NUEVA LUNA

NINA

A pesar de que hice todo lo por soltarme, no logré nada. Cada vez que lo intentaba sentía que el agarre de Noah se hacía más fuerte.

Así que decidí que lo mejor era cambiar de táctica.

— Alfa... Por favor, suéltame — le dije en un intento por persuadirlo. Ni siquiera le prestaba atención a donde me estaban llevando.

— Ni lo sueñes— me contestó en un tono que provocó una corriente por mi espalda.

Definitivamente, no solo me encontraba rodeada de los trillizos sino también de sus lobos. Por lo que si quería quitármelos de encima era necesario hacer algo al respecto.

Así que decidí que lo mejor era cambiar de táctica.

Traté intencionalmente de recuperar mi muñeca un par de veces más, y como lo esperaba cada vez Noah me agarraba con mayor fuerza.

Aprovechando que ninguno me estaba viendo, parpadeé unas cuantas veces para hacer aparecer lágrimas en mis ojos.

Procuré que mi voz sonará ligeramente quebrada.

— Alf...No...Noah... En serio te lo suplico... Me estás lastimando.

De repente los tres, que en algún momento se habían puesto al frente de mí, se detuvieron de forma abrupta. Sentí casi inmediatamente como el agarre de Noah se aflojó completamente, por lo que puede recuperar mi mano.

Los tres se voltearon a verme, con una mirada mucho más suave.

Nada que un par de lágrimas por parte de su pareja destinada, no puedan covencer a lobos testarudo.

Está vez entre los tres me agarraron nuevamente la mano, pero a comparación, su toque era mucho más suave.

— Lo siento cariño, mi intención nunca fue lastimarte. — me dijo Noah con tono culpable mientras evaluaba el estado de mi muñeca, la cual se encontraba ligeramente roja.

— Idiota, mira como la dejaste — le reclama Max a su hermano con tono venenoso.

— ¿Te duele? Podríamos buscar una crema para aliviar tu malestar — me dice Sam con preocupación.

Niego con la cabeza, mientras aparto sus manos de las mías.

—Solo quiero regresar a la fiesta— digo lo más serena que puedo.

— Eso no será posible — me dice Noah secamente mientras su mirada empieza a oscurecerse de nuevo.

— ¿Y eso como por qué? — les preguntó.

— Porque tenemos que hablar y no aceptamos negativas — me dice Sam.

— A ver... — iba a empezar a hablar hasta que sentí que de un momento a otro ya no estaba a en el suelo.

—¡Bájame!— le digo a Max, pero este me ignora. Empiezan a andar a mayor velocidad hasta llegar a lo que sería una especie de habitación.

Una vez entramos los cuatro vuelvo a sentir el suelo bajo mis pies, por lo que me alejo de estos tres lo más que puedo.

—Nina...— empezó a hablar Sam, pero se vio interrumpido por una llamada en su teléfono.

—¿Quién es?— le pregunta Max.

— Es Liam. Seguramente quiere saber qué está pasando — le responde Sam.

—Dámelo, yo hablaré con él— le dice Noah, mientras se aparta con el teléfono en la mano.

En ese instante, yo prefiero ignorarlos en un intento por estabilizarme. El hecho de estar encerrada en un cuarto con los tres, sin mucho espacio para alejarme no es precisamente una situación en donde pueda pensar con claridad.

Poco después, Noah terminó la llamada.

Ahora los tengo a los tres viéndome con intensidad desmedida.

Quiero salir de aquí.

No sé con exactitud que expresión tiene mi cara, pero sea cual sé los motivos a sin previo aviso me rodearán.

Porque tienen que estar tan cerca.

Acaso me quieren robar el aire.

— Nina, te guste o no somos tus compañeros. Fuimos hechos para estar juntos, y nada ni nadie va a cambiar ese hecho. — me suelta Noah.

— En eso te equivocas, por supuesto que se puede cambiar. — le respondo seriamente.

Los tres me dedican una mirada con intriga.

—Así y ¿cómo sería eso? — me pregunta Max.

