Solo Está En Mi Mente

¿y el papá de los niños dónde está?.- Macario.

- ¿cómo, acaso no está afuera? .- pregutó Jazmín con sorpresa, aunque por dentro sabía que no debía molestarse, no podía evitar sentirse desilusionada y a la vez furiosa.

- no, no está. - reiteró Macario. - desde que nosotros llegamos no lo vimos por ningún lado. - dijó molesto por la actitud de su yerno.

- ¿acaso pasó algo por lo que tu marido no venga?.- pregutó el padre a su hija.

- no papá, no pasó nada. Tal vez hubo algún asunto importante en la empresa. - contestó Jazmín, tratando de disimular la situación.

- más importante que sus hijos y esposa, no creo.- contestó el padre en tono serio.

En ese momento el doctor entro a revisar a los pacientes, minutos más tarde recibieron la hoja de alta para que se pudieran retirar. Lo bueno es que desde antes Jazmín se encargó de que Alejandro pagara por adelantado la cuenta del hospital, tal vez porque presentia que su marido le iba a salir con algo de último momento.

Marcela se apresuró a recoger la cosas de su hija y sus nietos. Después de algunos minutos salieron del hospital, se subieron al coche y se dirigieron rumbo al departamento de Alejandro.

Ya estaba anocheciendo nuevamente cuando llegaron, en cuanto entraron a la casa vieron a Petra, quien estaba muy cómoda recostada en el sofá con la televisión encendida.

- ayúdanos a bajar las cosas. - ordenó Macario con voz fuerte. No se molesto en saludar a alguien que desde que vió le dió una mala impresión.

Sin otra alternativa, Petra tuvo que obedecer. Al terminar de bajar todo, aprovecho que todos estaban distraídos para hacer una llamada.

- ¡¿en dónde están?!, la mosca muerta de Jazmín ya regresó, pero no esta sola, sus papás vienen con ella, lo peor que al señor se le dió por darme órdenes como si fuera su criada. - explicó molesta Petra.

- no te preocupes tía, Alejandro ya va para allá, se nos hizo un poco tarde. - dijó la voz al otro lado del teléfono que pertenecía nada más y nada menos que a Beatriz.

- pues más vale que se apure, yo no voy a estar soportando groserías, me dijiste que únicamenteme me dedicaría a vigilar a la tonta esa. - expresó furiosa Petra.

- sí tía, no te desesperes por favor, te compensaré muy bien por lo que estas haciendo por mí, te lo prometo. Solo es cuestión de tiempo para que Alejandro se divorcie, ahora que tenemos la ayuda de su madre, será mucho más fácil deshacernos de ella y sus estorbos. - Beatriz.

- ¡sí claro!, tu noviecito ni siquiera te ha dicho si de verdad piensa casarte contigo. Expresó Petra con desdén.

- déjame decirte que aquí muchas veces lo he visto cariñoso con su esposa, y en cuanto vea a los mocosos quien sabe si todavía se acuerde de ti. - continuó.

- ¡ya tía!, claro que Alejandro se va a casar conmigo, ya me lo dijo su mamá, ella está feliz de que yo entre a su familia. Además creo que Alejandro se esta enamorando de mi, lo noto diferente, es más atento, cariñoso y detallista conmigo, y se ha esmerado en ganarse la confianza de mis padres. - contó Beatriz.

- ayer justamente salimos a celebrar mi cumpleaños, para él, yo soy más importante que la 3stupid@ esa y los mocosos. -

- no seas tonta, si Alejandro no apareció, es porque nunca entro sus llamadas, por eso te avise a ti lo que estaba pasando para que se lo dijeras, y por lo visto no se lo dijiste ¿verdad?. - Petra.

- claro que no se lo dije, y tambien le apagué el teléfono, no iba a dejar que se arruinará mi cumpleaños. - contestó Beatriz con diversión.

En cuanto Petra estaba por responder, sintió la presencia de alguien; al voltear, vió a su patrona quien la miraba fijamente.

- ¿con quien hablas Petra, que te escuchas tan molesta?. - pregutó Jazmín.

- con nadie importante señora, es una amiga. - explicó Petra con nerviosismo.

- ¿ayer lograste hablar con Alejandro?, no entiendo porque ni siquiera se molesto en llegar al hospital. - comentó Jazmín para cambiar de tema.

- no señora, Don Alejandro no me contestó ayer, todo el tiempo tuvo el celular apagado. - contestó Petra para después excusarse y marcharse.

Jazmín quedó pensativa, aunque no había escuchado la conversación, el sólo hecho de escuchar a su empleada hablar con alguien en un lugar tan apartado de la casa y ver su reacción nerviosa, le hizo sospechar aún más de ella; meses antes cuando recién llegó a trabajar, Jazmín había notado como Petra la observaba, no era normal, era más bien una mirada de odio y desprecio, además de que en ocasiones la veía conversando con Alejandro, y cuando se acercaba, ellos cambiaban de tema drasticamente. Estaba hundida en sus pensamientos, cuando escucho aquella voz que más había llegado a aborrecer.

- ¿porqué no me llamaste para avisar que mis nietos ya habían nacido?. - pregutó July a su nuera con un tono bastante molesto.

El padre de Jazmín al escuchar esto, salió inmediatamente de la habitación de los niños para poner en su lugar a esa señora. Pero al verse mutuamente, la sorpresa de ambos fue muy notoria, los dos se pusieron pálidos y se quedaron un gran rato sin poder hablar.

Macario al darse cuenta de su reacción, rápidamente volvió a su manera frívola de ser.

- mi hija, estuvo localizando a su esposo durante todo. Si el irresponsable de su hijo se hubiera dignado en contestar, usted también se habría enterado. - escupió Macario.

Un tanto avergonzada, July sólo hizo un gesto de indignación para luego meterse al cuarto de sus nietos. Estando dentro no pudo evitar sentirse herida, no solo por lo que le dijeron, sino por quien se lo dijo, ese hombre había sido el gran amor de su vida durante tantos años, y que al final le hizo tanto daño.

Mientras abrazaba a uno de sus nietos, recordó con amargura a aquel bebé que tuvo durante pocos minutos en sus brazos, antes de tener que darlo en adopción.