las cosas que dejé atrás por llegar hasta aquí... Y ahora este bastardo me está proponiendo echar todo a la basura?

"Veneria ha sido una potencia mundial por años. Si las personas ven caer a una potencia que anteriormente ya ha derrotado a Zyrionia... Una revolución empezará y se creará un conflicto interno."

"Russo será exiliado por la misma gente, perderá el control de los supersoldados y Celestia necesitará un nuevo gobernante." Finaliza, dejándome con la duda.

"Estás loco... ¿Qué maldita razón te hace creer que yo, un hombre que ha dado todo de si mismo..? ¿Tan siquiera consideraría ese estúpido plan? Me das náuseas."

El hombre soltó una risa silenciosa.

"Por supuesto, recibirá una recompensa, la propuesta que le tengo es... Cómo usted escuchó, Celestia se quedará sin un gobernante... ahí es donde entra usted."

Siento mi ceño fruncirse, la confusión mezclándose con la ira. "¿Disculpa?" Mi voz es baja, peligrosa, un desafío y una demanda de explicación a la vez.

El líder se inclina hacia adelante, sus manos entrelazadas frente a él sobre la mesa. "Si entrega Veneria, usted será el nuevo gobernante ante la caída de Russo." Su voz es firme, segura, como si estuviera declarando un hecho irrefutable.

"Tiene mejor historial, mejor manejo de las cosas, ha mantenido a Veneria como potencia mundial desde que ingresó al poder."

Se recuesta en su silla, su postura relajada pero su mirada intensa a través de las cuencas de su máscara. "Usted es la persona más calificada."

Me quedo en silencio por un momento, mi mente dando vueltas con las implicaciones de esta propuesta. El poder, la posibilidad de arreglar todo lo que Russo ha arruinado, de liderar Celestia hacia una nueva era... Es una oferta tentadora, no puedo negarlo.

Pero, por otro lado, echar a la basura todo mi esfuerzo, todo mi tiempo invertido en llegar por mi propia mano... ¿Valía la pena mandar al caño todo eso solo por un puesto más alto? Un puesto... Que nunca he podido tener.

La ambición y el deber batallan en mi interior. El poder, la posición, la oportunidad de arreglar todo lo que Russo ha destrozado... Es casi embriagador. Pero entonces, los rostros de mi gente pasan por mi mente. Las familias, los niños, los soldados que han luchado y sangrado bajo mi mando. ¿Realmente vale la pena sacrificarlos por mi propia ambición?

No, no... para empezar, ni siquiera sé si estos bastardos son de fiar.

"Puede que el escuadrón de súpersoldados deje a Russo," señalo, mi voz cargada de sospecha, "pero, ¿qué pasaría con Claire Viviend? La mujer es su amante, es astuta e inteligente. Tarde o temprano descubriría la verdad y vendría a aniquilarme."

El líder asiente, como si hubiera anticipado mi pregunta.

"Claramente, ya tenemos cubierta esa posibilidad." Su voz es suave, casi condescendiente. "Viviend es por lejos la persona más poderosa del mundo ahora que se ha fusionado con el Aheterium. Pero... Nosotros también tenemos un poder que desafía la lógica. Sin embargo, no puedo compartir los detalles, a menos de que acepte la oferta."

Siento la ira crecer dentro de mí, mis puños apretándose hasta que mis nudillos se vuelven blancos. "¡Malditos bastardos!" Escupo, mi voz temblando de indignación. "Ustedes... Planearon esto... Sabían que odio a Russo, sabían que mi objetivo es ser líder de Celestia... Me hicieron caer en su trampa..."

Respiro hondo, tratando de calmar mi furia. "Pero yo soy un hombre estricto. Las cosas que tengo las he hecho por mi propio esfuerzo. ¿Qué demonios te hace creer que aceptaré tu oferta solo para llegar al poder?"

El líder inclina su cabeza, su máscara brillando a la luz de las velas. "Ay, señor Beaomunt... Tiene razón, lo investigamos y encontramos su punto débil... usted es un hombre increíble, llegó hasta donde está por su propio esfuerzo, ascendiendo desde un simple soldado a un excelente líder que ha mantenido a Veneria como una potencia, ese camino no fue fácil, por ende, debió haber tomado riesgos y decisiones..." Su voz es suave, persuasiva.

"Vea la oferta como una decisión más en su camino, una decisión que llevará a Celestia a un nuevo mundo."

Maldita sea... Sus palabras, sus gestos, este bastardo es bueno. Sabe exactamente qué decir, qué cuerdas tocar. Siento la duda crecer en mi interior, royendo mi resolución.

¿Qué demonios debo hacer? ¿Aferrarme a mis principios y rechazar esta oferta? ¿O tomar este riesgo, hacer este sacrificio, por la oportunidad de liderar Celestia a una nueva era?

La maldita desicion del futuro está en mis hombros.