AMOR Y MAFIA

Todo el camino en el auto Julián apretaba el volante mientras olía la escencia de la chica, Nayla aunque no hubiese querido reaccionaba ante el, está vez sin droga alguna en su cuerpo sintió por primera vez el inicio de un ciclo de celo natural, jadeo mientras el calor recorría su cuerpo y la humedad llegaba, ella solo apretaba el asiento y las piernas, quería hacer suyo al alfa justo a lado de ella.

Julián entro al garaje de aquel hotel y bajo en sus brazos a la Omega que ya estaba medio perdida en las sensaciones, Julián lo sintió, el Rut que se había adelantado y miro en el espejo del cuarto los ojos verdes profundos que solo le ofrecía el Rut, por primera vez en toda su vida sintió los caninos asomarse y a su lobo inquieto que solo le pedía una sola cosa, la Omega que sostenía en brazos ahora mismo, después de ese día no había marcha atrás, no debían no podía arrepentirse, sabía que las cosas terminarían allí y quiso poder sentir al menos una vez a su Omega.

Beso su boca con pasión mientras Nayla se estremecia y retorcía buscando la cercanía de su alfa, quitó la ropa despacio y miro el detallado cuerpo, había algunas cicatrices pero no eran por signos de la mafia o trabajo, eran por maltrato, algunas quemaduras y una que otra cicatriz en su espalda, Julián beso cada una de ellas pudiendo a la diosa luna ojalá las pudiera borrar con sus besos, sabía que esa sería la primera vez con su Omega así que quiso ser lo más tierno posible y la hizo sentir amada y querida, Nayla solo respiraba fuerte mientras se tapaba la cara que tenía tan roja que parecería que explotaría.

-No te cubras, quiero verte…

-Me da vergüenza… mi cuerpo… no es bello…

-Es perfecto, ojalá pudiese borrar todos tus fantasmas con mis besos, con mis dedos, ojalá pudiera entrar en tu mente y decirte que te tengo… estás segura a mi lado…

-Te amo Julián… te amo tanto, que duele.

Julian sonrió con ternura y miro a la Omega, beso sus labios y le dijo al oído.

-Te amo, mi Omega..

Nayla apretó las uñas en la espalda del alfa, su cuerpo perfecto volvía a Nayla loca, acompañado de ese aroma que le fascinaba, Julián sintió la humedad de la chica y su lobo lo domino, entro en ella poco a poco mientras Nayla arqueo la espalda y suspiro fuerte… en pocos minutos los movimientos anunciaron en la Omega la tan ansiada liberación que marco el inicio del clímax en ambos.

Julián miro el cuello de la chica mientras lo besaba y su lobo lo reclamo.

“Adelante, marcala, es tuya, si la marcas jamás nos dejara”

Los colmillos rozaron la tierna piel y tuvo el impulso de hacerlo, abrió la boca para probar el sabor salado del sudor producto de la pasión que se desbordaba, los gemidos de la chica alertaron que pronto llegaría y aceleró el ritmo un poco hasta sentirlo, quiso salir pero inútil fue cuando el nudo se formó y Nayla gruño un poco de dolor para aferrarse a la espalda de Julián mientras le repetía al oído “mi alfa” Julián tuvo que morderse los labios para no marcarla allí mismo, sintió su cuerpo desfallecer y miro los purpuras ojos de la chica mientras besos sus labios y le repitió, te amo mil veces, a los minutos de besos y caricias la Omega se durmió mientras Julián espero un rato a que el nudo se deshiciera y poder salir de ella, limpio su cuerpo que para el era perfecto y la abrazo para dormir a su lado, algo le decía que sería la primera y la única noche con su Omega.

Así fue, Nayla abrió los ojos a las pocas horas y miro al hombre que la abrazaba, sabía lo que había pasado pero no sé arrepentía, beso los labios ajenos y se levantó para vestirse lloro un poco cuando sobre el buró dejo aquella nota y salió de la habitación dejando al alfa dormido, mando un mensaje de texto y ensendio el auto para marcharse, no sin antes pasar a la farmacia a comprar pastillas anticonceptivas de emergencia y una botella de agua, Nayla y Julián no se verían de nuevo en los próximos 2 años.

...…….....

Julián sintió la soledad en el cuarto y abrió los ojos, lo sabía Nayla no estaría más allí, suspiro mientras se tapo los ojos y quiso ser fuerte, se levantó y miro la nota en el buró, en la nota la delicada letra que en puño y letra que la omega había escrito.

“Perdoname por no ser la Omega que necesitas a tu lado, por ser cobarde y no poder aceptar la vida que me ofreces, perdón por qué mi deseo de venganza haya podido más que el amor que la diosa tenía preparado para mí, perdón por dejarte hoy y lastimarte, te amo, y te amo tanto que hoy te doy algo que yo no tuve, libertad… no me aferrare a ti y espero que seas feliz con alguien que si pueda darte lo que deseas, la vida de paz y tranquilidad que necesitas, espero que encuentres todo lo bueno del mundo así como tú… espero que puedas formar un hogar y te prometo que algún día cuando te mire a los ojos será por qué seré una persona limpia y legal… Julián Lavisky mi alfa… te amo

Att: Nayla.”

Julián apretó la nota mientras olía aún un poco del aroma que en ella se había quedado, y entonces lloro, lloro mientras su lobo aullaba por saber a su luna perdida, sintió dolor pero también felicidad por saberlo, había tenido en sus manos el amor pero no de la manera que el lo soño, aún así no lamentaba nada de lo ocurrido, incluso agradeció que fuera de esa manera y que Nayla sintiera lo mismo que el, sonrió un poco mientras se limpio las lágrimas y entraba a la ducha, saliendo de ese cuarto retomaría su vida la vida que Julián Lavisky tenia antes de ella, la vida que hasta ahora había vivido sin ella, salío del hotel y tomo un taxi con dirección al hospital, al llegar Laura lo miro y sonrió, no pregunto nada pero lo sintió tranquilo, lo abrazo y con una enorme sonrisa en su rostro le dijo.

“Vamos a ver a papá, tu papá ya despertó”

Julian suspiro sonriendo mientras camino tras de Laura a dónde el alfa ya había recuperado la conciencia.