— Rompiendo el vínculo que nos une— le contestó y me percató de que mis palabras no son de su agrado. Ignorando la mirada oscura que me está dedicando, sigo expresando mi punto.

— Desde que anoche descubrí esto— dije señalándonos — y después de dar muchas vueltas en la cama intentando conciliar el sueño, acepté que lo mejor para todos es que renunciemos al vínculo mutuamente. Si soy consciente hasta cierto punto las consecuencias que trae ir en contra de lo que dicta la Diosa, pero seamos sinceros. Ustedes no me aman ni siquiera sienten atracción por mí...

— Eso no es cierto... — escuché decir a Sam en voz baja.

— No, ustedes saben que yo tengo razón en esto. Sea lo que sea que sientan por mí es todo a causa del vínculo de pareja. Solo debemos rechazarnos y en unos días todo volverá a la normalidad... — continuó.

— ¿Cuál sería esa supuesta normalidad? — me pregunta Noah con sarcasmo.

— Vamos Alfas Moon...— escuché ligeros gruñidos de parte de ellos. — no creo que no se hayan dado cuenta de que en verdad yo no quiero dirigir está manada a su lado. Cuándo me fui de aquí hace años, fue con el objetivo de no volver a poner un pie en esta manada. A pesar de que nací y viví por un buen tiempo en este lugar, siempre sentí que estaba fuera de lugar. Pero decidí que era solo cuestión de tiempo, y bueno aparte de todo... En aquel momento en verdad que estaba muy enamorada de ustedes...— estaba tratando civilizadamente de explicarles el porqué era lo mejor optar por un rechazo mutuo, pero me vi interrumpida.

— ¿Estabas?— me pregunta Max con dolor.

Me costó... en verdad que me costó. En estos momentos me entraron unas ganas de rodar los ojos.

¿Qué pretenden?

— Si... lo estaba pero ya no... — les declaré con firmeza.

— Nina, por favor. No puedes venir a decirnos que dejaste de tener sentimientos por nosotros de un momento a otro... No puedes simplemente negar lo que te genera nuestra mera presencia. Aunque creas que no nos damos cuenta sabemos que no nos eres indiferente. — Sam se me ha acercado a tal punto de que nuestros labios casi son capaces de rozarse, pero como puedo me alejo un poco a una distancia más segura.

— No... No lo voy a negar, porque no tendría sentido hacerlo. Estar en este lugar solamente con ustedes no me hace para nada bien… — percibí una pequeña sonrisa arrogante en sus rostros. — pero han pasado más de diez años desde que me fui de aquí. Creen que todo ese tiempo no pude olvidarme de todo lo que alguna vez sentí por ustedes. Que no fui capaz de avanzar y conocer gente nueva.

—Ustedes me lastimaron y en verdad me dolió por mucho tiempo, y aunque difícil, llegó un momento en el que dejé de pensar en ustedes. En ese punto, lo que hiciera o no, dejo de importarme. No se me volvió a cruzar ningún pensamiento sobre ustedes hasta que llegue nuevamente a este lugar. Así que desde mi punto de vista, todo lo que sea que me provoquen ahorita, es a causa del vínculo que nos une, no porque en verdad siga conservando algún sentimiento genuino, y esto completamente segura de qué con ustedes pasa lo mismo — les dije observándolos directamente a los ojos para que pudieran captar la sinceridad de mis palabras.

— Todo esto que nos dices es por lo que pasó con Annie, ¿no es así?. Nina... En verdad tienes que creernos...— Max me empieza a hablar con pánico, pero lo interrumpo.

— Creo que o no me están escuchando o yo no me sé explicar. Cuándo los vi aquel día con Annie no se hacen una idea de la decepción y dolor que me llevé— observé como a Noah, Max y Sam se les instalaba una expresión de horror en sus rostros, como si se estuvieran enfrentando a sus mayores miedos — pero consideran que el hecho de que jugarán con mis sentimientos no me perjudicó de igual manera. Nunca fueron capaces de ser directos conmigo y decirme «Nina, no nos gusta para nada» o «Tenemos una relación con alguien más».

