Mico brilla bajo las luces de los escenarios, Tina vive entre raíces sencillas y reale. Sus mundos nunca debieron haberse cruzado, pero lo hicieron; entre secretos y la presión de la fama, tendrán que decidir si lo que sienten vale el riesgo de perderlo todo.
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capitulo 12: Rumores
El día comenzó con normalidad en el rodaje, pero pronto todo cambió. Mientras Tina organizaba guiones y materiales, escuchó murmuraciones entre el equipo: comentarios sobre las miradas prolongadas entre ella y Mico, gestos que se habían filtrado en fotos y videos del set, y sobre todo, la cercanía que todos empezaban a notar.
—¿Viste cómo se miran? —susurró una asistente a otra—. No es normal.
Tina frunció el ceño. Sintió un nudo en el estómago. No era que le importara lo que dijeran, pero cada rumor era una amenaza silenciosa que podía complicar las cosas con Mico y también con ella misma. Sabía que sus padres jamás aceptarían que ella estuviera interesada en una mujer, y ahora, con los ojos del mundo observando, el miedo se volvía más intenso.
Mico, por su parte, estaba en otra habitación cuando su asistente de prensa entró con el teléfono en la mano, la expresión preocupada.
—Mico, necesitamos hablar —dijo— Hay rumores en redes sociales sobre ti y Tina. Se están viralizando.
Mico palideció. Se sentó en la silla del camerino, con las manos sobre el rostro.
—¿Qué dicen? —preguntó, la voz temblorosa.
—Que hay algo más que una amistad. Fotos tuyas con ella circulando, miradas, gestos.—La asistente respiró hondo—. La gente empieza a especular.
El corazón de Mico se aceleró. Sabía que cualquier indicio de su verdadera sexualidad podía desencadenar un escándalo, y también afectaría su carrera. Siempre había cuidado su imagen pública, había aprendido a ocultar lo que realmente sentía por miedo al rechazo. Ahora, todo eso estaba en peligro.
—Esto es, demasiado —susurró, bajando la mirada—No puedo permitir que esto se salga de control.
Mientras tanto, Tina seguía organizando materiales, pero sentía que el aire a su alrededor se volvía más pesado. Cada vez que miraba a Mico, veía la preocupación reflejada en sus ojos, la tensión que había surgido por los rumores. No quería acercarse demasiado, pero tampoco podía ignorar lo que estaba pasando.
Finalmente, decidió acercarse a ella, con cuidado.
—Mico —dijo suavemente, intentando no sonar acusatoria— ¿Estás bien?
Mico la miró, tratando de recomponerse.
—No del todo —admitió— La prensa, los rumores, siento que todo puede derrumbarse en un instante.
—Yo entiendo —dijo Tina, sentándose junto a ella— Yo también tengo miedo de que mis padres se enteren de lo que siento, de lo que somos. Pero, no podemos dejar que nos controle todo esto.
Mico respiró hondo, sintiendo el calor de la mano de Tina sobre la suya. Por un momento, el mundo externo dejó de importar.
—Es que —comenzó, pero luego se detuvo—. No sé si estoy lista. No quiero arriesgar nada.
—No se trata de arriesgar —dijo Tina, con suavidad— Se trata de ser honestas, de ser vos misma, aunque sea difícil.
Mico bajó la mirada, luchando con sus propios miedos. Cada rumor era como una sombra que amenazaba con devorarla, pero al mismo tiempo, la presencia de Tina le daba fuerza. Era como si la simple cercanía de ella la hiciera sentir que podía soportar cualquier tormenta, incluso la del escrutinio público.
El resto del día se volvió un desafío. Cada interacción con el equipo y con otros miembros de la producción estaba cargada de tensión. Mico se mostró más reservada, evitando gestos que pudieran alimentar los rumores, mientras Tina hacía todo lo posible por mantener el profesionalismo sin alejarse demasiado. Sin embargo, sus miradas continuaban cruzándose, silenciosas pero llenas de significado.
Durante un descanso, Tina se sentó cerca de Mico, y ambas intercambiaron un vistazo que decía más que cualquier palabra.
—No quiero que esto nos separe —dijo Tina, la voz apenas audible.
—Nunca me separaré de ti —respondió Mico, apretando suavemente su mano— Solo necesito tiempo para procesar todo.
Tina asintió. Sabía que no podía presionarla, pero también sentía que el tiempo se estaba agotando. Cada día, cada rumor, cada comentario aumentaba la presión sobre Mico y sobre ella misma. Y aun así, la conexión entre ambas crecía, silenciosa, fuerte, inevitable.
Cuando el rodaje terminó, Mico se quedó unos minutos más revisando escenas, mientras Tina la observaba desde la puerta del camerino. Cada gesto de Mico, cada pequeño movimiento, parecía grabarse en su memoria. Sabía que lo que sentían la una por la otra era real, pero el miedo y los rumores hacían que todo se sintiera frágil, como si un simple paso en falso pudiera destruirlo.
—Mico —dijo finalmente Tina, entrando al camerino con cautela— No podemos dejar que ellos controlen lo que sentimos. No importa lo que digan afuera.
Mico la miró, con los ojos brillando por la mezcla de emociones: miedo, deseo, gratitud.
—Tienes razón —dijo— Pero es difícil. Cada rumor me recuerda todo lo que podría perder si alguien descubre quién soy realmente.
—Entonces que no lo descubran —murmuró Tina, acercándose un poco más— Pero no escondas lo que sientes conmigo. Eso no podría soportarlo.
Mico asintió y por un momento, el mundo entero desapareció. Estaban juntas, cerca, con las manos entrelazadas, respirando la misma tensión y emoción. Los rumores podían esperar, pero la conexión que compartían era urgente y real.
Cuando finalmente Tina se retiró para dejarla sola, Mico se quedó mirando la puerta cerrada, pensando en cómo proteger su imagen sin renunciar a lo que sentía. Sabía que los rumores no desaparecerían, que la presión aumentaría, pero también sabía algo más importante: con Tina a su lado, podía enfrentar cualquier tormenta.
Esa noche, mientras ambos mundos parecían conspirar en su contra, ambas chicas se dieron cuenta de que lo que sentían no era superficial ni pasajero. Era fuerte, profundo y peligroso. Pero sobre todo, era verdadero. Y aunque los rumores pudieran poner a prueba su relación, ninguna estaba dispuesta a retroceder.
Y aunque Mico tuviera más para perder que ella, Tina estaba dispuesta a dejar todo a tras solo con una palabra de la rubia.