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Mariel: Entre 2 Mundos

Mariel: Entre 2 Mundos

Status: En proceso
Genre:Hombre lobo / Malentendidos / Reencuentro / Poder equitativo / La mimada del jefe / Pareja destinada / Transmigración antigua a moderna
Popularitas:26.3k
Nilai: 5
nombre de autor: vane sánchez

Mariel, hija de Luciana y Garrik.
Llego a la Tierra el lugar donde su madre creció. Ahora con 20 años, marcada por la promesa incumplida de su alma gemela Caleb, Mariel decide cruzar el portal y buscar respuestas, solo para encontrarse con mentiras y traiciones, decide valerse por si misma.
Acompañada por su hermano mellizo Isac ambos inician una nueva vida en la casa heredada de su madre. Lejos de la magia y protección de su familia, descubren que su mejor arma será la dulzura. Así nace Dulce Herencia, un negocio casero que mezcla recetas de Luciana, fuerza de voluntad y un toque de esperanza.
Encontrando en su recorrido a un CEO y su familia amable que poco a poco se ganan el cariño de Mariel e Isac.

NovelToon tiene autorización de vane sánchez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 13

El sol comenzaba a bajar, tiñendo el cielo de tonos dorados y lavanda que entraban por los ventanales del restaurante.

La reunión había concluido de forma armoniosa, con acuerdos firmados y nuevos caminos trazados.

Pero más allá de los contratos y las palabras formales, había algo en el ambiente que no se había dicho… y que sin embargo, todos habían sentido.

Ailín fue la primera en levantarse. Se acercó a Isac con una sonrisa tranquila, algo más suave que las que le había mostrado en días anteriores.

Sin decir mucho, le tomó la mano por un breve instante.

—Fue un gusto compartir esta comida con ustedes.

Espero que podamos vernos más seguido.

Isac asintió, aunque por dentro sentía que cualquier palabra suya se iba a quedar corta.

Le sostuvo la mirada un segundo más de lo necesario, pero luego apartó los ojos con una sonrisa leve.

Amara se acercó a Mariel, tomándole ambas manos con delicadeza.

—Estoy feliz de que hayan aceptado.

Y aún más de conocerlos.

Tienen una luz distinta, y eso no se enseña… se nace con ella.

Cuídate, querida. Esto es apenas el comienzo.

Mariel la abrazó con respeto y agradecimiento sincero.

—Gracias por creer en nosotros.

Lo honraremos.

Finalmente, quedó Thierry.

Se había mantenido en silencio los últimos minutos, observando, midiendo… sintiendo.

Cuando se acercó a Mariel, lo hizo con calma.

—Fue un placer conocerte. Y aún más… descubrir tu forma de ver el mundo.

Eres diferente. Eso se nota.

Mariel lo miró, con una sonrisa breve, un poco nerviosa.

—Gracias.

Fue un gusto conocerte también.

Gracias por la oportunidad.

Thierry quiso decir algo más.

Quiso preguntarle por la historia detrás de esa mirada serena que lo descolocaba sin razón aparente.

Pero se contuvo.

Porque sabía que si hablaba ahora, no lo haría como empresario…

Lo haría como hombre.

Y no estaba seguro de si era el momento.

—Te veré pronto y espero con ansias probar el siguiente postre. —dijo finalmente, con una media sonrisa.

Mariel rió suave, bajando la mirada apenas.

—No te decepcionaré.

...----------------...

Y mientras el auto los llevaba de regreso a casa, Mariel miró por la ventana, acariciando inconscientemente su collar.

No sabía aún lo que se estaba gestando… pero su corazón, de forma suave, ya empezaba a latir distinto.

El auto se detuvo frente a la pequeña casa, y el silencio que los recibió fue como un suspiro largo y necesario.

Isac cerró la puerta tras ellos, y ambos caminaron lentamente hacia la entrada como si no quisieran romper la calma del anochecer.

Al cruzar el umbral, Mariel se quitó los zapatos, estiró los brazos y soltó un suspiro suave.

—Estoy agotada… pero feliz.

Fue… una reunión distinta. Más humana de lo que esperaba.