—Nunca fueron sinceros o directos con el hecho de lo incómodo que los hacía sentir que yo los estuviera "persiguiendo sin descanso" o que constantemente le regalará cosas o los ayudará con lo que me pidieran.

Solté una risa seca.

—Casi siempre me hicieron sentir a que me correspondían, que yo también les gustaba. En ocasiones, me pareció de que me estaban coqueteando, y después al rato me ignoraban disimuladamente, tal vez solo eran imaginaciones y cuentos de una chica de catorce años, demasiado ingenua por la simple razón de que nunca abiertamente la trataron mal o le pusieron distancia, bueno a excepción de ese día, cuando no aceptaron de qué los saludará en su cumpleaños y simplemente pasaron de largo. Viéndolo después con más calma entendí de qué solo me estaban utilizando, de que lo que en realidad les "encantaba" de mí era el tener a alguien que gustará de ustedes como personas, no de lo que representaban en aquel momento.

— Ni...— intentaron hablar nuevamente, pero no los dejé.

— En verdad, ya dejen de negarlo, no vale la pena hacerlo. El punto es que a pesar de todo logré sanar mis heridas, por eso, quiero que me entiendan no creo ser capaz de vivir este vínculo a plenitud siendo ustedes mis parejas. No me imagino como Luna de esta manada. Por eso insisto lo mejor es rechazarnos mutuamente y después cada quién puede hacer su vida donde les plazca, y con quiénes en verdad se sientan a gusto.

— Pero nosotros te queremos a ti a nuestro lado, eres nuestra compañera. — dice Noah.

— Pero es que simplemente no puedo aceptar todo esto. Ustedes deberían concentrarse en buscar a una mujer que los acompañe a hacerse responsables de esta manada, mientras tanto yo me concentro en mi carrera, y tal vez, en un futuro encontrar a alguien con el que compartir mis días.

— Es que acaso nos quieres rechazar porque tienes algo con el imbécil con el que estabas bailando— suelta Sam que de un momento a otro se enojó.

Esta vez no lo pude evitar, rodé los ojos.

— No, no tengo nada con él, pero si ese fuera el caso es problema mío. Así que bien espero que entiendan, sé que como cualquier otro Alfa quieren gobernar en BLOOD MOON al lado de su compañera, pero es que a este punto yo no me imagino una vida con ustedes a mi lado, y sé que solo me "quieren" con ustedes a causa del vínculo.

Así que sin considerar nuevas oportunidades y todo lo demás es que cada uno siga su camino, es lo más sensato que podemos hacer por nosotros. Piénsenlo.

—Nina... No nos importa nada más que tenerte a nuestro lado.— me habló Noah.

— Noah, Sam, Max... Ya basta— estaba empezando a perder la paciencia — Solo acabemos con esto, o que prefieren seguir atados a mí por capricho. Si ese es el caso, poco me va a importar lo que les suceda si llegó a encontrarme con una persona que en verdad me valore y con la que quiera pasar el resto de mi vida — hablé con firmeza.

Noah se me acercó con una sonrisa cínica y me tomó de la barbilla.

— Hazlo cuántas veces sea necesario, pero que te quedé bien clara Nina Snow, no nos vamos a rendir tan fácil contigo cariño.— por momento creí que me iba a besar en los labios, pero se desvió y me lo dio en la mejilla.

No sé en qué momento Sam y Max se acercaron y repitieron su acción, para después sin previo aviso dejarme completamente sola.

Porque me hacen esto. No pueden simplemente aceptar que ya no quiero tener nada que ver con ellos.

Definitivamente, mi vida dejo de ser la misma. Y tal vez, solo tal vez desde que puse un pie nuevamente en este lugar lo presentí.

Espero desde el fondo de mi corazón de que sea lo que sea que esté planeando la Diosa con toda está situación, sea porque tiene preparado para mí algo maravilloso.

Porque ahorita lo único que me percató des que hay un fuego a mi alrededor.

Un fuego con el cual no me quiero quemar.