Victoria Lotton, es una joven empresaria, dueña de una pequeña textilera, a sus 22 años se encuentra a punto de casarse con el amor de su vida, su vida perfecta está a punto de comenzar, lo que no sabe es que su matrimonio jamás será llevado a cabo.
herida y humillada públicamente, busca venganza a como de lugar, así tenga que casarse por conveniencia, con Maximiliano un importante y despidiado millonario, para lograr que el hombre que le rompió el corazón pague todo el daño causado.
¿podrá Victoria conseguír la venganza que desea, sin sufrir daños por casarse con Maximiliano?
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capítulo 9
Salí de esa casa hecho un demonio, como era posible que mi padre tuviera que manipular la situación, mi madre se había esforzado en montar esa empresa de calzado, no iba a permitir nadie me las quitara, era el único hijo de ambos, por derecho me pertenecian, pero eso a mi padre parecía importarle muy poco.
fui a la casa directo a la habitación de Victoria, cuando entre estaba profundamente dormida, pero tenía tanta rabia que no me importo.
-sal a comprarte algo de ropa, pero procura que sea adecuada para la cena con mi padre.
ella se levantó algo asustada por mi entrada, pero enseguida se recobro y asíntio.
-puedo colocarme el vestido que compre para la cena de ayer.
-como? que vestido?- dije confundido
ella se levantó, camino hacia el closet y saco un hermoso vestido dorado.
-este era el vestido de los Miles de dólares- confesó algo apenada.
mi sangre volvía a hervir, como se atrevia a jugar con mi paciencia, salí sin decir nada y la dejé con el vestido en la mano.
camine directo a mi estudio, tome una botella de Whisky y me servi un trago para tratar de calmarme.
luego de un par de horas volví a subir para hablar calmadamente con Victoria.
la busque por toda la casa pero era como si se la hubiese tragado.
-lesli! - grite enfurecido.
-si señor?- dijo Lesli agitada por venir tan apurada.
-donde está Victoria?
-la señora salió señor.- me informo
- a dónde?- esta mujer estaba dispuesta a acabar con mi poca paciencia.
-no lo sé señor, solo le dijo a Fabián que la llevara.
tome el teléfono, camine hasta mi despacho nuevamente y le marque.
*aló?
*dónde carajos andas?
*salí a comprarme algo de ropa, me dejaste con el vestido en la mano, supuse que no había Sido de tu agrado.
*vuelve enseguida, iremos a la empresa.
no espere su respuesta cuando colgué la llamada, sentí un poco de pena por ella, se había molestado en ir por algo de ropa para la cena con mi padre, el vestido que me había mostrado estaba hermoso, pero su juego a ser una mujer desobediente, me había tomado por sorpresa y mi paciencia había alcanzado sus límites.
espero un largo rato hasta que alguien tocó mi puerta.
-adelante!
Vi como su cara se asomaba.
-ya llegué, Maximiliano.
-si es así, vámonos que nos están esperando.
ella espero que saliera y siguió detrás de mi, subimos a mi auto y maneje hasta mi empresa
-que hacemos aquí? - pregunto curiosa.
-tengo una reunión, te enseñaré que hacemos aquí y te nombrare como mi secretaria personal.- dije soltando una risa por lo bajo
-esta bien! - fue su respuesta
pensé que haría berrinche, que se molestaría, por colocarla como mi secretaria, pero fue todo lo contrario, estaba feliz por el simple hecho de que iba a trabajar.
-que sabes hacer?- pregunté curioso, sabía que había estado estudiando en Washington, pero no tenía mucha información sobre sus estudios, al parecer no los había podido concluir por algún motivo.
-estudiaba diseño gráfico.
-asi que sabes diseñar?.
-lo hago bastante bien.
-en ese caso, entonces serás promovida como supervisora de diseño.
ella se detuvo enseguida, y se quedó mirandome como si tuviera 2 cabezas
-veras, mi empresa se encarga de diseñar todo tipo de telas, me acabas de decir que eres buena para diseñar, así que supervisaras los estampados y diseños de las mismas.
-pero como puedes confiar en mí?
-vi el vestido que compraste, no está nada mal, si puedes saber elegir un buen vestido creo que puedo confiar en que eligiras muy bien los diseños para mi empresa.
-gracias! - dijo feliz
-el pago sera de unos 7 mil dólares.
-eso está perfecto Maximiliano, gracias!- podía notar que hablaba sinceramente.
entramos a la sala de juntas, estaban los nuevos socios, Joshua mi abogado y vicepresidente, y todos los supervisores de cada departamento.
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VIctoria.
pude sentir la incomodidad de Joshua al verme entrar, Maximiliano, me ofreció un puesto a su lado, y comenzo un chico llamado Louis, que según mi intuición era del departamento de finanzas, el hablaba de la producción del mes, y las ventas.
luego prosiguió, el departamento de producción, y ahí tomo la palabra mi ahora esposo.
-buenas tardes, en las carpetas que tienen al frente están los nombres de los nuevos proveedores, que hemos logrado conseguir, y de algunos nuevos clientes, me complace en informarles que hemos cerrado la primera venta en el extranjero, y también quiero informarles que. la señorita Victoria Lotton, trabajará con nosotros, ella se encargará de supervisar y dirigir el departamento de diseño.
así que Adriana, tú cómo eres el departamento de producción, te encargará de trabajar codo a codo con Victoria para que tengan un mejor resultado.
-si señor- dijo Adriana afirmando.
todos parecían felices y estar de acuerdo con que yo sería parte del equipo.
-vamos a mi oficina necesito que firmes algo.- me dijo al oído y salió de la sala de juntas.
-lo seguí hasta una gran oficina que decía "PRESIDENTE"
entramos y tome asiento en frente de su escritorio, el tomo una carpeta y me la entregó.
-ahi está nuestro contrato, con los ajustes que decidiste; firma para que todo esto se haga legal.
-te recuerdo que debes de cumplir tu trato.- le advertí.
el me miró furioso, tomo aire y clavo esa mirada fría en mi.
-y no es lo que estoy haciendo?- respondió con amargura- te acabo de dar un puesto importante en mi empresa, ganarás un adicional de 7mil dólares al mes, adicional a lo que está acordado en el contrato, tienes tu propio chófer, y la habitación separada, cuando el banco tenga tus datos, se te entregaran tus tarjetas.
me quedé en silencio, el tenía razón, estaba cumpliendo con lo que le había pedido, ahora me tocaba a mí hacerlo el día de mañana en la cena con su padre, no podía fallarle o todo estaría perdido.
-esta bien, mañana comenzaré con mi parte- le dije, tome un lapicero firme y le entregué el contrato de vuelta.
-mañana podrás comenzar si así lo deseas.- me dijo indiferente mientras se sentaba frente a la computadora e ignoraba por completo mi presencia.