Mi Único Cielo Eres Tú

Adalyn estaba sumergida en sus pensamientos mientras hojeaba distraídamente un viejo libro en su habitación cuando escuchó un golpeteo en la puerta. Levantó la mirada con fastidio al escuchar la voz de su nana llamándola.

-Adalyn, querida, tienes que bajar- le dijo la mujer.

-¿Ya llegó papá?- indagó la muchacha.

-Así es- respondió la mujer- Y dijo que necesita que vayas.

-¡No! ¿En serio? ¿No me digas que está en el despacho con su visita?- indagó con desagrado, la mujer afirmó- ¡Demonios!- maldijo la joven llena de fastidio.

Con un suspiro y muy poca voluntad, Adalyn se levantó de la cama, abrió la puerta y caminó rumbo al despacho de su padre. Al acercarse al lugar, pudo distinguir voces en el interior, lo que aumentó su curiosidad y nerviosismo. Tomando una profunda inspiración, golpeó la puerta y, tras recibir permiso, entró.

Su padre, se hallaba sentado en su imponente escritorio, le dedicó una sonrisa cálida y le hizo un gesto para que se acercara. frente a él, la muchacha pudo observar la espalda de alguien más que se encontraba acompañando a su progenitor. Al estar dentro Adalyn hizo un gesto de incomprensión, caminó hacia su padre para saludarlo, y luego de darle un abrazo se dio la vuelta y pudo visualizar al hombre frente a ellos. Se veía joven, tenía el cabello rubio y unos ojos oscuros que parecían absorber toda la luz de la habitación. Adalyn se quedó momentáneamente sin aliento al encontrarse con su mirada intensa.

-Adalyn, cariño, quiero presentarte a alguien- anunció su padre con un brillo travieso en los ojos. -Este es Ethan, un amigo de negocios que he conocido durante mi último viaje.

Ethan se puso de pie con elegancia y extendió la mano hacia Adalyn.

-Es un placer conocerte, Adalyn- dijo con una voz suave pero firme.

Adalyn, aún sorprendida por la presencia del apuesto desconocido, tomó su mano y le devolvió el saludo con un leve tartamudeo.

-El placer es mío- respondió, tratando de mantener la compostura a pesar de la oleada de emociones que la invadía.

La habitación parecía cargada de energía mientras los tres intercambiaban miradas y palabras corteses. Adalyn se preguntaba qué secretos y sorpresas le depararía este encuentro inesperado con el enigmático Ethan.

Al finalizar las presentaciones y luego de que su padre le dijera que Ethan sería su huésped por unos días la muchacha salió del despacho con más dudas e intrigas de las que había entrado.

Adalyn se hallaba encerrada en su habitación nuevamente cuando recibió la llamada de Katrina.

-¿Todo bien, Ady?- preguntó la muchacha.

-Si, bueno no- respondió la muchacha ante lo cual su amiga no dudó en indagar.

-¿Por qué no? ¿Qué pasó? ¿No me digas que el bombón se fue?

-¡Oh, no! Azael sigue siendo mi niñera, aunque ahora no sé por dónde anda- explicó la muchacha.

-¿Cómo así? ¿No se supone que debe estar pegado a ti?- indagó Katrina sorprendida.

-Eso es por que mi padre le dio el día libre- agregó la muchacha.

-¿Ya volvió ti padre?-preguntó su amiga.

-Así es, y no volvió solo- explicó Adalyn- Y no, no trajo novia nueva.

-¿Pero trajo algo, o alguien?- indagó la muchacha

con curiosidad.

-Si. trajo a un socio nuevo que hizo en su viaje y lo invitó a quedarse en la casa- comentó- y sinceramente no me agrada el sujeto.

-¿Pero está guapo? ¿es joven? ¿está comestible?- preguntó Katrina de manera insistente.

-¡Te acabo de decir que el tipo no me agrada y me sales con que si esta comestible!-Espetó Adalyn co cierto enfado en su tono de voz.

-¡Ady, no seas mala!- le pidió su amiga rezongando.

-Ok, si está muy comestible- confirmó Adalyn

-¿Cómo tu guardaespaldas?- insistió Katrina, la muchacha torció la vista disgustada.

-No. No está tan comestible como Azael- le dijo y del otro lado la risa de su amiga se hacía ensordecedora- ¿De qué te ríes?

-Ja, ja, ja ¡Lo sabía, lo sabía! ja, ja, ja- repetía sin cansancio Katrina.

-¿Qué es lo que sabías?- espetó Adalyn sin disimular su descontento.

-Sabía que te gustaba tu guardaespaldas , ja, ja.- respondió la otra joven sin parar de reírse ante el acto fallido de su amiga.

-Tú sí que te la ganas- le dijo Adalyn enojada.

-Está bien, está bien- dijo Katrina una vez que logró calmar su risa- perdón, amiga. Pero necesitaba oírte reconocer que el muchacho es un bombón.

-Ok, ¿satisfecha?- dijo Adalyn bufando.

-Si. Ahora dime, ¿por qué no te gusta el invitado de tu padre?- indagó con seriedad la muchacha

-No lo sé- respondió Adalyn- simplemente no me gusta, al principio me pareció muy atractivo, pero luego simplemente me pareció extraño.

-¡Uh amiga! Eso sí que es extraño- le dijo Katrina sopesando la reacción de su amiga quien no era de juzgar a nadie sin conocerlo- Y bueno tocara averiguar quien es exactamente.

-Y si- dijo Adalyn- ahora dime, ¿para qué llamaste?

-Para invitarte a cenar- le dijo su amiga.

-imposible, mi padre le dio el día libre a Azael y sin él no puedo salir de la casa. Lo siento, amiga- se excusó la muchacha. Luego de ponerse al día con algunos chismes y las expectativas por la fiesta de Jake, ambas amigas se despidieron.

Mientras tanto en los confines celestiales dos seres e jerarquía superior se hallaban observando lo que en la mansión y alrededores ocurría.

-¿Ya es tiempo?- preguntó Gabriel al arcángel jefe de los guardianes que se halla a frente a él.

-Aún no- respondió Miguel haciendo un gesto negativo con la cabeza.

-¿Y qué es lo que falta para que tu plan comience a ejecutarse?- insistió el ángel.

-Solamente un poco más de tiempo y algunas pequeñas situaciones- le dijo Miguel colocando sus dedos debajo de la barbilla

-¿De verdad, estás completamente seguro de lo que piensas hacer?- indagó Gabriel, intentando hacer entrar en razón a Miguel y convencerlo de que lo que tenía planeado para darle una lección a Azael no era muy buena idea.

-Lo estoy- afirmó el arcángel- Estoy completamente seguro de que el plan que tengo no va a fallar y que al final Azael habrá aprendido la lección.

Y así sin más palabras ambos seres celestiales regresaron su vista al paisaje r

terrenal.