Hacía ocho años que Valentina Rossi se había visto obligada a casarse con Leonardo Bianchi. Ambos provenían de familias influyentes , pero siempre habían vivido separados y ni siquiera habían consumado el matrimonio.
Sin embargo, ahora Valentina deseaba buscar su propia felicidad, por lo que decidió pedirle el divorcio a Leonardo. Su respuesta fue clara: él era su marido y sería también quien le proporcionaría esa felicidad.
Al principio, Valeria se negó a intentarlo siquiera; al fin y al cabo, Leonardo un conocido donjuán. Pero las circunstancias, incluyendo la crisis de salud de su padre, lo empujaron a reconsiderar su decisión y la hicieron cambiar de opinión.
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Capítulo 13 : Celos, Risas y Nuevas Alianzas
Valentina estaba ocupada en el viñedo cuando Claudia llegó corriendo hacia ella, con una sonrisa de oreja a oreja. "¡Valentina, adivina quién viene de visita!", exclamó, sin poder contener su emoción.
Valentina se secó el sudor de la frente y miró a su prima con curiosidad. "¿Quién viene, Claudia?"
"Teo y su primo, Marco. Te conté sobre ellos, ¿recuerdas?", dijo Claudia, casi saltando de alegría.
Valentina sonrió y asintió. "Sí, recuerdo que mencionaste a Teo. Será divertido tener más compañía."
No mucho después, un coche se detuvo en la entrada del viñedo y Teo y Marco salieron del vehículo. Teo, un joven alto y atlético con una sonrisa radiante, saludó a Claudia con un gran abrazo. Marco, su primo, un poco más bajo y con una expresión seria, se acercó con timidez.
"¡Hola, Claudia! ¡Es genial verte!", dijo Teo con entusiasmo.
"¡Teo! Marco, bienvenidos. Esta es mi prima Valentina", dijo Claudia, presentándolos.
"Encantado de conocerte, Valentina", dijo Teo, estrechándole la mano.
"El placer es mío. Bienvenidos al viñedo", respondió Valentina con una sonrisa.
Justo en ese momento, Luca apareció detrás de Valentina, con las cejas levantadas al ver a los nuevos visitantes. "¿Quiénes son tus amigos, Valentina?"
"Luca, estos son Teo y Marco, amigos de Claudia", explicó Valentina.
Luca estrechó la mano de Teo y Marco, pero Valentina notó una ligera tensión en su mandíbula. "Encantado de conocerlos", dijo Luca, aunque su tono era algo frío.
Poco después, Leonardo también llegó al viñedo, atraído por la curiosidad de la actividad inusual. Al ver a los nuevos visitantes, levantó una ceja interrogativa. "¿Quiénes son estos?", preguntó, dirigiéndose a Valentina.
"Leonardo, estos son Teo y Marco, amigos de Claudia", repitió Valentina.
Leonardo estrechó la mano de Teo y Marco, pero Valentina notó un destello de celos en sus ojos. "Bienvenidos", dijo Leonardo, con un tono igualmente frío.
Claudia, notando la tensión en el aire, decidió romper el hielo. "¿Por qué no hacemos un tour por el viñedo? Podría ser divertido", sugirió.
Valentina asintió y comenzó a guiar a todos por el viñedo, explicando el proceso de cultivo y producción de vino. Teo y Marco escuchaban con atención, mientras que Luca y Leonardo seguían de cerca, manteniendo una vigilancia silenciosa.
Durante el recorrido, Teo hizo un comentario sobre lo hermosa que era la vista del viñedo, lo que provocó una sonrisa en Valentina. Sin embargo, Luca no pudo evitar intervenir. "Sí, es una vista hermosa, pero también requiere mucho trabajo duro para mantenerla", dijo, subrayando su punto con firmeza.
Leonardo, por su parte, se acercó a Valentina y le susurró al oído. "No me gusta cómo Teo te mira."
Valentina suspiró y le dio un codazo ligero. "No seas celoso, Leonardo. Solo están aquí de visita."
La situación se volvió aún más cómica cuando, durante el almuerzo, Claudia accidentalmente derramó su bebida sobre Marco, quien trató de limpiar el desastre con una servilleta. Teo y Claudia rieron, mientras Marco se sonrojaba de vergüenza.
"Lo siento, Marco", dijo Claudia, todavía riendo.
"No te preocupes", murmuró Marco, tratando de ocultar su incomodidad.
