Olivia Lancaster siempre ha sido la hija perfecta: obediente, refinada y dispuesta a sacrificar su felicidad por el bienestar de su familia. Cuando una crisis financiera amenaza con destruir el imperio empresarial que su padre ha construido, Olivia accede a un matrimonio arreglado con Ethan Montgomery, el frío y misterioso magnate que podría salvarlos de la ruina.
Ethan no está interesado en el amor. Para él, el matrimonio es solo un acuerdo de negocios, una forma de asegurarse el control absoluto sobre la empresa de los Lancaster. Sin embargo, lo que comienza como una relación puramente contractual pronto se convierte en algo mucho más intenso. Olivia despierta en él un deseo que jamás imaginó sentir, un anhelo que desafía todas las reglas que se ha impuesto a sí mismo.
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Capitulo 13
El ambiente en la gala era vibrante, con risas, música y el tintinear de copas llenando el aire. Olivia se sentía deslumbrante con su vestido rojo, una declaración audaz que había elegido con la esperanza de captar la atención de Ethan. Sin embargo, mientras buscaba su rostro entre la multitud, su corazón se hundió al ver una figura familiar que la hizo detenerse en seco.
La mujer era atractiva, con un vestido negro ajustado que resaltaba cada curva de su figura. Olivia sintió una punzada en el estómago al reconocerla: Mia, una socialité conocida por sus conexiones con el mundo de los negocios, pero también por su habilidad para coquetear con hombres poderosos. Y en ese momento, Mia no solo estaba coqueteando, sino que parecía completamente envuelta en una conversación con Ethan.
Olivia tragó saliva, su sangre comenzando a hervir mientras la risa de Mia flotaba hacia ella, ligera y provocativa. Ethan se reía, su mirada fija en la mujer, y el gesto de su mano sobre la espalda de Mia hizo que el corazón de Olivia se detuviera. ¿Acaso Ethan había estado engañándola? ¿Qué lugar ocupaba ella en su vida?
Mientras se acercaba, una mezcla de celos y furia la impulsó. No iba a permitir que esta mujer se interpusiera entre ellos, y mucho menos que se acercara a Ethan de esa manera. Tomando una profunda respiración, Olivia se acercó, dispuesta a confrontar la situación.
—Ethan, —dijo, con una sonrisa que no llegó a alcanzar sus ojos—, ¿qué estás haciendo aquí?
Ethan giró su cabeza, y su expresión cambió de sorpresa a alivio al verla. —Olivia, estaba presentándote a Mia. No te había visto llegar.
Mia se volvió, una sonrisa encantadora en su rostro. —Olivia, es un placer finalmente conocerte. Ethan me ha hablado mucho de ti.
—Espero que solo cosas buenas, —respondió Olivia, tratando de mantener su tono ligero mientras su mirada se deslizaba entre ellos.
Ethan se rió suavemente. —Por supuesto. ¿Verdad, Mia?
Pero Olivia no estaba dispuesta a dejar que la conversación se deslizara. Los celos burbujeaban en su interior como lava a punto de erupcionar. —Me alegra saber que has estado tan ocupado, Ethan. No quiero interrumpir una conversación tan... entretenida.
La tensión en el aire se intensificó, y aunque Ethan intentó suavizar la situación, Olivia notó cómo su mirada se endurecía. —Olivia, espera. No tienes que ser así.
—¿Así como? —replicó ella, sintiendo que su voz se elevaba más de lo que había planeado—. ¿Así como ignorando que estoy aquí mientras coqueteas con otra mujer?
La sonrisa de Mia se desvaneció, y sus ojos se llenaron de curiosidad, como si disfrutara de la confrontación. —Oh, querida, no te preocupes. Ethan y yo solo estábamos hablando de negocios. No hay nada entre nosotros.
—¿Realmente crees que me lo creo? —respondió Olivia, dejando que la ira inundara su voz. —Ethan no necesita tus insinuaciones para tener éxito.
—¿Insinuaciones? —replicó Mia, cruzando los brazos—. Estás demasiado insegura. Pero es comprensible. Ethan es un hombre deseado.
