NovelToon NovelToon
Pasiones Ocultas.

Pasiones Ocultas.

Status: Terminada
Genre:Romance / Yaoi / Completas / Posesivo / Arrogante / Mujeriego enamorado
Popularitas:95.6k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Wang Chao

Samuel odia a Dereck, y Dereck disfruta molestar a Samuel. La razón detrás del odio de Samuel es un misterio para Dereck, quien no entiende por qué su antiguo amigo de repente se distanció y lo mira con desprecio. Sin embargo, el destino parece empeñado en reunirlos, y constantemente se encuentran forzados a pasar tiempo juntos. A medida que pasan más tiempo juntos, sus sentimientos comienzan a cambiar, aunque la desconfianza de uno y el miedo del otro complican las cosas.

NovelToon tiene autorización de Wang Chao para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 11. El destino.

Antes de abrir la puerta del gimnasio y salir para encontrarse con Derek, Samuel dio un gran suspiro e inhaló profundamente. Cerró los ojos con fuerza y dejó salir todo el aire de sus pulmones un par de veces más. Al salir, el sol ya se estaba ocultando, dejando un hermoso cielo naranja y rojo. Los rayos aún golpeaban algunas de las nubes, lo que hacía parecer una hermosa obra de arte. Era un hermoso atardecer; lamentablemente, toda su felicidad y la leve sonrisa se esfumaron cuando escuchó aquella voz ya grabada en lo más profundo de su interior.

—¿Nos vamos? —preguntó Derek mientras subía un par de escalones hacia él, quedando frente a frente.

—Sí —Samuel pasó a su lado rápidamente y buscó el auto con su mirada, pero únicamente pudo encontrar la motocicleta estacionada frente a él—. ¿Y el auto?

—Bueno, decidí que quiero llevarte a un lugar —Derek se acercó a la motocicleta y sacó el otro casco, entregándoselo a Samuel—. Vamos.

—No quiero, ni pienso ir a ningún lado contigo —Samuel dejó el casco sobre el asiento y lo miró con severidad.

—Hey, princesa, no seas aburrido —Derek agarró el casco y lo puso sobre la cabeza de Samuel, ignorando su resistencia—. Ya le dije a tus padres que irías conmigo y ellos dijeron que sí, no tienes de qué preocuparte.

—Aunque ellos estén de acuerdo, no quiero ir, ¿entiendes? Me molesta estar a tu lado —Samuel volvió a quitarse el casco y lo dejó sobre la motocicleta con enfado.

—Bueno, entonces te llevaré a casa. Ya que no quieres ir, no te pienso obligar —Samuel arrugó las cejas y elevó una de sus cejas con duda—. Tampoco te voy a rogar, no eres...

—No soy una chica —completó Samuel mientras rodaba los ojos—. Lo sé, no tienes que decirlo siempre. —Agarró el casco y se lo puso. Se estaba acostumbrando al viaje en motocicleta; le resultaba una experiencia increíble. Podía sentir el aire en su rostro si levantaba el vidrio protector, lo que le hacía sentir libre—. Además, tampoco quiero que me ruegues. —Samuel subió a la motocicleta y agarró los hombros de Derek.

—Créeme, tampoco te rogaría —dijo mientras ponía la motocicleta en marcha.

—Bueno —mencionó secamente Samuel.

El rugido de la motocicleta se extendía por la carretera, el sol se estaba ocultando y el viento fresco golpeaba su rostro con fuerza, pero se sentía extrañamente relajante. Ni siquiera el ensordecedor ruido del motor podía arruinar la paz que sentía en ese momento. Cerró los ojos y dejó ir parte del pesar que cargaba todos los días. No obstante, unos minutos después se arrepintió de dejarse llevar por la sensación de tranquilidad que le causaba el viaje.

—¿A dónde me estás llevando? —preguntó con molestia al ver que estaban a punto de entrar a un puente.

—Solamente disfruta el viaje, sé que te gusta sentir el viento —respondió Derek con un tono amable—. Porque aunque te quieras bajar, aquí es imposible.

Samuel frunció los labios y guardó silencio. Era verdad, en ese lugar no podía bajar y tampoco tenía efectivo para regresar. Además, su teléfono estaba muerto y no podía pedir un auto por aplicación.

Mientras cruzaban el puente, la vista del río y el horizonte se extendía ante ellos. El resplandor del sol poniente reflejaba en el agua, creando un espectáculo de colores vibrantes. Samuel intentó relajarse y disfrutar del paisaje, aunque la molestia persistía en el fondo de su mente.

Finalmente, después de un largo trayecto, Derek redujo la velocidad y se detuvo en un mirador. Se quitó el casco y miró a Samuel con una mezcla de expectativa y nerviosismo.