Leonardo y Luca, por otro lado, seguían observando a los nuevos visitantes con recelo. Cuando Teo hizo un comentario halagador sobre el vino que Valentina había producido, Leonardo no pudo contenerse. "El vino de Valentina es excepcional porque ella pone su corazón y alma en él. No cualquiera puede apreciarlo", dijo, con un tono posesivo.
Luca asintió en acuerdo, agregando. "Sí, se necesita un verdadero conocedor para entender el valor de su trabajo."
Teo, sin darse cuenta de la tensión subyacente, respondió con una sonrisa. "Eso es evidente. Valentina, realmente has hecho un trabajo increíble aquí."
Valentina agradeció el cumplido, pero no pudo evitar notar la actitud protectora de Leonardo y Luca. Decidida a cambiar el tema, sugirió que todos fueran a ver las bodegas.
Durante el recorrido por las bodegas, Claudia y Teo se adelantaron un poco, charlando y riendo, mientras Valentina se quedó atrás con Marco, explicándole algunos detalles técnicos del proceso de fermentación.
Leonardo y Luca se quedaron observando a la distancia, intercambiando miradas de complicidad. Ambos estaban claramente incómodos con la presencia de los nuevos visitantes, pero trataban de no mostrarlo demasiado.
Finalmente, al llegar al final del recorrido, Teo sugirió que todos se sentaran en la terraza para disfrutar de una copa de vino. La atmósfera se relajó un poco mientras todos se sentaban y brindaban por la amistad y el buen vino.
"Realmente aprecio la hospitalidad, Valentina", dijo Teo, levantando su copa. "Ha sido un día maravilloso."
"Me alegra que lo estén disfrutando", respondió Valentina, con una sonrisa.
Sin embargo, la paz no duró mucho. Cuando Claudia comenzó a hablar sobre algunos planes futuros que tenía para el viñedo, mencionó la posibilidad de expandir el negocio y colaborar con otros productores de vino. Teo, interesado, ofreció algunos contactos que podrían ser útiles.
Leonardo, sintiendo que su territorio estaba siendo invadido, intervino rápidamente. "Tenemos todo bajo control aquí. No necesitamos ayuda externa", dijo, con un tono firme.
Luca asintió en acuerdo. "Sí, hemos trabajado muy duro para construir lo que tenemos. No queremos comprometer nuestra independencia."
Valentina suspiró, sintiendo la tensión creciente. Decidida a mantener la paz, agradeció a Teo por su oferta y sugirió que todos simplemente disfrutaran del vino y la compañía.
A medida que la tarde avanzaba, la atmósfera se volvió más relajada, aunque la tensión subyacente entre los hombres nunca desapareció del todo. Valentina no pudo evitar reírse internamente de la situación. Aquí estaba, rodeada de amigos y familiares, todos tratando de marcar su territorio de una manera u otra.
Finalmente, cuando el sol comenzó a ponerse, Teo y Marco se despidieron, agradeciendo nuevamente a Valentina y Claudia por su hospitalidad.
"Ha sido un placer conocerte, Valentina. Espero que podamos vernos nuevamente pronto", dijo Teo, estrechando su mano.
"El placer ha sido mío. Son bienvenidos aquí en cualquier momento", respondió Valentina con una sonrisa.
Después de que Teo y Marco se fueron, Claudia, Valentina, Leonardo y Luca se quedaron en la terraza, disfrutando de la tranquilidad de la noche.
"Hoy ha sido un día interesante", comentó Claudia, mirando a su prima y a los dos hombres que las acompañaban.
"Sí, definitivamente interesante", respondió Valentina, con una sonrisa divertida.
Leonardo y Luca intercambiaron una mirada, conscientes de que habían sido un poco posesivos. Pero en lugar de disculparse, simplemente se unieron a la risa general, aceptando que, al menos por hoy, todo había salido bien.
La noche terminó con una sensación de camaradería y entendimiento renovado. Aunque las tensiones y celos no habían desaparecido por completo, todos se dieron cuenta de que, al final del día, la familia y los amigos eran lo más importante.
saludos y bendiciones desde CHILE 🇨🇱🇨🇱🇨🇱🤗🤗
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Los invito a que sigamos compartiendo nuestras impresiones con respeto y empatía, recordando siempre que detrás de cada obra hay una persona que ha puesto su corazón y esfuerzo en ella. Sus opiniones son importantes, y cuando se expresan de manera constructiva, tienen el poder de contribuir positivamente al proceso creativo.
Gracias por su comprensión y apoyo continuo.
Con aprecio,
Araceli Settecase