Me Olvidé De Mí

Llegó el día de la cena, Rubén me ayudó a elegir conjunto para la ocasión, como era costumbre ya Rubén junior no me había llamado hoy eso hacia que me alegría por la cena decayera un poco , Rubén noto mi tristeza nuevamente y me pidió que me relajara e inyectará disfrutar un poco la vida y pasarlo bien esa noche. Terminé de arreglarme intentando seguir si consejo, al terminar nos fuimos a cenar a casa de su novio.

Al llegar nos recibió su novio muy emotivo él, me dio dos besos y luego de besar a Rubén, me tomó del brazo y me llevó casi a rastras hasta dónde estaba su madre y su hermano, resulta que tenía un hermano el cual estaba recién separado y sin pudor alguno me presentó como su futura cuñada. Todos reían ante semejante comentario, yo cambié de color automática, Rubén se acercó a mí y me pidió que me relajara.

La cena estuvo maravillosa, todos eran buenas personas y Rubén le dio buena impresión a si suegra y yerno. Luego nos fuimos a un bar gay a celebrar el inicio de su formalización, el hermano de Augusto, el novio de Rubén no era gay, pero no tenía problemas en visitar ese sitio y yo mucho menos, estaba orgullosa a pesar de como fui criada de Rubén y sus valores, con el comprendí que las personas no se juzgan por si orientación sexual, sino por sus acciones y las de él conmigo fueron excelentes.

Llegamos al bar como era de esperar yo era la pareja acompañante de Marx, el hermano de Augusto, tenía Treinta y cinco años, un año mayor que yo, su esposa le fue infiel, el la descubrió por un error, había olvidado en casa un expediente que revisaba para un caso que llevaba, era psicólogo y esa persona tenía cita por primera vez con él, regreso sin avisar a casa y se topó con esa situación.

De eso había pasado ya seis meses, él tenía claro que no volvería jamás con ella y ya faltaba poco por obtener el divorcio, ya que en un inicio ella se negó a firmarlo, la suerte era que no tenían hijos en común, esto facilitaba mucho las cosas. Rubén me insistió en que le diera una oportunidad, era un buen hombre, no podía seguir sola en la vida me decía.

Intenté seguir su consejo y darle una oportunidad, al parecer le gusté, ya se le notaba el interés en conocerme. Me fue muy difícil mantener una conversación con él, no estaba muy adaptada a salir y mucho menos ligar con alguien, yo intentaba relajarme, pero me era muy difícil. Algo que ayudó fue que me confesó que estaba al tanto de lo que yo había vivido, si hermano había explicado mi situación, ya que yo era la esposa de su novio.

Que lo supiera me dio más tranquilidad, también que fuera psicólogo le dio la comprensión a él para respetar mi espacio, no forzar nada y dejarme abrirme poco a poco a mi ritmo. De modo me sentí segura y comprendida a su lado, pero mantuve mucha distancia, mi pasado me pesaba mucho y tenía varios traumas aún, luego de la disco nos despedimos, pero quedamos en salir el próximo sábado.

Rubén y Augusto fueron conmigo a casa, yo estaba acostumbrada a tenerlos allí, se sentía normal, ellos tenían si cuarto y yo el mío. Cada cual respetaba el espacio de los demás. Ellos fueron a su cuarto luego de despedirse de mí y yo al mío. Esa noche pensé si valdría la pena dejar a entrar a mi vida a otra persona, temía volver a sufrir, si eso ocurriese estaba segura que no sería capaz de levantarme nuevamente, estaba segura así estaba, en mi pequeña coraza.