Lia siempre ha sido la chica invisible en la escuela, centrada en sus estudios y lidiando con una complicada vida familiar. Para ella, la secundaria es solo un paso hacia un futuro mejor, lejos de los dramas adolescentes y las expectativas de los demás. Pero su plan de pasar desapercibida se ve truncado cuando se cruza con Mateo, el chico más popular y carismático del instituto.
Mateo vive bajo la constante presión de ser perfecto. Como estrella del equipo de fútbol y el sueño de muchas chicas, su vida parece ideal. Sin embargo, detrás de su sonrisa encantadora, se esconde un joven que lucha por encontrar su propia identidad y escapar de las expectativas impuestas por los demás.
Cuando un proyecto escolar obliga a Lia y Mateo a trabajar juntos, sus mundos chocan de una manera inesperada. Lo que comienza como una colaboración forzada se transforma en una conexión genuin
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Capitulo 12: La Verdad Dolorosa
El amor entre Lia y Mateo continuó creciendo después de su primer beso. Cada momento juntos era una mezcla de alegría y descubrimiento. Sin embargo, como ocurre en todas las relaciones, había secretos y verdades ocultas que aún no habían salido a la luz.
Una tarde, Lia recibió una llamada inesperada de su mejor amiga, Clara. La voz de Clara sonaba tensa, casi preocupada.
“Lia, necesito hablar contigo en persona. Es urgente,” dijo Clara.
Lia, sintiendo la urgencia en la voz de su amiga, aceptó encontrarse con ella en su café favorito. Cuando llegó, Clara ya estaba allí, con una expresión seria en su rostro.
“¿Qué pasa, Clara? Me estás asustando,” dijo Lia, tomando asiento frente a su amiga.
Clara tomó un profundo respiro antes de hablar. “Lia, hay algo que necesitas saber sobre Mateo. Algo que he descubierto y que no podía mantener en secreto.”
Lia se sintió inquieta. “¿Qué es? Dime, por favor.”
Clara le entregó a Lia una carpeta llena de documentos y fotos. “He estado investigando porque algo no me cuadraba. Mateo... él ha estado guardando un secreto importante. Aquí está todo lo que encontré.”
Lia abrió la carpeta y comenzó a leer los documentos y mirar las fotos. Su corazón se hundió al ver pruebas de que Mateo había estado involucrado en una serie de negocios turbios. Entre los documentos había correos electrónicos, registros financieros y fotos de reuniones con personas sospechosas.
“Esto no puede ser verdad,” murmuró Lia, sintiendo una oleada de confusión y dolor. “¿Por qué Mateo no me dijo nada de esto?”
Clara la miró con compasión. “Lia, sé que esto es difícil de asimilar, pero tienes que enfrentarlo. Mateo ha estado manteniendo esto en secreto y necesitas saber la verdad para protegerte.”
Lia cerró la carpeta y se levantó, sintiendo una mezcla de ira y tristeza. “Gracias por decírmelo, Clara. Necesito hablar con Mateo.”
Esa noche, Lia se dirigió a la casa de Mateo, su corazón latiendo con fuerza. Cuando llegó, Mateo la recibió con una sonrisa, pero su expresión cambió al ver la seriedad en el rostro de Lia.
“¿Qué pasa, Lia?” preguntó Mateo, preocupado.
Lia le mostró la carpeta y lo miró directamente a los ojos. “Mateo, necesito que me expliques esto. ¿Por qué me ocultaste algo tan importante?”
Mateo palideció al ver los documentos. “Lia, déjame explicarte. No es lo que parece.”
Lia sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. “¿Entonces qué es, Mateo? Porque esto parece bastante claro. ¿Por qué no confiaste en mí?”
Mateo suspiró, tomando las manos de Lia en las suyas. “Lia, no quería que supieras porque quería protegerte. Mi familia está involucrada en estos negocios y me han presionado para que participe. He estado tratando de encontrar una manera de salir de esto, pero no quería ponerte en peligro.”
Lia lo miró con dolor. “¿Y creías que mantenerme en la oscuridad era la mejor forma de protegerme? Mateo, estamos juntos en esto. Necesito que seas honesto conmigo.”
Mateo asintió, sus ojos llenos de remordimiento. “Tienes razón, Lia. Te he fallado. No debí haberte ocultado nada. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para arreglar esto y ganarme tu confianza de nuevo.”
Lia se apartó ligeramente, tratando de procesar la información. “No sé si puedo seguir con esto, Mateo. Necesito tiempo para pensar. Esto es demasiado.”
Mateo asintió, sabiendo que había perdido la confianza de Lia. “Entiendo, Lia. Tómate el tiempo que necesites. Pero por favor, recuerda que te amo y que estoy dispuesto a hacer lo que sea para demostrarte que puedes confiar en mí.”
Lia salió de la casa de Mateo con el corazón roto, sintiendo el peso de la verdad dolorosa. Aunque sabía que Mateo la amaba, la traición y el secreto eran difíciles de superar. Mientras caminaba por las calles solitarias, se preguntaba si su relación podría sobrevivir a esta prueba o si la verdad dolorosa los separaría para siempre.
