La promesa que le hizo a su padre en la tumba, ha hecho de Agatha un gran abogada, rigiendo su vida en base a esa promesa, pero parece que este nuevo caso tendrá que desestabilizar todo su mundo y esas bases. Parece que este va a ser su peor juicio, porque ese hombre de ojos verdes la vuelve cada vez más loca.
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GYM GIRL
Agatha escucho su alarma y se despertó, alargando sus piernas y brazos para quitarse la pereza del cuerpo, apago la alarma que no paraba de sonar y comenzó su rutina diaria, bajó a la cocina y se colocó el agua para tomarse un té de frutos rojos con hibisco, su preferido, volvió a su habitación y se cambió por la ropa para el gimnasio, aprovecharía la oportunidad par hacer ejercicio en el gimnasio de una amiga, mio el reloj y aun era temprano, faltaban treinta minutos para las seis de la mañana, pero sabía que Renata ya tendría abierto. Se terminó de preparar el té y fue a la habitación de su madre, entró con cuidado y se acercó a la silueta dormida de su madre, le dio un beso en la mejilla y su madre murmuró alguna cosa que ella no entendió
-me voy mami, voy donde renata - susurro agatha antes de darle un beso despedida, su madre asintió y se volvió a dormir
Agatha sabía que no debía de explicar más, su madre entendía. Salió de la casa con una pequeña maleta para cambiarse de ropa dentro del gimnasio, solo condujo cuatro manzanas y estación enfrente del edificio antiguo, tenía unas letras enormes avisando el nombre, GYM GIRLS, sonrió ya sabiendo que su amiga estaria adentro haciendo llorar a alguna mujer, colocó su dedo en un pequeño dispositivo que hacía la lectura de la digital para liberar la entrada a las los clientes, había otra puerta a unos cuantos metros que aún estaba cerrada, era la otra entrada para los alumnos por primera vez donde los recibía una recepcionista y les realizaba la inscripción, pero esa puerta la abren solo después de las siete de la mañana.
Agatha busco con las mirada a su amiga y Renata estaba tomando una taza de café, cuando la vio le dio una sonrisa gigante, emocionada de ver a su antigua amiga. Renata era una mujer alta de cuerpo musculoso, en algún momento había participado de competencias de físico culturismo y algunos de sus trofeos adornaban una pared del gimnasio.
-Pense que te habías olvidado de mí -dijo Renata y agatha la abrazo - o que ya te estaba dando miedo mis entrenamiento
-Ninguno de las dos, extraño mucho tus entrenamiento, vamos- Agatha dejo sus cosas en una armario y siguió a su amiga
-Por supuesto hoy entrenaremos piernas - renata la miró con una gran sonrisa - reventaremos esas nalgas
-por supuesto, tengo noventa minutos antes de ir a trabajar - agatha miró su reloj eran las cinco y cincuenta
-Entonces vamos aprovechar cada minuto
Agatha suspiro, sabía que su amiga la haría sufrir. Y así fue media hora después Renata le gritaba para levantar un total de ochenta kilos en una sentadilla, cuando tenían una hora de entrenamiento Renata casi la hace desmayar en la extensora de piernas levantando cien kilos y por último para reventar el glúteo una serie de bulgarian split.
-Terminamos y no necesitamos los noventa minutos - se burló Renata al ver a su amiga casi desfalleciendo, sabía que Agatha adoraba esos entrenamientos fuertes, con tal de mantener ese cuerpo de diosa que con lo años había conquistado
-Dios, siento que he muerto hoy, no siento las piernas - Agatha se echó a reír, estaba tirada en el suelo del gimnasio, sin energía para levantarse - aun no he comido, creo que mi presión bajo
-Ya te traigo algo para comer, aun te vez con Elizabeth? - Renata se alejó un poco y busco en la nevera una bebida alta en proteína y un sándwich de queso y pollo, sabia que Agatha entrenaba solo con un té en la barriga, pero en los años que tenía entrenado nunca le habia dado problema
-Por supuesto, es mi nutricionista de toda la vida, no la cambiaría por nada en el mundo - Agatha acepto la bebida y el sandwich
-A mi me cambiaste muy fácil - se queja Renata sentándose a un lado de su amiga
-Cree que no fue nada fácil, pero necesitaba vivir más cerca del centro por mi trabajo y también demoraba mas tiempo en el transito y...
-Necesitabas vivir más cerca de tu novio querrás decir
-Por supuesto que no, el se mudo conmigo
-Claro, engañame si quieres, eras feliz aquí en este barrio y no se si eres feliz allá
-Lo soy, nunca te olvidaré, somos amigas desde niñas - Agatha apretó la mano de su amiga, la había visto crecer en ese mundo y fue Renata quien la incentivó a entrar en ese mundo.
-Conocí a un hombre, creo que siento algo fuerte por él de esa vez y también compitió hace años, entonces me entiende muy bien - le contó Renata alegre
Estuvieron hablando por algunos minutos, Agatha tenía que bañarse y Renata sabía los hábitos de su amiga, esa mujer nunca cambiaba era muy metódica con su higiene, era ya parte de su amiga, ella le habia enseñando a mejorar su forma fisica y agatha le habia enseñado a ser mas femenina, adoraba a su amiga.
Este capítulo fue una montaña rusa de emociones y yo encantada gritando en primera fila.
Cada línea me tuvo atrapada como si el Wi-Fi dependiera de tu historia.
¡No sé cómo lo haces, pero lo haces genial!
Gracias por escribir con tanta magia… y por dejarme con el corazón en suspenso como siempre.
¡Espero el siguiente capítulo como quien espera pizza en plena dieta: con emoción y ansiedad!