Isac dejó las llaves sobre la mesa y se apoyó en el respaldo del sofá, observando a su hermana.

La expresión de ella era serena, pero él notaba los pequeños detalles:

la forma en que acariciaba su collar, cómo se quedaba mirando al vacío por segundos.

—Sí, fue un buen comienzo.

Pero ahora… hay algo que debemos hacer antes de que se nos olvide. —dijo él, con tono serio.

Mariel lo miró, extrañada.

—¿Qué?

Isac cruzó los brazos.

—El hechizo, ya pasamos demasiado tiempo sin reforzarlo. Si vamos a estar más cerca de ellos, y si ese Thierry se sigue acercando como hoy…no podemos arriesgarnos a que algo se note.

Mariel abrió los ojos, como quien recuerda de golpe algo importante.

—Tienes razón…Mis ojos casi brillaron con la luz del ventanal y tu aura estaba más densa.

Isac asintió en silencio.

—Sí.

Así que mejor lo reforzamos ahora.

¿Tienes la piedra de niebla y las gotas de luna?

Mariel fue a su habitación y sacó de una pequeña caja de madera dos frascos, uno de vidrio opaco y otro con líquido plateado.

Volvió con ellos en las manos y se sentaron juntos sobre una alfombra tejida por Luciana.

Los dos cerraron los ojos, respiraron profundo y comenzaron el canto.

Era un hechizo antiguo que encontraron cuando eran niños y luciana les platico de su mundo, sencillo en palabras, pero fuerte en intención.

No borraba quiénes eran… solo cubría con un velo sus verdades más profundas.

Lo suficiente para moverse entre humanos sin levantar sospechas.

Cuando el aire en la habitación se tornó más liviano y una brisa invisible rozó sus mejillas, supieron que el hechizo estaba completo.

Mariel abrió los ojos lentamente.

—A veces me pesa tener que ocultarlo…pero entiendo que es lo necesario no es por miedo. Es por protección.

Isac se acercó y le revolvió suavemente el cabello.

—Y cuando sea el momento…cuando estemos listos, entonces dejaremos que vean quiénes somos.

Pero no antes.

Mariel sonrió y asintió.

Y esa noche, mientras se acostaban,

el hechizo de niebla protegía sus formas,

pero no podía ocultar lo que ya se estaba despertando en sus corazones.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

El amanecer llegó con un cielo despejado, y la brisa fresca que entraba por las ventanas llenaba la casa con una sensación renovada.

Mariel se despertó temprano, repasó su lista mental de tareas y eligió un conjunto elegante pero cómodo, en tonos suaves.

Su cabello caía en ondas naturales, y sus aretes de perlas azul profundo seguían adornando su rostro con discreta belleza.

Isac, por su parte, eligió una camisa gris clara y pantalones azul oscuro.

Ambos se movían con tranquilidad por la cocina, compartiendo un desayuno sencillo: pan tostado, frutas y un poco de té.

Nada fuera de lo común, excepto la energía ligera y emocionada que vibraba en el aire.

—¿Estás lista? —preguntó Isac, terminando su segundo té.

—Lo estoy. Y ¿Tú? —le respondió ella con una sonrisa tranquila.

—Siempre. Aunque… —bajó la voz mientras miraba por la ventana—No esperaba que él viniera personalmente.**

Justo entonces, un auto negro se detuvo frente a la casa.

Mariel se levantó y acomodó la caja con algunos bocadillos recién preparados, pensados como una especie de bienvenida simbólica para el equipo.

Isac la siguió, y ambos salieron justo cuando Thierry bajaba del auto.

El empresario vestía un traje oscuro sin corbata, con el primer botón de la camisa desabrochado y un reloj plateado simple en la muñeca.

Apenas puso los pies en la acera, levantó la mirada… y la vio.

Mariel sonrió con naturalidad.

Pero los ojos de Thierry, por un breve instante, se iluminaron.

No fue un destello exagerado.

Fue una expresión leve, tan fugaz como real: una mezcla de asombro, agrado y algo más profundo.

Isac lo notó.

No dijo nada, ni frunció el ceño.

Solo lo observó, y lo guardó en silencio.

