Ninguno de los dos planeó enamorarse. ♡
Matteo carga con las cicatrices de un pasado doloroso: perdió a su familia y a su esposa. Antonella, en cambio, quedó marcada por la muerte de su madre y encontró refugio en la única persona que le quedaba: su padrastro. Dos almas rotas, un destino inesperado… y un amor que nunca imaginaron.
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Episodio 13: Capricho
^^^Antonella De angelis.^^^
—Besé a Matteo mientras él dormía en el sofá.—Confesé en voz baja.—Estábamos celebrando el lanzamiento de mi libro y él había bebido lo suficiente como para perder el conocimiento mientras yo buscaba otro refresco para mí.—Observé la expresión de Bianca, pero esta no demostraba disgustes o ningún otro indicio de rechazo, así que continúe.—Creo que me ha gustado durante mucho tiempo y solo hace unos meses confirmé mis sentimientos por él.
—Dios, Antonella.
—Realmente me gusta Bianca.—Afirmé.—Y no sé que debería hacer con estos sentimientos, no puedo decirle lo que siento y cada día es jodidamente doloroso verle cuando mi corazón reacciona al mínimo gesto de su persona.—Di un respiro ahogado.—Lo siento, sé que es horrible y asqueroso porque se supone que es mi figura paterna, pero yo no elegí amarle.
—No es asqueroso ni mucho menos horrible, amiga.—Ella puso su mano sobre la mía en muestra de afecto y comprensión.—Nadie puede manejar a nuestro estúpido y ciego corazón, simplemente ocurre y es nuestra mente lo que nos hace entender que algunas personas están fuera de nuestro alcance, lo sé porque realmente amo a Enzo, pero también entiendo que nuestro tiempo es el equivocado.
Una lágrima amenazó con salir al escuchar sus palabras, pero también había encontrado la calma gracias a ella. Yo no pedí enamorarme de Matteo y saber que Bianca no me está tratando como una jodida loca me hace sentir al menos un poco mejor.
—¿Qué debería hacer?.—Decidí preguntarle con la esperanza de encontrar la respuesta correcta.
—Debes superarlo y aceptar que esto puede ser simplemente un capricho de adolescente.—Respondió ella.—Te sería de ayuda conocer a más personas, otros chicos que puedan llamar tu atención o enfocarte en tus libros.—Recomendó.—Si todavía sientes lo mismo por Matteo luego de un tiempo, entonces buscaremos otra manera menos dolorosa para que puedas encontrar tu felicidad.
—¿Qué hay de ti y Enzo?.—Me quejé.
—Enzo no es mi padre y tampoco tiene más de 30 años.—Aclaró y al segundo después se arrepintió de su respuesta cuando vio la tristeza en mi mirada.—Lo siento Antonella, pero no puedes comparar mi situación con la tuya.—Bianca suavizo su expresión y mantuvo su mano sobre la mía.—Matteo es un escritor famoso y Enzo solamente es un trabajador de una linda cafetería que es conocida por las personas del área, así que, ¿quién crees que tiene más oportunidades para arruinar su vida por encapricharse con una adolescente de 15 años?
—Supongo que Matteo.—Respondí a regañadientes.
—Así es amiga.
...Aunque me duela, Bianca tiene razón....
Mis sentimientos por mi padrastro le traerían únicamente desgracias a su pacífica vida y no puedo ser tan egoísta como para permitirlo.
—Intentaré seguir tu consejo.—Finalmente acepté.
No quiero conocer a otros chicos, porque sé que terminaré comparándolos con Matteo y eso sería injusto para ellos. Así que he decidido enfocarme en mis próximos libros para mantenerme al margen de la realidad y así evitar cometer otro error como aquel beso robado que le di en su momento de vulnerabilidad.
