La Maldición Del Lobo

...En el oscuro juego de la intriga, cada palabra es una pieza en movimiento, y el destino espera en la sombra, listo para revelar su carta final....

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Ezekiel:

El aire estaba cargado de electricidad cuando me acerqué a Bellatrix, cada paso que daba resonaba con el eco de mi determinación. Corté la distancia entre nosotros, mi aliento cálido rozando su piel mientras me inclinaba hacia adelante. __Pero recuerda, Bellatrix. Cuando llegue el momento, te atraparé. Te encerraré en una jaula de oro y te haré pagar por todas tus rivalidades.

Una risa triunfante escapó de mis labios, disfrutando del control que creía tener sobre ella. Pero mi triunfo fue efímero cuando Bellatrix se puso de pie frente a mí, sus ojos ardían con una furia que heló mi sangre.

__Lo dudo, Ezekiel, __siseó con desdén, su voz pesada y cargada de desafío__. Porque, ¿recuerdas? No soy tu sirvienta. Y no pienso obedecerte.

Su desafío me golpeó como un puñetazo en el estómago, pero me negué a mostrar debilidad. Sonreí con arrogancia, desafiándola a negar la realidad que estaba destinada a enfrentar.

__Oh, pero pronto lo harás, __declaré con seguridad, intentando convencerme a mí mismo tanto como a ella__. Lo harás ante todos.

Pero su respuesta fue un recordatorio brutal de que no era tan poderoso como creía. __No puedes conmigo, __susurró con un desprecio que me hirió profundamente__. Eres débil, Ezekiel.

La furia me consumió en un instante. No podía permitir que me humillara de esa manera. La agarré con fuerza y la empujé contra la pared con violencia, deseando dejar una marca en su piel, hacerle sentir el mismo dolor que yo estaba experimentando.

Nuestros labios se encontraron en un beso feroz, un intento desesperado por afirmar mi dominio sobre ella. Pero Bellatrix no se rindió. Respondió con la misma intensidad, sus uñas arañando mi piel mientras luchábamos por el control.

En ese momento, el tiempo se detuvo. Nos enfrentamos en una batalla de voluntades, cada uno decidido a no ceder ante el otro. Pero en el calor del enfrentamiento, me di cuenta de que mi destino estaba inextricablemente entrelazado con el suyo, y que no había vuelta atrás en el camino que habíamos elegido.

Estábamos enzarzados en una batalla por el control, nuestras lenguas luchando por dominar la situación. Pero la intensidad de nuestro encuentro fue interrumpida por un pitido repentino.

Nos apartamos, jadeantes, nuestras respiraciones erráticas y sus labios rojos por los besos. __Tienes una llamada, __murmuró Bellatrix, sus ojos fijos en mí.

Le quité el celular y contesté la llamada. Era una mujer llamándome, buscando un trato conmigo. Después de un breve intercambio de palabras, colgué.

__Tenemos una cita, __murmuré a Bellatrix, mi corazón latiendo con anticipación. Este mafioso sería la llave para mi ascenso a la cima.

__¿Y si no acepta el trato? __preguntó Bellatrix, su voz teñida de escepticismo.

__Oh, aceptará, __le aseguré, mis ojos brillando con determinación__. Y entonces, podré avanzar.

Juntos, nos dirigimos hacia el lugar de encuentro con este mafioso. Un vampiro, peligroso, fuerte y letal.

«¿Qué sucedería si aceptaba el trato?»

« ¿Podríamos trabajar juntos?»

« ¿O estábamos condenados a la ruina?»

En el juego de sombras y secretos, cada movimiento es una apuesta, y solo los más astutos saben cuándo apostar y cuándo retirarse. Porque en este juego, no hay premios para los cobardes, solo el fracaso.

Y yo no era cobarde. Estaba dispuesto a probar suerte, a arriesgarme a todo por la posibilidad de triunfar.

