La seducción femenina es un arte que he dominado con gracia y precisión. Mi nombre es Ela West, y soy una mujer que inspira deseo y envidia en igual medida. Mi belleza es mi arma más poderosa, y la uso con sabiduría.
Mi vida estaba siendo perfecta, hasta el momento en que el socio de mi padre decide jubilarse y dejar en su lugar a su hijo mayor, quien me hizo la vida imposible siendo una niña, ahora es mi momento de hacerle la vida imposible a él.
Pero no esperaba que mis sentimientos por él volvieran a arder con tanta intensidad. Pensé que había logrado apagar las llamas de la pasión y el amor, pero parece que solo estaban dormidas, esperando el momento adecuado para renacer de las cenizas.
La memoria de nuestros momentos juntos comenzó a regresar, y con ella, el dolor y la nostalgia. La llama del amor que creí extinguida volvió a encenderse, y ahora me encuentro en una encrucijada. ¿Podremos estar juntos esta vez?
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Decisión
Los días en la oficina se han vuelto tortuosos. A donde quiera que vayan, o donde quiera que me gire tengo la desdicha de encontrarme con él.
Ya ni siquiera tengo las ganas de insultarlo, ya no lo merece simplemente lo ignoro y procuro pasar de él y cuando nos estrellamos de frente por algún pasillo coincidimos en el ascensor hago lo que he estado haciendo, ignorarlo y hacer como si no existiera. Es todo un fastidio que esté como abeja al panal, cuando lo único que deseo es que se vaya por donde vino.
He terminado de redactar y revisar el contrato de un nuevo cliente, el mismo que he enviado con Naty aunque debí haberlo hecho yo misma personalmente y explicarle los detalles, pero lo cierto y lo innegable es que estoy huyendo de él cómo porque ese sentimiento que creía hecho cenizas ardiendo en lo más profundo de mi corazón el cual me confunde y me hace enojar conmigo mismo.
—El señor Dante no está de acuerdo con alguno de los parámetros que están establecidos en el contrato— me informa mi asistente tan pronto entró en mi oficina con los documentos del contrato en su mano.
—¿Que es lo que pasa?— miré a nate de inmediato desconcertada por lo que me acaba de decir.
—Lo siento, pero eso fue lo único que me dijo el. que no iba a firmar un contrato donde los requisitos y parámetros no están bien claros—
—¿Y y este quién se cree que es para rechazar un contrato de mi parte? eso nunca había sucedido, todo está bastante claro. En qué se le puede pedir a un hombre como él que ni siquiera es capaz de comprender una simple propuesta— me levanté de mi lugar tomé un suspiro y me dirigí a su oficina llevando los papeles conmigo.
—No vaya a discutir con el señorita Ela. Tenga paciencia— la oí decirme esas palabras detrás de mí.
—No te preocupes, solo le explicaré lo que no entiende— entré a la oficina de Dante sin tocar y la asistente se incorporó de golpe, pues estaba casi encima de él. —lamento tanto interrumpir el labor que están haciendo, pero como estás tan ocupado en lo que debes estar y no comprendes lo que dice un contrato, vine personalmente a explicarte, aunque bueno, si hubiera sabido que estabas tan ocupado trabajando, no te hubiera molestado— miré a la chica con un gesto de molestia. —Sal de aqui—
—Pero...—
—Tu trabajo es en el escritorio está allá afuera, no encima de tu jefe, ¿O si?—
—No señorita West—
—Muy bien, ahora déjanos solos para que podamos hablar de trabajo—
Con una mueca de disgusto y esperando que Dante me contradijera, terminó por salir de la oficina al ver que el hombre se quedó completo silencio.
No te hizo un movimiento de cabeza antes de salir de la oficina, cerrando la puerta detrás de sí. En cuanto nos quedamos a solas, Dante empezó a reírse como si lo hubieran acabado de contar un chiste, lo que me hizo mirar lo extrañada debido a su extraño comportamiento.
