Entre Las Estrellas... TU

Sally...

Salí de ese baño ya con la cara limpia y me quité unas prendas de las que son de la oficina, pero que quedaron ensangrentadas. Hay que llevarlas a tintorería. Me quedé con una camiseta de tirantes, una sudadera negra y mis tenis. Al menos luzco decente.

Llamé a mis padres para decirles lo que pasó y mi papá ya viene en camino. Imagino que estar aquí le va a traer que el pago de hoy será solo medio pago. Mamá prometió que vendrá después de que salga del trabajo. Yo no sé ni siquiera los números de su familia, ya conozco la voz de Paola, pero no puedo hablarle porque ni su número tengo. ¡Cómo puedo decir que es mi amigo si ni siquiera sé cómo comunicarme con su familia en este tipo de casos!

Camino de un lado a otro sin poder sentarme por la angustia de saber que fue lo que lo llevó a esto. Se le nota que no sabe beber mucho, porque de lo contrario, esto no habría sucedido. Me recargo a la pared y veo que mi padre llegó buscándome por todos lados. Papi... Aquí... le hago señas y llega hasta mi lado. ¿Y qué fue lo que le pasó a Felipe para que estemos en las urgencias hija? -Preguntó- Papi, en realidad no sé que fue lo que lo llevó a esto, pero si sé que cuando llegue a su departamento estaba inconsciente, con la mano abierta, sangrando y borracho.

Jum... Pues debió haber sido grave, porque de lo contrario, un hombre como él no creo que se ponga así por boberías. Reflexionó mi padre. No lo sé papá, ¿será que tiene problemas con la novia? ¿Felipe tiene novia? Preguntó ahora con impresión. Bue... Bueno, en realidad no lo sé. Él tiene una foto con una chica, pero no es cualquier chica papá, es una diosa de esas de las que solo podremos ver en televisión. No he preguntado si es su novia o no. Solamente lo supongo. Esa es la realidad. No pienso que tenga novia, y si la tiene en mi casa no lo quiero ver haciendo el papelito del chico genuinamente enamorado de mi pequeña.

¡Papá! Digo dándole un codazo. Es mi compañero de trabajo. Eso es todo. Ya se los había dicho antes ¿o no? Y nosotros te dijimos que ese chico no anda en plan de amigos Sal... Anda en plan de conquista y yo como hombre lo sé muy bien. Aunque sinceramente no parece ser un hombre que juegue sucio. ¡No lo sé! Tengo que hablar con él y veré si sigue siendo un afecto de mi querer o no.

Volteo los ojos porque sinceramente mi papá no tiene remedio. Voy por café. ¿Quieres uno? Pregunto mi papá. Si pa, grande con leche... Vainilla y canela... Gracias. Él asintió y salió. No sé que estará pasando ahí dentro con Felipe, pero me muero de la angustia...

...****************...

Oliver Brent...

Hago como si fuese a irme a la cafetería a comprar los cafés, pero en realidad me meto por dónde están los cubículos. Voy mirando, hasta que por fin doy con el suyo. Al entrar, un despojo humano llamado Felipe está tendido en la cama. Consiente afortunadamente.

Joven Johnson... Digo con un poco de molestia. Oliver... ¿Cómo está? Su voz se escucha gangosa, se ve que la está pasando maluco. Oiga pues Dr. Johnson... ¿Usted tiene novia, está comprometido o simplemente está detrás de mi hija con el propósito de llevarla a la cama? Siempre me he considerado bueno reconociendo buenas y malas personas, pero siempre está la opción de equivocarme.

Su rostro se pone serio y coge valor de no sé dónde porque se ve que la está pasando bastante mal. Señor Brent. Le juro por lo más sagrado que tengo en ésta vida que son mis padres, mis hermanos y mis sobrinos, que NO TENGO NOVIA. Soy un hombre soltero y sin compromiso. Me quedo en silencio y estoy sopesando las palabras y hasta la forma en las que las dice.

