Irika Bilbao es una hermosa muchacha que oara llegar a Estados Unidos, tuvo que viajar vestida de hombre, pues en el barco donde iba de polizón, existían rumores que las mujeres eran sometidas y obligadas a bajezas, todo por conseguir el famoso ''Sueño Americano'', tras la muerte de su mejor amigo, entra al programa de protección de testigos.
Constantine es un capitán de la Policía de Miami, viene de una familia de tradición policiaca y militar. Su novia es asesinada por miembros de una pandilla de ilegales y ahora busca venganza.
¿Qué pasará cuando este par se conozcan?
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Eres hermosa.
Constantine ya se estaba empezando a desesperar porque no encontraba a Irika. Tenía miles de interrogantes que solo ella podía esclarecer. Cuando ya estaba a punto de desesperarse, vio parte de la falda del vestido de Irika, justo detrás de un árbol.
Con cautela se acerca y la ve con la cabeza sobre sus brazos cruzados puestos sobre las rodillas. Sus sollozos invaden el lugar, causando que el hombre de pie junto a ella, se sienta un miserable por no haberse dado cuenta, de que realmente se trata de una chica.
- Pa... Irika. - la llama y ella levanta su vista, tanto sus ojos como su naricita, están rojas de tanto llorar - Lamento todo lo que ocurrió ahí, hace un momento. - mueve un poco su cabeza, inclinándola, como si con ella pudiera señalar algún lugar.
Toma asiento junto a ella, recargando un poco de su espalda en el tronco del árbol donde está la joven también recargada.
- ¿Por qué no dijiste que eras no chica? - es lo primero que pregunta.
Irika le contó todo lo que ella y su amigo tuvieron que pasar para llegar hasta Estados Unidos, como el capitán del barco les indicó que era mejor que se hiciera pasar por chico, así no corría el riesgo de sufrir abuso, pues era ella, rodeada de animales feroces.
Él comprendió su argumento, lo que no comprendía era por qué seguir con la mentira en tierra firme.
- Muchas veces Joao y yo tuvimos que dormir en feos callejones, él me pidió que era mejor que todos siguieran viendo a un chico, aunque sé de defensa personal, era mejor no arriesgarnos. - dice.
- ¿Sabes defensa personal? - pregunta sorprendido.
- No solo defensa personal, pertenecía a un grupo de capoeira de mi barrio, - sonríe ante el recuerdo, mientras el hombre a su lado, aprecia por primera vez su linda sonrisa - Joao y yo solíamos correr siempre a nuestro entrenamiento, pues él siempre era perezoso.
- ¿Joao era tu pareja? - quería sacarse la espinita de la duda que llevaba clavada.
- ¿Qué? No, él y yo éramos como hermanos, nuestras madres son grandes amigas desde antes de nosotros nacer, así mismo fuimos criados nosotros. - explica y eso hace que Constantine se relaje.,
- Es posible que ya los asesinos de mi novia, Joao y Tulio, sepan que eres el testigo oculto. Mi primo y yo hemos llegado a esa conclusión, por la vigilancia que estaban haciendo de mi departamento. - le comenta.
- ¿Crees que den con mi ubicación? - pregunta, preocupada por Candace.
- Sí lo que te preocupa es mi abuela, no lo hagas, estuvo durante la guerra del Golfo Pérsico, mi familia tiene un historial de policías y militares. Somos la élite en ambos. - responde con orgullo por su estirpe.
- Espero que no den conmigo, no quiero ocasionarles problemas. - exclama en voz baja.
Estuvieron hablando un poco más, luego Constantine se puso de pie y la ayudó a ponerse ella también de pie, quedando muy cerca sus narices.
Solo 10 cms era la diferencia de altura entre ambos, cosa que le encantaba, pues así podía mirarla de frente.
- Que bueno que los encontré, mi mamhó está casi que me mata. - como siempre tan inoportuno, habla Luke a espaldas de su primo.
