Mundos Paralelos

El 28 de diciembre, tome un vuelo para Colombia pues como ya había mencionado quería pasar año nuevo con mi familia, al llegar mi mamá y mi papá me recibieron en el aeropuerto de ahí nos dirigimos para la casa de ellos me dijeron que les tenía que contar todo, les dije que bueno y empecé a contarles, le dije que Toronto fue muy hermoso pues sus árboles estaban teñidos de un naranja encendido, les dije que en ese lugar había aprendido que las personas debemos ser como un amanecer en otoño, brillar sin opacar a los demás si no al contrario mezclar nos con el brillo de los demás para tener un resplandor que alumbre a las personas que lo necesiten. Les describí Suiza, les dije que tenía una gran cantidad de árboles bosque muy hermosos y aguas tan cristalinas como nunca las había visto, les mencioné que allí había saltado de paracaídas y que había aprendido que las personas debemos tomar decisiones y no dejarnos privar por nuestros miedos si no hacer cosas que sean memorables, emocionantes y que cada vez que las recordemos también recordemos el momento en el que le ganamos a nuestros miedos. Luego les hable de New York, les dije que era una ciudad llena de edificios, que estaba llena de luces que la adornaban, que había gente feliz y familias contentas, les dije que allí aprendí que las personas que aprenden a ser felices estando solas siempre van a ser felices estando acompañadas, pero incluso esas personas necesitan estar con su familia, con sus amigos y con esa persona que las haga sonreír, que les haga derramar lágrimas de felicidad y que sin importar lo fría que esté la situación ella siempre la va a hacer lo más cálida posible.

Ellos me dijeron que les gustaba mucho lo que estaba haciendo, me dijeron que siempre hiciera las cosas de corazón pues esas son las mejores, llegó el 31 de diciembre y el año otra vez se había pasado volando, un año repleto de emociones pero sobre todo de enseñanzas muy profundas. En New York la navidad se vivía con felicidad, pero creo que en ningún otro lado se vive igual que en Colombia pues las personas se ponen su ropa nueva, bailan, cantan, comen, comparten en familia y son más alegres que en ningún otro lugar, mis padres mis hermanos y yo decidimos estar todo el día juntos hicimos natilla, buñuelos, reímos, hablamos nuestros padres nos contaron historias unas alegres otras tristes ya casi llegaba la hora de la media noche nos reunimos con abuelos, tíos primos y toda la familia compartimos comida y salimos a un lugar con una vista perfecta al llegar las doce en toda la ciudad se veían juegos pirotécnicos de distintos colores que cautivaban pues cada vez que estaban los ojos se llevaban de alegría, ya que eran muy bonitos, empezamos a abrazarnos y a desearnos un feliz año después de ver un rato todos se fueron les dije que se adelantarán un poco que ya los alcanzaba, me quedé mirando el cielo sentado en el suelo y dije."Querido 2023 otra vez has pasado volando y me has dejado vivir experiencias muy gratificantes, otras tristes, pero lo más importante todas con una enseñanza distinta, me has enseñado el valor de estar solo, pero también el valor de estar acompañando, me has enseñado a vencer mis miedos para vivir experiencias que me marque para el resto de mi vida, me has enseñado que a donde quiera que vaya sin importar el mundo sucio, malo y violento en el que vivimos siempre va a haber personas que nos van a enseñar que vale la pena vivir, reír, llorar, etc. Gracias por qué mes has hecho conocer personas nuevas, y conocer mejor a otras, gracias por qué me has enseñado la perfección de la naturaleza, gracias porque me enseñaste a amar a alguien pero también a dejar ir por todo esto gracias y gracias"." Pero ya estamos en el 2024 y quiero aprender, aprender a no jugar a las personas por lo que yo creo que son, aprender a ser feliz estando solo, pero también a serlo estando acompañado, quiero aprender a valorar y darle más importancia a mis amigos y sobre todo a mi familia". Al terminar fui otra vez con mi familia al llegar todos reían y contaban historias que comenzaron haciendo reír, pero terminaron haciendo llorar, luego de un rato cada quien se fue para sus casas nos sentamos con mis padres y mis hermanos y les dije, "por todo gracias l, gracias por estar hay en cada momento en que los necesite, gracias por enseñarme tantas cosas, gracias por hacerme reír, llorar, por todo gracias y nunca se les olvide que los quiero mucho, los amo".

Nunca sobra un "los quiero mucho", debemos aprovechar cada momento para decirlo a las personas que queremos y apreciamos para no tener remordimientos el día en que Ya no estén, siempre evitemos el hecho de no hacerlo por una riña o demás cosas que nos pueden impedir hacerlo pues debemos aprender a perdonar, pero no perdonar sin olvidar si no perdonar de corazón esa es la una forma de curarnos a notros y a los demás, recuerden nunca sobra un. "Los quiero mucho".