Romance Prohibido

Camila se encontraba en su apartamento, sentada en el sofá junto a su hermana celeste viendo una película, o al  menos eso intentaba ya que no podía dejar de pensar en si ir, o no al día siguiente con Justin, tenía la cabeza echa un lio y no podía tomar una decisión.

Celeste miro a su hermana la cual estaba distraída, se había dado cuenta de que ya hace  varios minutos no le prestaba atención a la película.

- Camila. - la llamo pero su hermana no respondió. - Camila. - volvió a llamarla y nada. - Camila. -, está vez hablo más fuerte, Camila dió un pequeño brinco en el sofá y miro a su hermana.

- ¿Qué pasa? - cuestino.

- No ¿Qué te pasa a ti? Estás como ida, no le has prestado atención a la película, ¿Qué sucede? ¿Tines algún problema? - cuestino la joven. - Si no supiera que el necio de Andrés está encerrado, diría que volvió a molestarte. - comento celeste.

- No tengo nada celeste, tranquila, solo estaba pensando en cosas de la escuela. - dijo tratando de tranquilizar a su hermana.

- ¿ Estás segura? - cuestino.

- Sí, tranquila. - dijo y miro el televisor. - Ya vengo voy al baño. - Camila se levantó del sofá y fue a su habitación, ya en esta miro el celular que había dejado en la mesa de noche, tenía una luz escendida avisando de un mensaje, se acercó a esta se sento en la cama y tomo el teléfono, miro la pantalla y suspiro, cómo lo imaginaba, era un mensaje de Justin.

Justin

¿Qué has decidido?

leyó, se tiró en la cama con el celular en la mano.

¿Qué respondía?

La lógica le decía que no fuera, que no podía ir más allá, que lo mejor era acabar con lo que sea que había comenzado entre ellos sin que las cosas avanzarán más, pero su corazón y su cuerpo le gritaban que aceptará, que se dejara llevar por lo que sentia, que  se arriesgara, ¿A quien escuchaba?

Recordaba haber tenido este mismo problema con ella misma dos años atrás, cuando Andrés le propuso ser novios, a ella Andrés le atraía, o bueno eso pensó, tarde se vino a dar cuenta que lo que le aatria de Andrés era lo que apraentaba, es decir la forma en que se mostraba, cómo un chico encantador, caballeroso y dulce, cómo  lo era su padre, luego entendió que atracción sexual hacia Andrés nunca tuvo, en fin, el punto es que  en ese entonces le hizo caso a la lógica, se dijo que era una tonta si rechazaba a un chico como Andrés, que ya debía de dejar los traumas y darse una oportunidad, en ese entonces su cuerpo no decía nada, y su corazón  le decía que no, pero ella no lo escucho y al final se había equivocado. Así que eso de que el corazón no era buen concejero, en ella fallo. ¿Y entonces le haría caso al corazón esta vez?

El celular vibró en su mano y miro la pantalla, era otro mensaje de Justin.

Justin

¿ Linda?

Camila mordió su labio y decidió contestar, comenzó a escribir en la pantalla.

Justin se encontraba en su habitación a esperas de la repuesta de Camila, estaba  ancioso, desde que  se vieron en la escuela no hacía más que pensar en la respuesta de ella,  estaba actuando como loco, lo sabía pero no podia controlarse, su celular vibró y miro enseguida la pantalla.

Camila

De acuerdo, iré

Leyó y empuñó la mano murmurando un sí emocionado.

escribo rápidamente en la pantalla.

Justin.

¡Genial! La vamos a pasar grandioso, ya verás.

paso por ti a las 9:00

Camila.

Okay.

Nos vemos.

Justin sonrió, miro  su morral ya empacado y dió gracias al cielo porque ella dijo que sí, ya que había estado toda la semana preparando la cabaña, ya con la seguridad  del sí de Camila pudo relajarse.

Camila salió de su habitación y tomo asiento junto a su hermana, tenía que pensar muy bien que escusa darle  para justificar su escapada de fin de semana.

- Celeste. - llamo la atención de la chica, quién la miro con  sus ojos miel. -  Mañana  saldré desde  temprano y estaré  tal vez todo el fin de semana fuera.  - dijo, la chica la miro confundida. - Es por una capacitación que nos harán en la escuela. - dijo lo primero que se le vino a la mente. - No te había dicho porqué se me había olvidado y ahora que fui  al cuarto ví  el celular y  tenía un mensaje de la directora.

Celeste miro a su hermana no muy convencida de lo que está le decía, pero después pensó que era absurdo pensar que su hermana le mentía, Camila no tenía razones para hacer eso, así que asíntio y sonrió.