Constantine negó en su mente, preguntándose si era o se hacía, no entiende como es que el posible futuro comandante del departamento de Policía de Miami, era así de idiota.
Se dio vuelta para mirar con severidad a su primo.
- Puedes adelantarte, dile a Mamhó que ya volvemos. le habla con los dientes apretados.
Una vez volvieron a estar solos, Constantine, comenzó a caminar junto a ella de regreso a la granja.
..........
- ¿Pudiste encontrar a mi niña? ¿Está con el otro idiota de los Dunne? - ataca con preguntas a su nieto.
- Sí Mamhó, ya vienen. - responde el pelirrojo.
Un rato después, Constantine e Irika ingresan por la puerta de la cocina. Candace se levanta y abraza a la morena.
- ¿Estás bien? - le pregunta con maternal cariño.
- Sí, muchas gracias por preocuparte por mí. - le dice, correspondiendo su abrazo.
- Bien, debes desayunar lo poco que este par dejaron para ti y para Costas. - fulmina con la mirada a Edson y a Luke.
- No es mi culpa que cocines tan bien. - contesta Edson.
Luego del desayuno, Irika ayudó como cada día a la peliplateada. Recolectó huevos, en tanto que Constantine y Luke, hacían ordeñe. Edson solo era un espectador, pues no sabía nada de la vida en el campo.
........
Mientras en Miami, Zezé perdía la paciencia, quería encontrar pronto a su garota, porque la iba a enseñar a que él será su único hombre, o al menos era lo que su loca mente le hacía creer.
- Señor, ellos son Bobby y Telaraña, son los nuevos integrantes de la pandilla. - presenta el Simio a dos hombres jóvenes.
- ¿Demostraron ser merecedores de hacer parte de mi pandilla? - pregunta con su rostro estoico.
- ¡Si señor! - respondieron los dos hombres.
- Bien, porque esta noche haremos una visita. - sonríe malicioso.
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- Ya están dentro, nos informan que esta noche tendrán una sslida. - les informa Edson mientras revisa su laptop.
- Manda a los chicos a casa de Evon, que los evacúen a su madre, hijo y ella, si algo les llega a pasar, Miami arderá. - espeta Luke.
Para casi todos en ese lugar, era sabido que el pelirrojo sentía más que solo aprecio por su asistente, por lo tanto siempre procuraba cuidarla.
Gracias a la tecnología que maneja la policía, Edson pudo rastrear por medio de mensajes de texto, que la pandilla de Zezé, se había trazado como objetivo, dañar a cualquiera que tuviera un vínculo cercano con el par de primos, porque sí, el soplón que había sobornado el brasileño, le había contado que no solo el griego iba tras su cabeza, también iba el irlandés.
- Niños, ya el almuerzo está. - les avisa su abuela.
Los tres casi corrieron al comedor peleándose como niños por agarrar más comida. Eran tres hombres con apetito voraz, sacando la sonrisa de su abuela.
Irika observaba anonadada esa manera tan glotona en que se alimentaban esos tres.
- Es mejor vestirlos que alimentarlos. - bromea la mujer mayor.
Después de ese suculento almuerzo, se prepararon para volver a la ciudad, ya les habían informado que Evon y su familia, irían a casa de los padres de Luke, luego vendrían a la granja.
- Prométeme que no te alejarás de esta casa, nada de ir al bosque. - le dice Constantine a Irika.
- Ujumm, lo prometo, por favor, cuidate. - pide ella.
El hermoso hombre cerca de ella sonríe de medio lado.
- Eres hermosa, no vuelvas a ocultar tu belleza. - le dice embelesado con sus bellos ojos de pestañas tupidas.
El rostro de la chica tomó un color rosáceo, cuestión que satisfizo al griego.
es obvuo que alguiek del departamento de policia le ayuda a zeze
si duda de irika la perdera y puede que llegue otro y le de la confianza que el no le da por dios es su esposa por algo se caso con ella