Y entonces ¿La foto que tiene en su escritorio? ¿Quién es esa modelo que me dice mi Sal que está en su escritorio? Cómo puede comienza a reírse, pero agarrándose la cabeza y me dice... Pregúntele a Sal quien es Paola y verá que es lo que le dice... Paola es mi hermana. Mi hermana, mi mejor amiga, mi confidente. Ella siempre ha sido mi forma de mantener mujeres cazafortunas e interesadas en la raya. Si tuviese mi celular aquí conmigo, le enseñaría las fotos familiares y comprobaría usted mismo que lo que le digo es verdad Señor Brent.

Su forma de explicar todo con tanta naturalidad, me hace sentir que de verdad no tiene nada que esconder. Ya déjate de formalidades. Soy Oliver. Simplemente Oliver. A lo que me responde de regreso... Entonces yo sigo siendo Felipe. Simplemente Felipe. Nos comenzamos a reír y de pronto le suelto la pregunta... Y entonces ¿por qué estás así Felipe? ¿Qué fue lo que te pasó para terminar aquí en las urgencias? Y su respuesta me hace sentir feliz.

Oliver, seré brutalmente sincero con usted. Estoy absolutamente hechizado por su hija, por Sally. Desde el primer día que la vi, esos ojos no han salido de mi mente ni de mi cabeza. Ya no concibo pasar un día sin verla. El fin de semana, cuando estuve con mi familia, estaba feliz de estar con ellos, pero también extrañaba horrores a su hija, mi bonita... A mi Sal. Pero me puse así porque ella ayer me dijo que solo amigos. Entonces quiere decir que ni tan siquiera le gusto, que no me ama, que no me va a dar ni tan siquiera la oportunidad de conquistarla y de enamorarla. Y eso, eso fue lo que me hizo caer en este declive emocional.

Por dentro me estoy riendo y saltando de la felicidad. Un hombre para mi pequeña. Un buen hombre para la luz de mis ojos. Lo miro y le digo... Muchacho, pero me sorprende que un hombre tan inteligente como tú, no entienda que las cosas se resuelven es conversando. Bebiendo hasta perder la inconsciencia no solucionas nada sino solamente hacerla preocuparse. Ella está allí afuera orando y pidiendo para que tú estés bien y las cosas con tu novia también.

Sus ojos se iluminan cuando le cuento que está preocupada. Dígale que no preocupe por nada por favor Oliver. Dígale que lo único es que soy medio bruto en estos temas de relaciones. No joven. Yo no le voy a decir nada. Ella no sabe que yo estoy dentro hablando contigo, ella jura que estoy consiguiendo café. Oliver -Me dice de repente- Asegúrese que mi bonita desayune, asegúrese que no vaya a estar allí afuera sin probar bocado. Me angustia que tenga hambre y yo aquí quien sabe hasta que hora. Yo le repondré todo el dinero que usted gaste en eso.

Me siento feliz de que esté muchacho sea quien está pretendiendo a mi hija. Si antes me agradaba, ahora me agrada aún más. Tanto como para considerarlo como un hijo para mí. Una enfermera entró y dijo... Solo familiares... ¿Usted que es del paciente? Ante tal pregunta era hora de que yo respondiese... Soy su suegro. La enfermera siguió su camino y cuando me volteo, veo en Felipe una cara MUY diferente a la que tenía unos minutos atrás. De estar como perrito regañado a que sus ojos brillaran de la emoción.

¿De verdad Oliver? ¿Yo le gusto a su hija y tengo su bendición para cortejarla? Sus palabras me refrescan el alma. Este es un buen hombre. Cómo el que siempre le pedí al creador del universo para mi princesa. Sí, tienes mi bendición -Digo- Pero te advierto que si la haces sufrir te enfrentarás a mí. Ese muchacho casi se tira de esa cama a abrazarme. ¡Gracias Oliver! Agradezco tu bendición y no tienes nada más que decir. Sé perfectamente que NO debo lastimar a tu hija, porque de hacerlo, me lo estaría haciendo a mi mismo también.

Yo estoy enamorado de Sally y aunque ella aún no lo esté de mi, te prometo que haré todo lo que esté en mis manos para que ella se enamore de este hombre que tanto se equivoca pero que la adora y venera con locura. Te lo juro que si.