Olivia sintió cómo sus mejillas ardían, y la verdad de las palabras de Mia la golpeó. A lo largo de los meses, había intentado convencerse de que lo que sentía por Ethan era lo suficientemente fuerte como para ignorar cualquier duda, pero ahora su corazón latía con fuerza, recordándole que incluso en su relación, los celos podrían ser un monstruo peligroso.
Ethan intercedió, tomando la mano de Olivia con suavidad. —Eso no es lo que quiero, Olivia. Mia y yo estábamos discutiendo unos proyectos, y no hay nada entre nosotros. No hay nada entre nosotros.
Olivia se liberó de su agarre, dándose cuenta de que la confianza era el cimiento de su relación, pero en ese instante, se sentía más vulnerable que nunca. —¿Y qué hay de todos esos otros momentos que he tenido que soportar? Las cenas, las reuniones... ¿Cuántas veces has tenido que lidiar con ella?
Los ojos de Ethan se oscurecieron con frustración. —¡Esto no es justo! No puedes asumir que estoy con otra mujer solo porque estoy aquí hablando.
Mia, con una sonrisa astuta, se acercó un paso más, disfrutando de la tensión. —Olivia, ¿no ves que Ethan tiene opciones? Puedes ser su prioridad, pero no la única.
El dolor en el estómago de Olivia se convirtió en una oleada de rabia. Ella no iba a dejar que esta mujer la pisoteara, no cuando estaba tan cerca de lo que deseaba. —Tal vez debería preguntarte a ti, Mia, cómo se siente ser una opción en lugar de una prioridad.
Ethan exhaló profundamente, su mirada fija en Olivia. —Esto se está saliendo de control.
—No voy a quedarme aquí y ser menospreciada —replicó ella, dando un paso atrás, dejando que su orgullo la guiara. Los ojos de Ethan reflejaban la preocupación, pero Olivia no podía permitirse caer en la tentación de buscar su consuelo. —Solo quiero que sepas que no seré una opción para nadie, Ethan.
Con esas palabras, Olivia se dio la vuelta y salió de la gala, dejando a Ethan y a Mia detrás. Sus piernas se movían rápido, llevando su corazón herido hacia la libertad que tanto anhelaba, pero no podía evitar sentir el eco de la confrontación resonando en su mente.
Sabía que había cruzado una línea, pero también sabía que no podía soportar la idea de ser una más en la vida de Ethan. La noche aún era joven, pero su corazón se sentía pesado. Había decidido que no permitiría que nadie la definiera, ni siquiera el hombre que había desatado sus deseos más profundos.
A medida que se alejaba, la tormenta de emociones que se agitaba dentro de ella era solo el principio de una batalla que se avecinaba, una batalla por el amor, el deseo y su propio valor.
El aire fresco de la noche la golpeó al salir, y Olivia sintió cómo la brisa la envolvía como un manto, llevándose un poco de la tensión acumulada en su pecho. Se detuvo unos momentos, tratando de recuperar el aliento y calmar las emociones que la desbordaban. Pero, aunque quería ser fuerte, una parte de ella no podía evitar sentirse vulnerable.
Mientras caminaba por la calle iluminada, sus pensamientos se desbordaban. Ethan había sido su refugio, una chispa de luz en un mundo lleno de sombras. Pero el hecho de que estuviera tan cerca de otra mujer, riendo y coqueteando, la había hecho cuestionar todo lo que había construido entre ellos. Se detuvo y apoyó la mano en una pared de ladrillos, buscando la estabilidad que le faltaba.
De repente, sintió la vibración de su teléfono en el bolsillo. Lo sacó y vio que era un mensaje de Ethan.
"Olivia, por favor, vuelve. Necesito hablar contigo."
Las palabras resonaron en su mente, y un torbellino de emociones la invadió. Su corazón quería ceder, pero su orgullo luchaba contra la idea de volver y permitirle a Ethan calmar sus miedos. Sin embargo, la necesidad de respuestas y la urgencia en su mensaje eran irresistibles.
