La Bestia Y La Chama

Narra Maximiliano.

Debo admitir que ver a Kathleen sonreír y disfrutar de mi fastidio al estar haciendo compras con ellas me agradó mucho, esa mujer es fascinante y más aún cuando sin pensarlo me llevo para comprarle cosas a mi pequeña Angelita, esa mujer está entrando en mí cada día más y no quiero que salga, tampoco quiero sacarla, pero no quiero hacérselo saber porque sé que me odia, así que antes de que ella siga entrando de esa manera en mí tengo que dejarla ir, tengo que devolverle su libertad porque conmigo no será feliz , yo no puedo darle una vida de paz, no puedo obligarla a que me ame porque si ella en algún momento quiere estar conmigo que sea porque lo desea no porque este secuestrada y este en la obligación de hacerlo.

La noche llego y con ella la algarabía de mi familia ya que mamá decidió que cenaríamos afuera a luz de la luna porque tenía una sorpresa para mí, algo que me molestó un poco porque mi madre sabe que no me gustan las sorpresas y mucho menos un día antes de mi cumpleaños, pero a mi madre le da igual que me moleste o no.

La cena transcurría normal y no podía dejar de ver a esa mujer tan bella que se encontraba frente a mí. Kathleen lleva unos vaqueros desgastados en las piernas , un crotop rosa haciendo que sus pechos se vean más grandes y provocativos, es que está mujer no deja de provocarme y jugar con mi mente... me mira fijamente regalándome una sonrisa tierna pero seductora haciendo que mi mente la imagine poniéndola en muchas posiciones donde pueda hacer mía ese par de bellezas . Todos se levantan para brindar por mi casi cumpleaños, todos me dan los regalos y dan sus felicitaciones los cuales recibo con cariño y correspondo los afectos , por último mi querida dama se acerca agarrando mis manos y depositando una pequeña caja en ella, me indica que la abra y mi familia empieza a pedir que la abra porque no aguantan la curiosidad. La abro y dentro hay un collar con un dije de un ángel y en él el nombre de mi pequeña Lucciana escrito, me sorprendió el regalo ya que no me esperaba un detalle así y mucho menos de ella, sin pensarlo la abracé y le di un beso en la frente dándole las gracias por tan lindo regalo, dejé que me lo colocará y le besé el dorso de su mano al terminar de colocarme el collar.

Maximiliano: — la miré con cariño — Muchas gracias Principessa, es muy lindo el regalo y mas lindo el significado de este .

Kathleen: —ella sonrió tímidamente y me gustó esa actitud — No hay de que , solo quería que llevarás a tu niña siempre contigo y así también sea ella el ángel que te cuide todo el tiempo, me alegro que te haya gustado .

Depósito un beso en mi mejilla y se alejo dejando que mis hermanos me felicitaran nuevamente, con una sonrisa en sus labios y una mirada algo triste se marcho de la reunión, eso me confundió porque pensé que las cosas estaban cambiando, pero me di cuenta que no, que solo ha tenido un gesto amable conmigo es todo.

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Narra Kathleen.

La señora Luccía me informo está tarde que mañana sería el cumpleaños de mi Bestia, así que cuando salí con ellas al mall aproveche de comprarle un detalle el cual pensé que me sería difícil de comprar debido a que no me dejaban entrar sola a ninguna tienda lo cual me tocó ingeniármelas para poder hacerlo a escondidas y aunque tuve la oportunidad de irme y de escapar, de no volver aquí... no lo hice porque en el fondo sí quiero estar aquí, en su cumpleaños, ha pasado casi un mes desde que estoy aquí y me he encariñado con todos en esta familia, más con la pequeña Lucciana y aunque a veces quisiera estrangular a Maximiliano en el fondo me agrada, me gusta ese tipo y no puedo negarlo. Me encantó su reacción al darle su regalo, pero debo admitir que en momentos así de celebración es cuando más extraño a Esther y deseo hablar con mi familia, debido a mi tristeza decidí marcharme a mi habitación.

Salí de la ducha y me puse un pijama de seda corto, de repente tocan mi puerta ,me dirijo a ella y abro encontrándome a un Maximiliano sonriente , me mira de pies a cabezas haciendo que coloque mis brazos cruzados tapando mis pechos.