—¿Qué es esto? —preguntó Samuel, frunciendo el ceño.

—Quería mostrarte este lugar. Es uno de mis sitios favoritos para despejarme. Pensé que te gustaría verlo —Derek señaló hacia el horizonte, donde el sol terminaba de ocultarse, dejando una estela de colores en el cielo.

Samuel se bajó de la motocicleta, aún con el casco puesto, y se acercó al borde del mirador. La vista era realmente impresionante, y a pesar de su enojo, no pudo evitar sentirse un poco conmovido por la belleza del lugar.

—¿Por qué me trajiste aquí? —preguntó Samuel finalmente, quitándose el casco y volviendo la mirada hacia Derek.

—Quería mostrarte que te aprecio y que no todo es como parece. Este lugar es especial para mí, y quería compartirlo contigo, ya que siempre andas amargado, creí que te caería bien relajarte un poco. Aquí todo es tranquilidad —Derek habló con sinceridad, aunque con el tono de arrogancia habitual.

Samuel miró a Derek por un momento, evaluando sus palabras. Luego volvió a mirar el paisaje, sintiendo una mezcla de emociones.

Por un lado, estaba atónito. No pensaba que una persona con la apariencia y arrogancia de Derek pudiera disfrutar de un atardecer en un mirador. Por otro lado, el que le dijera amargado hizo que se enojara un poco. Decidió ignorar sus últimas palabras y miró detenidamente el horizonte. Era realmente hermoso. Las estrellas en el firmamento comenzaban a asomar su tenue luz. Del otro lado, los edificios altos alumbrados daban un aspecto hermoso.

Se acercó a la orilla y recargó sus brazos en el barandal de madera, observando con detenimiento todo. Tal como había dicho Derek, era un lugar que regalaba tranquilidad. No había personas alrededor y el sonido del agua moviéndose era lento y relajante. Podría quedarse ahí hasta el amanecer.

—¿Verdad que es tranquilo? —El silencio fue roto por Derek, quien se acercó y también se apoyó sobre la barandilla. Sus brazos rozaron, pero Samuel no sintió el deseo de alejarse—. Vengo aquí cuando quiero pensar. Cuando las cosas me rebasan.

Samuel guardó silencio ante la confesión. De acuerdo con su perspectiva, Derek era una persona despreocupada, sin sentido de la vida o de cualquier problema. Su actitud relajada ante cualquier situación daba a entender que lo que ocurría a su alrededor no era su asunto, que él era el centro de su universo y quien importaba más que todo. No obstante, escuchar lo frágil que se oía en ese momento, era como si aquel Derek despreocupado fuese una máscara para ocultar sus verdaderos sentimientos. Como si tratara de protegerse de algo.

—¿Podemos irnos ya? —preguntó como si no hubiese escuchado las palabras de Derek.

—Aún quiero mostrarte algo, vamos. —Derek lo agarró de la mano y lo condujo a la motocicleta nuevamente. Samuel, sin tener otra opción disponible, se vio forzado a subir e ir con él.

La ruidosa Yamaha se puso en marcha. Del otro lado del puente había barrios donde vivía la gente con menos recursos. Aunque la infraestructura era medianamente buena y la renta era barata, todos sabían que la seguridad se cuestionaba mucho. Era un lugar de pandillas y, más en el fondo, puntos de ventas de sustancias ilegales.

Samuel jamás en su vida había pisado ese lugar y, a pesar de sentirse un poco inseguro, sabía que estando con Derek tenía las cosas más fáciles. El padre de Derek había vivido por esos rumbos desde que Derek nació hasta su adolescencia. Ya que eran de los mejores mecánicos del lugar, él sabía que eran bien conocidos por ahí. La gente los apreciaba, así que, mientras se mantuviera al lado de Derek, tenía un poco asegurada su integridad.

Había pasado un tiempo desde que entraron en algunas calles y callejones poco concurridos. La iluminación también iba disminuyendo y las luces parpadeantes no ayudaban a hacerlo sentir seguro. Samuel tragó en seco y comenzó a arrepentirse de haber seguido a Derek sin objeción alguna. No obstante, el arrepentimiento se incrementó al ver el lugar donde Derek lo había llevado.

Habían recorrido una terracería larga y sin alumbrado hasta llegar a un lugar donde había docenas de motociclistas y autos deportivos, un lugar donde se hacían carreras clandestinas.

—¿Qué hacemos aquí? —preguntó Samuel, su voz llena de preocupación.

—Quería que vieras algo diferente. —Derek le sonrió con complicidad—. No te preocupes, estás conmigo.

—No me siento cómodo aquí —admitió Samuel, observando a su alrededor las miradas curiosas y a veces hostiles que les lanzaban los presentes.