Decidida, Olivia comenzó a caminar de regreso a la gala, su mente ya maquinando sobre lo que iba a decir. Al acercarse a la entrada, pudo ver a Ethan de pie junto a la puerta, su expresión mezcla de preocupación y frustración. Cuando ella llegó, él se acercó rápidamente, sus ojos ardían con una intensidad que la hizo contener la respiración.
—Lo siento, Olivia. No quería que esto sucediera. —Su voz era profunda, resonando con una sinceridad que la hizo dudar.
—¿Qué quieres que te diga, Ethan? —replicó ella, cruzando los brazos en un gesto defensivo—. ¿Que entiendo que estás rodeado de mujeres que no pueden dejar de lanzarse sobre ti?
Ethan cerró los ojos por un momento, como si se estuviera esforzando por contener su frustración. —No tienes que hacer esto más difícil de lo que ya es. No estoy con Mia. Solo estaba tratando de hacer una conexión de negocios. Tú lo sabes.
—Pero eso no cambia lo que vi. —La voz de Olivia tembló un poco, y rápidamente tomó una respiración profunda para recuperar la compostura—. Estoy cansada de ser la que siempre espera a que me elijas, Ethan.
Él dio un paso hacia ella, su mirada enfocada y penetrante. —No se trata de elegir. Se trata de construir algo real. Y no puedo hacerlo sin ti.
Olivia se encontró atrapada en su mirada, la sinceridad de su declaración atravesando las murallas que había levantado. —Entonces, ¿qué somos, Ethan? Porque en este momento, me siento más confundida que nunca.
Ethan dio un paso más cerca, su respiración se hacía más pesada. —Eres más que una opción para mí. Eres todo lo que quiero. Pero hay cosas en mi vida que son complicadas. Cosas que aún no puedo compartir contigo.
Su corazón se aceleró ante sus palabras, pero la sombra de su pasado y sus decisiones seguían acechando. —¿Por qué no puedes decírmelo? ¿Qué es lo que estás ocultando?
Un suspiro se escapó de los labios de Ethan, y la tensión entre ellos creció, electrificando el aire que los rodeaba. —Porque tengo miedo de perderte. Y si supieras la verdad, puede que decidas que esto no vale la pena.
El silencio se hizo pesado entre ellos, y la lluvia comenzó a caer, creando una melodía suave sobre el suelo. Olivia sintió cómo las gotas resbalaban por su piel, mezclándose con las lágrimas que había reprimido. Era un momento de vulnerabilidad, y se dio cuenta de que también había miedo en su propio corazón.
—Quiero saber, Ethan. No puedo seguir adelante si hay cosas entre nosotros que no comprendo.
Él asintió lentamente, como si estuviera sopesando sus palabras. —Está bien. Pero entiende que lo que voy a decirte cambiará todo.
Mientras se preparaba para escuchar la verdad, el latido de su corazón resonaba en sus oídos, y la lluvia seguía cayendo como un recordatorio de la intensidad de lo que estaba por venir. No sabía si estaba lista para enfrentar lo que Ethan había ocultado, pero sabía que debía hacerlo. Porque si había algo más oscuro entre ellos, era el momento de desenterrarlo.
La atmósfera a su alrededor se tornó tensa y expectante, como si el universo mismo estuviera esperando a que Ethan revelara su verdad. Y en el fondo, Olivia se dio cuenta de que el amor que sentía por él no solo era un deseo, sino una necesidad de entender su mundo, su historia, y lo que eso significaba para su futuro juntos.
—Te escucho —dijo ella, su voz firme a pesar de la tormenta de emociones que la asediaba.
Ethan respiró hondo, preparándose para abrir su alma y revelarle las sombras que había estado ocultando. La noche, ahora empapada de lluvia, se convirtió en el escenario perfecto para una revelación que podría cambiar todo entre ellos.
ADEMÁS QUIERO REITERAR, QUE ESTA MUUUUUUY BIEN ESCRITA. GRACIASSSSSSS A LA AUTORA POR ESTA HISTORIA Y FELICITACIONES