Nuestro Destino

—Max: cuida el tono con el que le hablas. (Dijo mientras la miraba con una mirada retadora)

—Emiliano: y tú cuida lo que dices por qué desde que te vi quise partirte la cara y créeme que esas ganas aún siguen hay. (Dijo mirándolo fríamente)

—Max: tú eres quien le está dando protección, por eso está rodeada de guardaespaldas, qué patético, yo puedo cuidar de mis hijos mejor que tú. (Dijo con una sonrisa en su rostro)

—Emiliano: me encantaría que fueran míos y violeta también para poder hacer lo que tú nunca has podido hacer mi harás, y es hacerla feliz. (Dijo con despecho)

—Violeta: ya vasta, que haces aquí Max. (Dijo levantándose del sofá)

—¿Max: estoy aquí por mis hijos y me los llevaré conmigo hoy mismo, donde están? (Dijo en voz alta y fría)

—Violeta: jajajá, crees que tengo mi casa fortificada para nada, te atreves a ponerle una mano a mis hijos para sacarlos de aquí y te juro que conocerás lo que es mi ira. (Dijo mirándolo a los ojos sin parpadear)

—¿Max: en serio vas a hacer qué las cosas sean difíciles? (Pregunto desesperado)

—Violeta: tú elegiste a esta arribista en vez de a tu familia, así que ve y disfruta con tu elección. (Dijo enojada)

—Melissa: eso es lo que te duele, que yo me haya quedado con él, jajaja, pero si tú ya sabías que él estaría conmigo y que se casaría conmigo. (Dijo mirándola con burla)

—¿Violeta: ajajá, pero qué ingenua a caso no te das cuenta del papel que tienes en esta historia? ¿A ver cómo te vas a casar con el sí ya está casado? (Pregunto con orgullo)

—Melissa: pues claro que no está casado porque me pidió matrimonio anoche y aún no lo hacemos. (Dijo sin saber ni la más mínima idea de lo que pasaba)

—Max: mejor vámonos y no escuchemos estas locuras. (Dijo tratando de llevarse a molida para que no escuchara lo que Violeta tenía para decirle)

—Violeta: uhuhu ya entiendo, ¿no le has dicho verdad? La tienes segada con tus mentiras y no la culpo, eres bueno en eso. (Dijo mirándolos de arriba abajo)

—¿Melissa: que es lo que tengo que sabes? ¿Qué es lo que no me has contado? (Dijo zafándose de Max y volviendo atrás para saber de qué hablaba violeta)

—Max: no es nada mejor ya vámonos. (Dijo volviendo a tomar Melissa del brazo, pero ella vuelve a sacarse)

—Violeta: cariño, soy la esposa de tu querido Max y tú siempre tendrás el título de la amante y no serás más que eso, por eso debes saber cuál es tu lugar en esta obra. (Dijo caminando entre ellos para irse)

Después de aquella charla tan acalorada Max y Melissa saliendo de la casa de Violeta y subieron en el auto, pues, aquella discusión había hecho que algo en Max cambiara aquella chica que era amable, compasiva y de buen corazón se había ido y ahora era alguien despiadada dispuesta a todo por hacerlo infeliz y en un momento verla así hizo que su piel se sintiera en llamas porque él siempre tenía el control con las mujeres y ahora estaba siendo retado por su esposa y eso le encantó.

—Max: qué atrevida. (Dijo en voz baja mientras en su rostro había una sonrisa maliciosa)

—¿Melissa: cuando me iba a decir que estabas casado? (Pregunto casi soltando el llanto)

—Max: no quería preocuparte a demás ya me voy a divorciar sabes que eres a la que quiero. (Dijo dándole un fuerte beso)

—Melissa: ¿Seguro qué lo harás? (Preguntó algo desesperada)

Después de unos minutos llegaron al apartamento que ellos dos comparten, pero Max se quedó en el auto mientras Melissa bajaba y lo esperaba afuera.

—¿Melissa: amor no vas a salir? (Pregunto sonriendo)

—Max: no, tengo cosas que haces, te llamo luego. (Dijo mientras subía el cristal del auto)

Melissa se quedó sorprendida ante tal acto, pues, él nunca le había hecho algo así y eso le hizo darse cuenta de que algo iba mal y que las cosas si ella no se ponía las pilas se le iban a salir de control y Max nunca la iba a dejar por él es ella.

Max llegó a su casa y no tuvo más remedio que mandar a investigar a la mujer que se ha convertido en su tormento por ella las cosas en el negocio no van bien para el porqué en este momento solo tiene la cabeza en ella, aquella chica por la que no sentía nada se había convertido en algo que él no sabía que era, pero que le asustaba, pues él siempre creyó que Melissa era todo para él hasta que esa mujer que lo atormenta se volvió la madre de sus hijos.

Mientras tanto violeta sigue en su mundo atendido a sus bebés, aunque tiene niñera, ella pasa la mayor parte de su tiempo con ellos y el tiempo pasa volando porque hoy tienes bebés y mañana no se sabe.

—Violeta: señora Cecilia llame a Emiliano y dígale que me espere en mi despacho. (Dijo mientras dormía a Maicol porque ya vallolet había sido dormida por la señora Cecilia, su niñera)

—Señora Cecilia: si señorita, como ordene. (Dijo saliendo de la habitación)

Rin Rin (notificación celular 📲)

¿📲-Amanda: viole cómo estás?

📲-Violeta: la estoy pasando muy mal siéndote totalmente sincera.

¿📲-Amanda: que pasó?

📲-Violeta: el cretino de Max vino con su amante a mi casa, puedes creerlo.

📲-Amanda: pero que idiota quisiera verlo y patearle el trasero.

📲-Violeta: créeme yo también lo pensé.

📲-Amanda: que vamos a hacer entonces.

📲-Violeta: no quiero que te involucres sabes que Max es el mejor amigo de Alejandro no quiero que tengas problemas por mí.

📲-Amanda: y tú eres mi mejor amiga y si tengo que patearle el trasero por ti lo haré con mucho gusto espero que no se te olvide nunca.

¿📲-Violeta: gracias Mandy, te quiero mucho, y como está mi sobrino?

📲-Amanda: está dormido por favor no lo invoques estoy en descanso hoy fue mucho.

📲-Violeta: jajaja eso viene incluido en el paquete, amiga.

📲-Amanda: aún no sabes nada deja que crezcan.

📲-Violeta: Mandy tendré que dejarte los niños se durmieron y lo mejor que puedo hacer es disfrutar la noche y descansar.

¿📲-Amanda: te entiendo viole, descansa, te veo mañana para almorzar?

📲-Violeta: claro, buenas noches.

📲-Amanda: adiós.