—Buenos días. —dijo Thierry con una voz más suave de lo usual, como si esa mañana se hubiera levantado diferente.

—Buenos días. —respondió Mariel, ofreciendo la caja

—Trajimos algo para compartir con el equipo. Nada demasiado elaborado… solo algo hecho en casa.

Thierry tomó la caja con cuidado, sin apartar del todo la mirada de ella.

—Seguro que será perfecto.

¿Listos para su primer día oficial?

—Siempre. —dijo Isac, subiendo al auto tras su hermana.

Mientras el auto arrancaba rumbo a la sede de D’Argent,

el silencio entre los tres no era incómodo, sino lleno de pensamientos.

Unos más evidentes.

Otros, aún ocultos.

Pero todos latiendo con fuerza.

...----------------...

El trayecto fue tranquilo, y aunque casi no cruzaron palabras, la tensión se sentía más como expectativa que incomodidad.

Thierry conducía con seguridad, y de vez en cuando, observaba a Mariel por el espejo retrovisor.

Ella, por su parte, miraba la ciudad a través del cristal, repasando mentalmente cada paso que daría ese día.

Cuando llegaron al edificio, el mismo donde habían firmado el contrato, todo parecía distinto.

Thierry los condujo por un pasillo lateral que daba acceso a un ascensor exclusivo.

Subieron al sexto piso, donde un ala completa del edificio se destinaba a nuevos proyectos creativos.

Al abrirse las puertas, lo primero que sintieron fue el aroma a café recién hecho y masa dulce.

Lo segundo, las miradas.

Había unas ocho personas en el lugar: diseñadores, asistentes, jefes de marketing.

Todos detuvieron lo que hacían al ver a Thierry entrar con Mariel e Isac.

—Buenos días. —saludó él con voz firme pero tranquila—

—Como les comenté por interno, hoy se integran oficialmente Mariel e Isac, creadores de Dulce Herencia.

A partir de ahora, trabajaremos con ellos para el desarrollo exclusivo de postres para nuestras experiencias premium.

Quiero que los apoyen en todo lo que necesiten.**

Mariel dio un paso al frente con una sonrisa sincera.

—Un gusto conocerlos.

Esperamos que esta colaboración sea tan dulce como nuestros sabores.

Eso provocó una risa ligera en el grupo, relajando el ambiente.

Isac solo asintió con un gesto amable, observando cada rostro con la calma de quien prefiere analizar antes de hablar.

Una joven de cabello corto y gafas redondas se adelantó.

—Hola, soy Dana, responsable de marketing visual.

Y también, amante del azúcar.

Cualquier cosa que necesiten para diseño, fotografía o difusión, pueden venir a mí.

—Y yo soy Marcos, jefe de logística.

Si algo falta, yo lo consigo. O al menos, lo intento.

Así, uno a uno, fueron presentándose.

Había calidez en el ambiente, y una sincera curiosidad por conocer lo que Mariel e Isac tenían para ofrecer.

No eran solo reposteros. Traían consigo una esencia distinta, algo que incluso los más escépticos podían percibir.

Thierry los acompañó hasta el laboratorio de pruebas —una cocina moderna y luminosa equipada con todo tipo de utensilios, hornos y vitrinas— y dejó la caja de tartas sobre la isla central.

—Este espacio es suyo.

Queremos que se sientan cómodos para crear, probar, equivocarse y volver a intentar.

Aquí no se les exige perfección… solo autenticidad.

Mariel acarició con los dedos la superficie del mármol y exhaló con tranquilidad.

—Gracias por este espacio.

Lo haremos valer.

Y mientras Thierry los observaba desde la puerta,

no solo vio una marca nacer…

sino algo más.

Algo que, aunque no podía nombrar aún, lo seguía llamando sin remedio.

...----------------...

La cocina era amplia, iluminada, con estanterías impecables, hornos digitales y una isla central que parecía pedir ser usada.

Mariel caminó lentamente por el espacio, reconociendo cada rincón como si pudiera leer sus posibilidades.

Isac, más práctico, ya había abierto el refrigerador para ver los ingredientes disponibles.