Así que, caminé con confianza hacia la mesa donde se sentaba el mafioso, junto a Bellatrix, quien lucía impasible.

__¡Señor Ezekiel, bienvenido! __saludó Seraphin la mujer de ojos verdes cabello rubio__. Es un placer verlo otra vez.

Sabía que este encuentro cambiaría el curso de mi destino, pero estaba dispuesto a enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en mi camino hacia el poder absoluto.

__El placer es mío, __respondí, inclinándome hacia delante con una sonrisa educada. Luego, dirigí mi mirada a mi acompañante__. Permítame presentar a Bellatrix, una nueva adquisición.

Bellatrix sonrió, su expresión vacía. __El placer es todo mío, señora.

El vampiro nos recibió con una sonrisa siniestra, sus ojos rojos brillaban con malicia mientras nos miraba a ambos. __¿Qué tenemos aquí? __exclamó, mostrando sus dientes filosos__. ¿Un trío, eh? ¡Vaya sorpresa!

Sus palabras me enfurecieron, pero no dejé que mi furia se reflejara en mi expresión. __Solo estoy tratando de asegurarme de que estas negociaciones sean productivas para los tres, __respondí con frialdad, aunque en mi mente ya planeaba su venganza.

El vampiro soltó una risa. __Sí, bueno, eso no me importa. Pero, ¿por qué debería negociar contigo? __dijo con sarcasmo, su sonrisa llena de desafío__. ¿Qué te hace diferente a cualquier otro ser?

__Te traigo a la mafia, a las grandes figuras del poder, __respondí, mostrando una foto en la mesa__. ¿No quieres un compañero? ¿Una bruja hermosa, con la que divertirse?

El vampiro rió escandalosamente. __¿Bruja hermosa? ¡Por favor! ¿Crees que puedes seducirme con una bruja bonita y eso? ¿Eres tonto?

Sus palabras me molestaron profundamente, pero antes de que pudiera responder, Bellatrix tomó la palabra. __Es verdad, no soy lo suficientemente buena para ti, __comentó, su voz suave pero llena de astucia__. Pero no soy tu única opción. Hay muchas mujeres que se irían contigo, incluso me ofrezco, aunque sé que no lo merezco.

El vampiro la miró con curiosidad, y su confianza pareció tambalearse por un momento. __¿Y qué tienes tú para ofrecer, pequeña bruja? __preguntó con interés, sus ojos centelleando con una mezcla de curiosidad y desdén.

Bellatrix sonrió con malicia, como si estuviera a punto de revelar un secreto muy bien guardado. __Tengo información, __dijo en voz baja, haciendo que el vampiro se inclinara hacia adelante para escuchar mejor__. Información que podría cambiar el curso de tu destino, información que podría hacer que te conviertas en el vampiro más poderoso de todos.

El vampiro frunció el ceño, claramente intrigado. __¿Y qué es esta información? __preguntó, su voz llena de impaciencia.

Bellatrix se inclinó hacia adelante, sus labios curvados en una sonrisa siniestra. __Eso, querido vampiro, es algo que solo te revelaré si accedes a hacer negocios con nosotros, __dijo con voz suave pero llena de autoridad.

El vampiro pareció considerarlo por un momento, sus ojos oscuros escudriñando a Bellatrix en busca de alguna señal de engaño. Finalmente, asintió lentamente. __Muy bien, bruja, __dijo con un tono que dejaba claro que aún no estaba convencido__. Hagamos negocios.

Una sonrisa triunfante se curvó en los labios de Bellatrix, su mirada fija en el vampiro con determinación. Había logrado manipularlo a su antojo, haciendo que cayera en su juego de palabras y engaños. Ahora, solo quedaba esperar y ver qué precio estaría dispuesto a pagar el vampiro por la información que ella tenía en su poder. El nombre del vampiro era Valerius, un ser de la noche cuya astucia rivalizaba con la de Bellatrix, pero cuya ambición podía ser su mayor debilidad.