Rosas Y Armas

Los engranajes en mi cabeza comenzaron a trabajar, Nathan había podida con su hermano. Él sabia muy bien todos los pequeños juegos sucios que su hermano podría llegar a jugar para llegar a lo que quería. También sabia que esto lo hacia solo para aplastar los sueños de su padre y demostrarle que él podría ser mejor heredero del poder De’Ath’s de lo que su padre fue. Aunque Nathan, había comentado que su padre aun insistía que él debía ser la cabeza de la familia y no su hermano Demitri, su madre trataba a su hermano como una sangre sucia. Alguien que fue concebido fuera del matrimonio.

Y eso era lo que Demitri De’Ath’s, el hombre de ojos fríos y bellos pero afiladas características, era. Era muy sabido que las los gobernantes de los siete reinos, la clase más alta, los representantes de los siete dioses. Aun con tanto don concebido por uno de los dioses, también era maldecido. La sed de sangre podía venir a por ellos de cualquier manera, algunos debían beber sangre para calmar la maldición, otros debían derramar sangre y otros, pero muy raros, debían infligirse dolor hasta sangrar.

Todos tenían el mismo final. Sangre.

Aunque la maldición, solo venia cuando él verdadero sucesor, mayormente siempre era el que llevaba la sangre más pura, al llegar a la mayoría de edad conseguía el don otorgado por los dioses junto a la maldición.

Nathan me había dicho que Demitri había sido bendecido por la Diosa Ignis, que nadie sabía, solo persona seleccionada de confianza. Y que Demitri solo gobernaba en nombre de su padre y en espera de que Nathan, él sea bendecido. Pero aquello nunca sucedió, Nathan sabía que, al ascender después de ser bendecido, llevaba a la maldición y para saciar aquello se debía unir con otro de sangre pura. Por lo que Nathan iba a tener un matrimonio arreglado. Pero aquello cambio después de que él conociera a mi hermana, la llamaba su Cordis. Nunca lo entendí, y tampoco él nunca lo dijo, pero cuando se dio cuenta de que su escape era mi hermana, él decidido dejar todo atrás. Y dejar que cualquier enojo del Dios cayera sobre su hermano.

Lo sabía, sonaba tan egoísta, pero no me importo cuando vi a mi hermana sonreír tan brillante junto a Nathan.

Y sabía que Demitri quería a Nathan para que le otorgue el completo poder haciéndolo casar con otra sangre pura, mandándolo a otra nación como peón. Logrando todos los objetivos que tenia en mente, Nathan odiaba como amaba a su hermano.

América del Norte, la nación del fuego, protegida por la Diosa Ignis.

América del Sur, la nación de las plantas, protegida por el Dios Radix.

*Europa, la nación del hielo, protegida por el Dios Nix. *

África, la nación de la Piedra, protegida por el Dios Saxum.

Oceanía, la nación del agua, protegida por la Diosa Aqua.

Asia, la nación del rayo, protegida por la Diosa Radium.

Y, por último, la nación que era balanza de poder sobre todas las otras naciones. La que se le consideraba la más poderosa e inquebrantable, la nación de la Luz, protegida y gobernada por la deidad Lux. Aunque, eso fue hace bastante tiempo, y ahora la deidad Lux parece ser un cuento para dormir para todos los niños, una leyenda ya casi olvidada. La nación se encontraba en Dinamarca, sobre arriba de todas las otras naciones.

Hace cientos de años, miles tal vez. Un sucesor de la nación del hielo, decía haber escuchado el susurro de la deidad de la Lux, quien le había recitado un secreto antes de que su esencia se desvanezca. Donde decía que todo descendiente de la deidad Lux, de su propia sangre, estaba corrompida por la deidad Tenebris, un mito entro tantos cuentos, casi olvidado. Algunas naciones juraron que fue un susurro a quien sería el próximo gobernante supremo entre las naciones, otro lo vieron como una declaración de guerra.

El sucesor de la Dios Nix, proclamo el puesto supremo, aniquilando a todo sucesor vivo de la deidad Lux, escribiendo en los libros de historias, sobre los descendientes de la luz siendo corrompidos por la oscuridad, dejando sentencias en donde la deidad Lux antes de morir, dejó al sucesor de la nación del hielo, como sucesor supremo.

En aquel instante algunas naciones sintieron como se rompía el desequilibrio de poder y sufrían de dolor con la aniquilación de la familia Luxess, algunos descendientes sucumbieron a la locura. Fue cuando el resto de las naciones decidieron detener el plan de gobernante del rayo y su aliado el gobernante de la nación de la piedra. Lo llamaron la guerra de luz y oscuridad, el resto de las naciones derrotaron a los conquistadores corrompidos, pero no lograron que la balanza de poder se restaurara y fue la única vez en todos los tiempos que los dioses de cada nación aparecieron y maldijo a cada sucesor por la aniquilación de la deidad Lux.

Se decía que la deidad Lux, era madre de los seis dioses.

Y desde aquello, entre todas las naciones se decidió que la nación en donde antes gobernaba la deidad Lux, seria propiedad de las seis naciones, seguiría siendo una nación más. Por eso que aun hoy en día, se sigue diciendo que las siete naciones reinan el mundo.