—Tenemos de todo.

No hay excusas. —comentó él con una media sonrisa.

—Entonces, manos a la obra. —respondió Mariel, ya arremangándose el vestido para atarse el delantal.

El primer menú no debía ser pretencioso, sino memorable.

Una muestra de lo que podían lograr con pocos ingredientes y mucho corazón.

Mientras Isac preparaba una base de bizcocho suave con esencia de vainilla floral, Mariel comenzó con su especialidad:

una crema de cítricos con toque de lavanda y merengue caramelizado.

Después al otro lado de la isla, ambos dibujaban ideas en papeles improvisados con lápices de colores, probaban texturas, discutían proporciones.

Dana entraba y salía con su cámara, tomando fotos mientras reía entre comentarios de:

“¡Esto va a romper redes!”

y “¡Voy a engordar con ustedes, y lo acepto!”.

El ambiente era vibrante. Creativo.

Y conforme el día avanzaba, el aroma a mantequilla dorada y ralladura de limón impregnaba el lugar.

A eso de las cinco de la tarde, los hornos se apagaron, las mangas se bajaron y los suspiros comenzaron a escucharse.

Isac se sentó en una de las sillas, estirando los brazos.

—Creo que si sigo de pie un minuto más, me desarmo.

Dana asomó la cabeza desde la oficina contigua.

—¡Hora de un descanso! Vamos por algo de comer.

¿Se apuntan?

—¿Nos invitas a nosotros también? —preguntó Mariel con una sonrisa entre curiosa y cansada.

—Por supuesto. Somos equipo, ¿no?

Isac miró a Mariel, quien asintió encantada.

Ya se estaba limpiando las manos cuando la puerta principal se abrió y una figura bien vestida apareció en el umbral.

—¿Qué están planeando sin mí? —preguntó Thierry con una media sonrisa, como si lo hubieran convocado mentalmente.

Dana alzó una ceja.

—¿Nos estás… espiando, jefe?

—Solo pasaba por aquí. —dijo Thierry con fingida inocencia—

—Y escuché la palabra “comer", así que… me uno.

Si me invitan, claro.**

Isac rodó los ojos con una sonrisa sutil.

—¿Tenemos opción?

—No. —respondió Thierry con tranquilidad.

Mariel solo rió.

...----------------...

El restaurante era amplio, elegante y con ventanales que daban a una avenida principal repleta de luces nocturnas.

Mesas con manteles blancos, música suave de fondo y camareros que se movían con precisión y discreción.

Thierry caminó al frente, guiando al grupo con la seguridad de quien conoce el lugar de memoria.

Se dirigió directamente al anfitrión y murmuró con voz firme:

—Mesa VVIP, a nombre de D’Argent.

El gesto fue automático.

El personal se movilizó de inmediato y los condujo a una sección apartada del restaurante, más íntima, con una vista panorámica de la ciudad.

Las sonrisas del equipo lo decían todo.

—Wow, esto sí que es nivel. —murmuró Dana mientras se acomodaba.

—Espero que la comida sea tan buena como la vista. —añadió Marcos, hojeando el menú con emoción.

Mariel se sentó entre Isac y Dana, aún con una mezcla de alegría y sorpresa por lo bien que la noche estaba fluyendo.

Pero justo cuando tomó el menú… sintió una leve vibración en el lóbulo de su oreja.

No fue molesto.

Fue… familiar.

Su corazón dio un pequeño vuelco.

Con delicadeza, llevó una mano al arete y su sonrisa se suavizó.

—Disculpen… voy al baño un momento. —dijo con naturalidad mientras se levantaba con calma.

Nadie sospechó nada.

Thierry la siguió con la mirada, y aunque no dijo nada, sus ojos permanecieron en la dirección en la que ella había desaparecido unos segundos más de lo necesario.

Mariel entró al baño, cerró la puerta tras ella y se aseguró de que no hubiera nadie.

Luego, con una ligera presión sobre la perla del arete derecho, susurró:

—¿Valen? ¿Ciel?

—¡Maaaaarieeel! —respondió una voz alegre al instante.

Era Ciel, emocionado como si la hubiera estado esperando todo el día.

