Tuareg: El Hombre Azul Del Desierto

Gazella inició al día siguiente una semana totalmente maratónica. Un poco abrumada por el amor, cuidado y mimos que le brindaba su nueva madre Guilfreda, abrazada y besada por la regordeta señora desayunó en la cama deliciosos manjares junto a Guilfreda y fue nuevamente bañada y vestida por una sierva.

Los maravillosos vestidos de suaves y aterciopeladas telas eran para ella muy sugestivos, dejaban mostrar gran parte de su busto y una porción de sus piernas.

Dada la fastuosidad de sus atuendos que colgaban en un inmenso armario de la bella recámara, preguntó a la señora Guilfreda dónde los había conseguido.

Ella le contó que de una tienda griega que se suponía que era su origen. Gazella quedó asombrada de las mentiras de Amenokai.

Está bien. Ella hablaba griego pero por lo que sabía de su amado Maestro fallecido, su origen era occidental y Grecia era una nación meridional. Cómo si estuviera en la mitad de dos mundos el occidental y el oriental.

Ella siempre pensó que venía de América. Su nombre era Annie y el nombre de su perra Lazy.

¿Parecieran nombres ingleses de América del norte, su casa tenía escalinatas de mármol y su padre fumaba cigarros o serían puros cubanos?

Su documento, Annie Donovan era emitido por la nación Canadiense. Aunque lo que podía recordar de su historia jamás vivió en una región helada. Pareciera que nunca vio la nieve en alguna época del año y si era del norte de América seguro recordaría la nieve.

Gazella abandonó esos pensamientos. Cada vez que pensaba en su origen se ponía triste y no quería estar triste hoy.

La señora Guilfreda le mostraba cajas y cajas de zapatos hermosos, muchos de ellos de taco alto. ¿Cómo haría para caminar con ellos?

_ No puedo usarlos - dijo separandolos - no sé caminar con tacos altos. -

- Por Dios querida niña! Te han tenido recluida como un monje! Sabes que a los hombres les gusta mucho ver a las jóvenes con tacos altos. Pruébate, vamos!- mirando a su nueva hija mejor dicho su única hija porque Guilfreda no tenía hijos, con esos hermosos tacos, le dijo sonriente - debes usarlos! Incluso mientras haces el amor! Es sugestivo, sabes. Excita a los hombres y ...

_ Yo nunca hice el amor - dijo Gazella compungida y muy avergonzada.

_ Qué!!! - El grito de su nueva madre asustó a Gazella y a toda la servidumbre de la mansión.

La señora Guilfreda quedó anonadada. Eso no era posible. Esa chica tenía según le dijo Tamaz diecisiete años. Era preciosa a pesar de ese horroroso corte de cabello que ella pensaba solucionar esa misma mañana.

Dónde estuvo esa joven metida por el ogro de su familia? Cómo era posible que después de los catorce años no haya sido iniciada sexualmente?.

Y lo más increíble era que su ahijado no le hubiera hecho el amor. Estaría enfermo Amenokai. Quedó la pobre mujer sin habla.

_ Dime hija. Amenokai está enfermo? - preguntó con un hilo de voz. -

_ No madre. Está muy bien de salud. - contestó Gazella extrañada por la pregunta.

_Y... él...no te ha tocado? -

_ Bien. Seré sincera con usted madre. Me tocó una vez dormido. Su mano cayó sobre mí pecho. Pero yo despacio para no despertarlo salí de la cama. Y al despedirse me...me...me beso en la mejilla...- dijo Gazella toda colorada.-

El asombro era tanto que Guilfreda tenía la boca abierta. Qué le pasaba a su apasionado sobrino?. Debía tener alguna enfermedad horrorosa en sus partes nobles y no quería contagiar a su joven novia ? Será que estaba impotente por alguna herida de sus múltiples batallas ?, Será que temia hacer daño a su novia con su gran armadura ? Sera qué...

_ Y además le juro que cumpliré la promesa que le hice. No lo tocaré jamás tal como el me lo pidió.-

Dijo Gazella. -

La pobre señora Guilfreda fue desparramándose como una pluma sobre la cama. Sudaba frío e hizo gritar a Gazella de terror. Toda la servidumbre acudió a socorrer a esa maravillosa mujer.

Cuando pudo reponerse llamó a Tamaz y se encerró con el en una habitación y llorando le espetó porque no le había contado que su ahijado estaba grave de salud. Porque no le había dicho que había quedado impotente?.

Tamaz abría la boca asombrado. Repetía que su amo estaba perfecto. Que no tenía heridas visibles. Y luego pensó que últimamente su jefe estaba raro. Recordó la gordita diciendo que no la había tocado.

_ No sé, asuste señora Guilfreda. Es algo momentáneo. Quizás el calor del desierto y las cabalgatas constantes afectaron sus partes nobles diminuyendo sus deseos. Pero todo pasará - dijo pensativo.

_Brujeria. Mal Agüero. Maleficios de alguna malvada bruja del camino. Le mandaré de inmediato remedios poderosos para incrementar su apetito sexual. Puedes creer que no ha tocado a su futura esposa todavía? Incluso le prohíbe a ella tocarle? No. Esto es muy grave Tamaz. Cuando regreses llevarás la cura inmediata para mí pobre ahijado. - dijo decidida. -Pero no le digas nada. Los hombres potentes suelen tener vergüenza de sus problemas allí - dijo- Dale la tizana en agua y puedes poner las pastillas que te daré molidas en su comida.

Con estas indicaciones Guilfreda de inmediato se puso en acción. Contrató con urgencia a peluqueros, maquilladores y un excelente maestro de modelos, para su nueva hija.

Mandó a comprar la medicación adecuada para su pobre ahijado y una edición en colores del Kamasutra para Gazella.

En ese palacio se estaba gestando o se pretendía gestar una maravillosa mujer para Amenokai.

La diosa de la belleza, elegancia y conocedora de todas las artes sexuales para enloquecer a los hombres estaba siendo educada y forjada como un yunque modela una espada.

Sin golpes por supuesto pero con una persistencia y mucho amor de una mentora obstinada en sacar a flote a la pareja del joven, hermoso y admirado Tuareg, Amenokai y la dulce, grácil, virgen y bella Gazella para convertirlos en la pareja legendaria que haría la historia más romántica entre todos los bereberes.

_Si señor ! Decía achicando los ojitos una decidida Guilfreda.