- Está bien, no teníamos nada planeado para este fin de semana. - dijo la chica y Camila sonrió aliviada de que su hermana le creyera.

Al día siguiente Camila se despertó muy temprano, no había podido dormir bien, los nervios y la anciedad no la dejaron.  salió del la habitación después de limpiarse y lavarse los dientes, salio a la cocina, se preparó un café, luego  preparo su maleta, no sabía que tanto llevar, así que guardo  solo dos mudas de ropa y   dos pares de ropa interior luego se dicho. Cuando lo dieron las ocho cincuenta ya estaba lista, casi que mordía su uñas de los nervios.

Su teléfono vibró y vio un mensaje de Justin.

Justin.

llegó en cinco minutos.

Leyó, suspiro y salió de la habitación, fue a la puerta de la habitación de celeste y la abrió.

- Celeste. - llamo a su hermana. - Celeste. - volvió a llamar.

- Que. - respondió la chica quejumbrosa.

- Ya me voy.

- Bueno, que te valla bien, cierra la puerta. - susurro la joven entre sueño.

- Bien, te amo bay.

- Sí sí, también te amo. - respondió la chica. Camila cerró la puerta y suspiro, salió de su pequeña casa asegurando de ponerle seguro a la puerta, cuando estuvo afuera solo duró varios segundos antes de que un auto deportivo se detuviera en  la acera.

Camila camino hacia la puerta curiosa, cuando estuvo cerca la ventanilla del auto bajo.

- Hola. - saludo Justin sonríente, salió del auto y lo rodeo para luego abrirle la puerta del pasajero a la chica.

- Hola, lindo auto. - dijo sonriente y entro al auto.

Justin sonrió. - Gracias. - dijo y cerró la puerta una vez está entro. Rápidamente subio al auto.

- Yo estaba preparada mentalmente para subirme a tu moto. - comento Camila mientras abrochaba su conturon. - Pero me gusta más esto. - dijo y sonrió.

- Yo prefiero la moto. - comento Justin. - Pero se que no te gusta así que, decide sacar a este bebé. - dijo, Camila asíntio.

- Bueno, hora de irnos.

La cabaña estaba a  cuarenta minutos, el camino hacia ella fue tranquilo, estuvieron hablando conociendo un poco más de sus gustos.

Finalmente llegaron, Justin estacionó el auto y bajaron de este, entraron y Camila miro  el lugar. La cabaña era pequeña, pero estaba muy bien conservada,  y tenía un ambiente agradable.  Al entrar,  a su izquierda se encontraban con un sofá grande  que estaba frente a un televisor en la pared, a su derecha,  detrás del sofá al fondo se veía  una cosina, pequeña pero bien equipada, unos  dos metros del televisor se vía una puerta que suponía ella era la única habitación del lugar.

- ¿Qué te parece? - cuestino Justin.

- Está muy linda. - dijo y sonrió.

- Ven, vamos  para que veas la habitación.- dijo Justin y ella asíntio, el se adelantó y ella lo siguió, cuando esté abrió la puerta se hizo aún lado para que ella entrara.

La habitación  no era mi grande ni pequeña, tal vez del mismo tamaño de la habitación de su casa, tenía una cama doble la cual estaba adornada con sábanas   blancas,  una mesa de noche  a cada lado con sus lámparas, había un closet integrado a la pared del lado derecho  y  una puerta del lado izquierdo que se suponía era el  baño.

Camila camino hacia la cama y colocó su morral en esta.

- ¿Cuánto vamos a estar aquí? - cuestino. - Quiero decir, es solo por hoy, ¿Cierto? 

Justin se acercó ella, tiró su morral al piso y la tomo por la cintura.

- En realidad había planeado pasar hoy y parte del día de mañana.

Camila asintió sin decir nada, pero aquello le resultaba complicado, ¿Cómo le iba a explicar a celeste que no regresaba hoy a casa? Dejó de pensar en eso cuando sintió unos besos en el cuello y dejo salir un gemido, ella se aferró a los brazos de él disfrutando de auqella sensación.

-  Me encanta tu olor. - susurro este en su oído y después mordió el lóbulo de su oreja, luego la miro.

- ¿Has desayunado? - cuestino, ella negó. - Bien, yo tampoco, voy a preparar algo rápido, mientras, ponte cómoda.

El salió de la habitación y ella tomo su celular.

Celeste siempre si tengo que estar todo el fin de semana en  la capacitación,  es en otra ciudad, no sé dónde tengo la cabeza,  nos vemos mañana en la tarde, beso te quiero, cuídate.

Mando el mensaje y mordió su labio sintiéndose horrible por estar mintiendo a su hermana, pero no podía decirle la verdad, dejo salir un suspiro y decido ponerse algo más cómodo.