—¿Estás bien? ¿Comiste? ¿Estás feliz? —preguntó todo de golpe.

—Ciel… estoy bien. Estoy justo por cenar.

¿Y tú? ¿Todo bien allá?

La voz de Valen llegó después, más tranquila, más firme.

—Solo queríamos escucharte.

Sabíamos que hoy era importante, y Ciel estaba inquieto.

Dijo que sentía que tu energía estaba diferente.

Mariel se apoyó contra la pared, conteniendo las lágrimas.

No de tristeza, sino de ternura pura.

—Estoy bien. Hoy firmamos el contrato, empezamos a trabajar con el equipo…

y Thierry… el nieto de la señora Amara, ha sido muy amable.

Es mucho que procesar, pero… lo estamos haciendo bien.

—Sabíamos que lo harías. —dijo Valen con orgullo—Mamá está bien. Papá Garrik dice que te extraña.

Todos nuestros padres y hermanos te extrañan.

Y estamos cuidando de tus flores favoritas.**

Mariel cerró los ojos por un instante, como si pudiera sentirlos a todos abrazándola.

Su hogar. Su mundo. Su esencia.

—Gracias por llamarme.

No saben lo mucho que significa esto para mí.

Denle un beso a mamá de mi parte.

—¡Yo se lo doy! Pero que no sea en la mejilla, ¡yo se lo doy en la frente! —gritó Ciel con entusiasmo, haciendo reír a Mariel.

Con un “los amo” sincero y suave, cerró la conexión con un toque sobre la perla.

Suspiró hondo, se recompuso frente al espejo, y salió del baño.