—Lo sé, pero confía en mí, ¿sí? No vamos a quedarnos mucho tiempo. Solo quiero mostrarte algo.

Antes de que Samuel pudiera protestar más, Derek lo condujo hacia el corazón del evento. El rugido de los motores y el olor a gasolina llenaban el aire. Gente animando, gritos de emoción y el sonido de las apuestas formaban un ambiente tenso pero electrizante.

Derek lo llevó hasta donde un grupo de personas se agolpaba alrededor de dos autos deportivos que se preparaban para una carrera. Se acercaron a un hombre alto y corpulento, que sonrió ampliamente al ver a Derek.

—¡Derek! ¡Tiempo sin verte, hermano! —El hombre le dio una palmada en la espalda a Derek.

—¡Igualmente, Tony! Te presento a Samuel. —Derek hizo una pausa—. Es mi amigo.

Tony miró a Samuel y asintió con una sonrisa aprobadora.

—Bienvenido, Samuel. —Luego se dirigió a Derek—. ¿Vas a participar esta noche?

—No, solo vine a mostrarle a Samuel cómo es esto. —Derek respondió, guiñando un ojo a Tony.

Samuel miró a Derek con incredulidad, sin entender del todo por qué lo había llevado allí. Sin embargo, poco a poco empezó a comprender que quizás Derek quería mostrarle una faceta diferente de su vida, una parte más auténtica y menos controlada por la imagen que proyectaba en la universidad.

—Ven, quiero que veas algo —Derek lo llevó a una posición donde podían ver claramente el inicio de la carrera.

Los motores rugieron y, con una señal, los autos salieron disparados, dejando una nube de humo y el olor a neumático quemado. La multitud rugió con entusiasmo.

—Es un mundo muy diferente al tuyo, princesa, ¿verdad? —dijo Derek en voz baja, mirando a Samuel—. Pero a veces, este caos es lo que necesito para sentirme vivo. Y tal vez tú también.

Samuel asintió, comenzando a comprender un poco más a Derek. Quizás, detrás de esa fachada arrogante, había un joven que luchaba por encontrar su lugar y sentido en un mundo caótico. Alguien un poco más parecido a él.

—Entiendo —respondió finalmente Samuel—. Pero vámonos pronto, por favor.

—Lo prometo —Derek sonrió y apretó suavemente el hombro de Samuel—. Solo un rato más.

A medida que la noche avanzaba, Samuel comenzó a relajarse un poco, aceptando la experiencia nueva y, aunque todavía incómodo, apreciando el intento extraño de Derek por compartir algo significativo con él.

—Iré a saludar a una amiga, ahora vuelvo —dijo Derek mientras bajaba del muro de contención donde ambos estaban sentados. Samuel no asintió ni dijo nada, pero lo vio irse entre la multitud hasta llegar con aquella chica que había visto en el callejón. Suspiró y miró hacia otro lado. Realmente no comprendía a Derek ni siquiera un poco. Hace no mucho, le había mostrado que también era una persona sensible, pero ahora se había ido con una chica mientras salía con Lily, lo que lo hacía insensible ante el dolor ajeno.

Quiso dejar de pensar en ello y miró todo a su alrededor. Para alguien que disfrutaba la vida bailando en un escenario con música de ópera, era difícil creer que las personas pudieran divertirse corriendo a altas velocidades y poniendo en riesgo su vida, pero ahí estaba, presenciando la victoria y derrota de dos hombres que, tal como Derek, amaban la adrenalina.

Samuel subió las piernas y apoyó su cabeza en sus rodillas. El rugido de los motores y el vitoreo de las personas le estaban causando una fuerte jaqueca. Supuestamente iban a retirarse temprano, pero cuando Derek se acercó a aquella chica, supo que no iban a salir de ahí en un muy buen rato.

—¿Samuel? —levantó rápidamente la cara al ser llamado por su nombre. Sus ojos se encontraron con una persona que conocía bastante bien.

Elbert Cooper estaba delante de él. Su cabello castaño había crecido más de lo que él recordaba, no usaba lentes dejando ver el hermoso color de sus ojos y, cuando le sonrió, vio que los brackets habían sido removidos, ahora tenía una dentadura blanca y perfecta. La ropa de cuadros había sido reemplazada por una camisa de algodón blanca y unos vaqueros oscuros.

—Elbert —pronunció con sorpresa. Nunca hubiera imaginado encontrarlo en un lugar así.

Elbert era la personificación de la rectitud. Era un estudiante prodigio en la facultad de microbiología, sus padres tenían algún estudio en la rama de la medicina, química y demás. Eran personas respetables en la ciudad y educadas. Ellos se habían conocido hace dos año y la relación fue muy buena, pero Elbert tuvo que marcharse y entonces dejaron de tener contacto. Samuel era dos años menor que Elbert, pero le resultaba demasiado fácil entablar una conversación con él.