—¿Que te causa tanta gracia?—
—Tus repentinos celos— si agarró el estómago, riendo como un desquiciado mientras yo moría por ahorcarlo. —Eres tan linda cuando estás celosa—
—Mira... Dante en mi vida me pondría celosa por un... Por un hombre, menos si se trata de ti punto si quieres cogerte a tu asistente, hazlo, después de todo eres libre de hacer con tu pito lo que quieras. Pero sí te agradecería que ignoras laborales y dentro de la compañía no hagas lo que te venga en gana, respeta el hecho que estás en la oficina y de paso a todos los que estamos aquí trabajando. Si no vas a tomarte en serio la presidencia, mejor vuelve de dónde viniste Higuera lo que tengas por allá de la manera que quieras, ya no eres un niño para que te comportes de esta manera Dante— creo que los papeles sobre su escritorio, completamente irritada y furiosa pero conteniéndome. —Firma los papeles por favor, A diferencia de ti yo soy una persona responsable que sabe apreciar el valor y el tiempo de los demás. Este contrato debió de firmarse hace tres días y has estado aplazándolos únicamente para fastidiarme, si de verdad no te interesa nada de la empresa que tu padre y el mío han levantado con tanto esfuerzo vete que yo me encargo sola de todo esto—
Me miro por unos breves instantes, antes de tomar el bolígrafo y firmar los contratos sin siquiera leerlos.
—¿Contenta?—
—No— suspiré. —Quiero más compromiso de tu parte, Dante. Independientemente de que no te tolere y no esté de acuerdo con que esté aquí, debemos trabajar en equipo para que la compañía no se venga abajo. No lo hagas por mi, porque no soy nadie, hazlo por tu padre que ha hecho grandes sacrificios y trabajado muy duro para levantar está empresa— sin esperar que dijera o hiciera algo, tomé los documentos de su escritorio y salí de la oficina decepcionada por su comportamiento.
Me hice ideas que no eran con respecto antes. Pensé que era un hombre responsable y comprometido, que así como el señor cupe había dicho que era uno de los mejores empresarios del Reino Unido, realmente lo era. Pero me decepcioné en darme cuenta que no es más que un cretino sin visión alguna.
POV DANTE.
—Asi que te salió el tiro por la culata ¿he?— mi hermana menor no deja de burlarse de mí, luego de escuchar todo lo que Ela me había dicho en la mañana. —No que pases de listo con una mujer como Ella. Porque no tienes ni la menor idea de toda la ventaja que te tiene, una chica lista, inteligente y audaz que no come cuento tan fácilmente de un cara bonita—
—Solo quería hacer una prueba—
—¿Y cómo te salió esa prueba? ¿De qué te querías dar cuenta? ¿Acaso pensabas que ella no iba a poder hacer su trabajo correctamente? Gracias a ella hemos conseguido proyectos muy importante a lo largo de todos estos años, donde todos salimos beneficiados. Esa mujer no solo es preciosa, sino que tiene una cabeza brillante que sabe usar a su favor cuando le plazca. En lugar de ganarte su corazón, te estás ganando su odio. Pensé que eras más inteligente, hermanito, después de todo la conoces mejor que yo, pero me doy cuenta de que no es así—
—No entiendo porque tú y papá piensan que quiero ganarme su corazón—
—¿Y no es así?—inquirió, enarcando una ceja. —No trates de ocultar lo que es tan evidente, Dante. En tu mirada se nota que esa mujer todavía te sigue fascinando, así que no me digas todo lo contrario. Si de verdad quieres darte una oportunidad con ella y al fin poder tenerla entre tus brazos, haz las cosas bien y no sigas comportándote como un reverendo idiota. A Ela le gustan los hombres que sean igual de competentes que ella, que sepan A dónde se dirigen y puedan darle una batalla con hechos y no con palabras. Eres muy capaz y lo sabes pero no entiendo por qué llegaste con esta actitud. Papá te pidió ayuda temporal con la compañía, al menos mientras Ella termina de capacitarse—...