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Mitsuki G
Por fin se dieron cuenta que son humanos los que están atacando con armas modernas y robando lo importante aunque me sorprende que la madre de Estela sabe de algo no se su linaje si cada uno guarda lo suyo pero en verdad espero que relacionen con el tío de Thierry y vayan unos al mundo humano dónde Thierry con lo suyo acabe a su tío desde ahí al igual a su familia de él por su ambición y poder regresar lo robado ahí tiene ventaja por las armas pero allá lo tiene Thierry que acabe los de ese lado
Mitsuki G
Espero que la gente de Thierry veanos movimientos raros de su tío así le avisen ya que me imagino que tiene algunos hombres vigilando o si no que sumen todo y vea que es ese infeliz queriendo acabar con ese mundo y ellos lo acaben no dejen que su ambición destruyan lo de ahí y Mariel logré que su familia esté unida y sin ninguna baja
Maria Ramirez
poniendole morbo a esto pero ya yo quisiera tener dos machotes como ellos en mi casauuuf seria dichosa esto solo se ve en novelas porque si fuera real se estuvieran matando
Afrodita
yaaa son frescos jajaja , cómo que la primera vez de los recién casados ? esos se habían dado cómo bombo en fiesta 😁..casi mataron al pobre Caleb .y ahora salen como que van a tener su "primero a vez " 🙄🤣🤣
Afrodita
por supuesto que la opción 1 ,se acerca muchísimo más a la descripción. está muy hermoso .
Afrodita
madre mía 😮 ! pero que prolífica que es Luciana ! cuantos hijos podrá tener ?? asombroso
Afrodita
me encanta como escribe ,el uso del vocabulario ,la ortografía ,el respeto por el lector .la trama sin recovecos inútiles , todo tan suave,tan ligero . qué reconfortante encontrar a alguien que de verdad escribe .mil felicidades escritora !
Afrodita
ashuuuu ya salió el lobo que tenía Escondido! vamos Thierry , que nadie se interponga en tu camino 💪
Afrodita
jajaja me encantó esa ,"no sabía si se estaba enamorado o sobreviviendo " buenísima! .
Afrodita
jaja , ésta narración si despierta la imaginación , incluso hasta despierta los sentidos .me imaginé el supermercado con sus olores ,sus colores ,el bullicio,un verdadero mundo mágico ... dónde lo que desaparece es tu dinero 💰 jajaja.
Mitsuki G
En verdad me está gustando como todo se está llevando bien a su ritmo compartiendo sin celos ni nada si no viéndose como una familia dándose el apoyo y estando acompañado a Amara que se nota que Ailín quiere conocer su otra vida de Isac quiere aprender de ellos solo espero que estén preparados que no tengan fallas cuando esos ambiciosos vayan ahí
Mitsuki G
Pensé que la madre de Estela estaba muerta pero veo que es como las hierbas malas no mueren y me gustó ver cómo Caleb es conciente de todo y hasta los ayudo a tener una noche especial para ellos saben compartir sin celos pero lo que me preocupa es esa guerra que quiere llevar ese desgraciado a ese mundo solo por su ambición espero que estén preparados y que los acaben sin que nadie de los buenos sean dañados
Mitsuki G
En verdad este Thierry sabe amar desde muy fondo aceptando algo extraño de su mundo pero algo posible en el mundo de Mariel donde su madre es un ejemplo de que tiene un gran corazón para repartirlo entre tantos hijos y sus esposos y su familia pero ellos tres lo harán funcionan hasta separados pero obviamente tiene el primer lugar para comérsela Thierry al no tener su noche de bodas o puede ser que las abuelas les de su sopa especial para que todos estén unidos como le paso a Luciana por lo menos esos dos perdieron y no usarán a ese bebé a sus planes
Mitsuki G
En verdad me gusto ver a Mariel decidida en su decisión y tomando el ejemplo de su madre el amor no es diminuto es grande y mientras todos estén de acuerdo sobre esta unión olvidando el pasado estando unidos y tratandose igual está bien aparte que los quiere a los dos por igual como dicen el amor es amor mientras ellos se quieren y no hagan daño a nadie más no importa lo que piensen los demás si no ellos mismos
Mitsuki G
Se nota que los novios estaban felices en sus bodas y ver a Isaac pedirle matrimonio a Ailín que me sorprendió que se comprometería ya que decían que aún era una niña pero el fue educado muy bien por todos sus padres y sabrá esperar el momento juntos
Mitsuki G
En verdad me encanta ver a toda la familia de Mariel ahí apoyándola ayudando en todo y ver a esos dos hermanos unidos contra de todos su hermana casándose ese día y el después pidiendo matrimonio a su alma gemela pero ese día será de ellos aunque algo me dice que Caleb dejara morir mientras Mariel ya se proclamo madre de ese niño que si no tiene culpa de nada fue creado por ambición y si hacen el lazo pero el lejos Mariel debería ver al niño como un sobrino no como una madre ya que lastimara a ese niño indirectamente ya que su padre es Caleb estarán ellos solos y ella tendrá los suyos aparte
Mitsuki G
En verdad está Mariel se está pareciendo a su madre aunque Mariel no debería sentirse mal o juzgar ya que gracias a eso el amor creció a sus padres los quiere por igual y ese amor creciendo teniendo a varios hermanos que se aman y se protegen el amor es amor y no disminuye crece y Luciana debería ser su ejemplo no miedo así que si pasa los tres no debería verlo como algo feo ella creció así con amor de varios padres y hermanos así que sería aceptada por toda su familia y es una decisión de los tres si su padre después de todo fue aceptado después de que la marco antes de ser una pareja por qué de los errores crecen
Mitsuki G
Con todo esto me confirma que Thierry ama en verdad a Mariel aunque le pasó le mismo con su padre Rhazal que le costó aceptar una relación así pero algo común en su mundo al igual al de Mariel por qué lo que nos enseñó Luciana es que el amor crece no hay que espantarse por qué en una decisión de salvar a alguien que fue usado por unos seres ambiciosos usando a ese niño y su único error no hablar su miedo para condenarlo a una muerte sin estar con ese bebé que no tiene culpa alguna pero además no se por que algunas se ponen de mojigatas cuando sabían que la primera es de harem y siendo su hija podría a ver sido así que deberían respetar las decisiones del autora y quienes se espanta por eso del harem no leerlas hay que apoyar las ideas
Maria Ramirez
esta novela si es particular vamos a ver en que termina esto
Maria Ramirez
caleb no lo merece pero hay que salvarle la vida y el alma ojala el.la rechace
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