—El mismo —dijo Elbert con una sonrisa coqueta. Samuel sonrió ante ello. Lo recordaba tímido y un poco retraído. ¿Quién diría que ahora vestía una chaqueta de piel y conducía un automóvil deportivo?

—Me sorprende verte aquí, tú... tú te ves muy diferente, es como si fueras otra persona —balbuceó mientras movía sus manos intentando procesar todo.

—Lo mismo podría decir de ti. El tierno y lindo Samuel, que no sale sin el chófer, está solo en un evento clandestino de carreras. Si alguien me hubiera dicho que en un año te vería aquí, lo mandaría directamente al psiquiatra y lo acusaría de delirio —mencionó con una sonrisa divertida. Samuel se rió con diversión. Al menos el sentido del humor de Elbert había mejorado.

—Bueno, estoy aquí en contra de mi voluntad —y eso era verdad—. Pero, ¿tú qué haces aquí?

—Es una carrera de autos, ¿qué más puedo hacer? —Samuel rodó los ojos con diversión, pero después lo miró con fingida molestia—. Bueno, conocí a un tipo cuando me fui de intercambio. Él me ayudó a cambiar mi aspecto físico, mi manera de vestir y me ayudó a sentirme más seguro de mí mismo, así fue como terminé aquí.

—Realmente es una enorme sorpresa verte aquí.

—Lo sé. Tampoco creí que nos encontraríamos aquí, tal vez es el destino.

Samuel no pudo evitar sonreír ante esa idea. Elbert había cambiado mucho, pero su esencia seguía ahí. Había algo reconfortante en ver una cara conocida en un entorno tan extraño y ajeno para él.

—Bueno, el destino o lo que sea, me alegra verte. —Samuel hizo una pausa, mirando a su alrededor—. ¿Estás aquí solo?

—Sí, vine con algunos amigos, pero ellos están por ahí apostando. —Elbert se encogió de hombros—. ¿Tú?

—Con un... amigo —dijo Samuel, dudando un poco al usar esa palabra para referirse a Derek.

—Bueno, entonces estamos juntos ahora. —Elbert le sonrió y Samuel sintió una calidez que no había sentido en toda la noche.

La presencia de Elbert hacía que el ruido y la incomodidad del lugar se desvanecieran un poco. Quizás, pensó Samuel, el destino sí tenía algo que ver después de todo.

1
Anonymous
uh problemas, esa jenni, no es de confiar y la madre tampoco por su
Ale Must
el padre es un maricón como ella dice pero no entiendo por qué abandona a su hijo con él
Kore🌸
Excelente
Ale Must
exactamente eso mismo pensé yo ........esto es una perreta de celos
Ale Must
la familia trata a Samuel como si fuera una mujer y no un hombre y la forma de interactuar entre él y Derek también da la impresión de que es una relación hombre-mujer, no dos ex amigos. Si fuera una novela de omegaverse lo entendería pero no es el caso, o sí?
Stella Maris Scaraballo
es obvio de quién será el nuevo chófer 😚😉😉😉😉😆 siempre disponible ese chico
Ale Must
a mí a los 20 ya nadie me decía que hacer.
Stella Maris Scaraballo
lindos pero será que ellos saben los verdaderos sentimientos de su amigo? 😂
Stella Maris Scaraballo
al fin veo terminada tu novela, no elijo novela a medio terminar porque no aguanto esperar actualización de capitulos el día a día,ya abia ojeado el comienzo y deseaba leerte,me gusta un buen comienzo y intriga
La Loca
Hermoso ✨
Rocío Carballo
padre no es quien engendra sino quien cría, quien esta presente y te brinda cuidado y apoyo. Alaan es su padre, no hay duda en ello no importa lo que la bruja que solo tiene título de madre pero no es mas que palabras vacías.
Andrea Suarez
Excelente
Raiza Rada
Gracias 🫂 por esa historia de amor perseverante
Yolanda Beatriz Lagos Celarien
yo pienso que estos dos van a terminar juntos
Angel
no siguió en contacto con Elbert?
Angel
que paso con el conductor?, cuando paso el accidente, Samuel no se podía comunicar con Dereck ni el conductor (se me olvidó el nombre). también que paso con la mamá de Samuel? y Jenny?
Maria Isabel Fernandez
coño!!!! pero que falta de carácter de este niño, porque se deja , ne da coraje 😡
Maria Isabel Fernandez
muy buena la historia, ya empecé a hacer coraje con este personaje , es tan predecible tan manipulable, que me da triste, va a sufrir y mucho....
Tomasa Aguirre
cómo me ases sufrir
Tomasa Aguirre
me quedé tonta nunca unnaguine que fuera tan perverso el padre da Sami
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play