Maximiliano : —carraspea y me mira algo nervioso— Hola Kathleen, solo te molestó para decirte que mañana en la tarde tenemos que ir a una fiesta... Es de bienvenida a los hermanos Salazar en casa de los Dimitri's así que mañana Isabelletta te llevará de compras para que elijas lo que quieras vestir. No te molesto más, así que buenas noches.

Se marchó sin ni siquiera esperar a que le respondiera... <>.

Kathleen:—salgo al pasillo y caminando hacia él, lo detengo mirándolo a los ojos fijamente, algo nerviosa, pero muy enfadada me le encaro— Primero tienes que preguntar si quiero o no quiero ir, pero ya sé lo que dirás, que soy tuya y por lo tanto tengo que hacer lo que te dé la gana, ok, lo acepto ya , pero si quieres que te acompañe a esa dichosa fiesta tendrás que dejarme llamar a mi amiga y a mí familia porque ya ha pasado casi un mes y no saben de mí, el tiempo máximo que he durado sin dar señales de mí han sido tres días, así que señor Maximiliano Fiorelli si usted desea que yo lo acompañe entonces déjame hablar con los míos, por favor.

Él solo me miró con asombro, él todavía no puede creer que sí exista una mujer que no se le doblegue ni se resista a sus encantos, pero eso se acabó señor bestia porque ya me has conocido .

Maximiliano: —Con algo de enfado y agarrando el puente de su nariz se acercó a mí— Ok está bien... hablaras mañana a primera hora con tu familia, pero ten en cuenta que yo estaré allí escuchando todo para que no se te vaya a soltar la lengua querida mía y esto solo lo hago porque me los has pedido por favor porque de otro modo te encerraría en tu habitación sin dejarte salir por una semana más... me estás entendiendo Principessa!

Agarrándome de la cintura me hala hacia él pegándome a su cuerpo y dejando un beso tibio y húmedo en mi cuello, dando me el placer de inhalar su aroma tan varonil, haciendo que mi entre piernas envié un corrientazo a mi vientre queriendo y deseando que me bese y me haga suya. Mi cuerpo tiembla con la acción que ha hecho y antes de cometer cualquier locura lo empujó y me alejo asintiendo con la cabeza y caminando rápido a mi habitación, me encierro tumbando me en la cama sonriendo y pensando en lo caliente que me ha dejado, decido salir al balcón un rato a ver si el clima frío me quita la calentura causada por esa Bestia tan sexy y ardiente que hace estremecer cada parte de mi cuerpo <>.

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Narra Maximiliano.

Esa mujer me está volviendo completamente loco, es que solo quería informarle que mañana tendrá que asistir a una fiesta conmigo, pero es que verla así tan sexy me dieron ganas de devorarla completa y probar su feminidad, esa mujer altera mis sentidos de una manera que no había experimentado, notar sus pequeños pezones por encima de ese pijama ha hecho que los quiera saborear pasando mi lengua entre ellos y solo hacerla mía... Grrr, pero es que esa niña es demasiado altanera, en solo unos segundos hizo que mi excitación se convirtiera en enojo... es que simplemente tiene un don para elevarme al cielo con su sensualidad y de un segundo al otro bajarme al infierno con su altanería y actitud desafiante causando que por unos intentes quiera dispararle en medio esas lindas cejas, la hija de puta sabe provocarme de muchas maneras y eso sí que es lo que más me agrada .

Me acuesto en mi cama pensando si la tristeza que note en su rostro fue por extrañar a su familia o por otra cosa , la verdad es que no me he tomado la molestia de preguntarle a Massimo si es casada, tiene familia aquí o por lo menos si tiene hijos ya que es tan tierna con mi niña y quizás ese afecto se deba a que sea madre, pero recuerdo que ella dijo que no tenía hijos así que me inclino a que extraña a su familia, pero la idea de que a lo mejor sea porque extraña a su pareja me da una punzada que despiertan mis celos, me rasco la cabeza en modo de frustración, apago la luz para tratar de dormir, pero esa pequeña voz de la conciencia no me lo permite... <>.