Amelia y Ruben se amaron desde niños, pero la envidia de Ana los separa, podra su amor soportar tanto dolor y traiciones .
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9
La noche transcurrió con calma y los invitados empezaron a irse de la casa donde se celebraba la fiesta. Rubén pese a la insistencia de los presentes no tomo nada de alcohol era algo en lo cual no estaba dispuesto a flaquear mucho menos ahora que estaba por comprometerse con la mujer que tanto ama.
Ana se volvió a retocar el maquillaje y hablo nuevamente con el cochero para llevar a cabo su plan.
Rubén - yo estoy listo para irnos.
Ana - yo igual me acabo de despedir de mis amigas así que también estoy lista.
Rubén - vamos al carruaje entonces.
Ana esperaba que Rubén hubiese bebido un poco de alcohol para su cometido, pero no fue así y siguió con sus planes.
Ambos subieron al carruaje y emprendieron el viaje, a esa hora deberían demorarse un poco más de una hora.
Ana - Rubén disfrutaste la fiesta.
Rubén - lo pase muy bien, me reencontre con amigos que hace mucho tiempo no veía.
Ana - fue bueno entonces que mi hermana no asistiera.
Rubén - ¿por qué dices eso?
Ana- porque si ella hubiera venido no podrías haber compartido tanto con tus amigos
Rubén- me hubiera dado mi tiempo para ambos, tu hermana es muy importante para mí.
Ana - tú crees que eres importante para ella
Rubén - lo creo y así me hace sentir.
Ana - no crees que es muy infantil para ti, yo creo que tú necesitas una mujer a tu lado no una niña.
Rubén - yo creo uh h.
Ana - cochero que sucede.
Rubén - ¿qué paso?
Cochero - lo lamento, pero una rueda del coche se ha dañado y no podemos seguir con el viaje.
Ana - que horror estamos en medio de la nada, no hay nada cerca y falta mucho para nuestro destino.
Cochero- lo siento, pero no podemos hacer nada, bajen para sacar la rueda por favor o se puede voltear el carruaje.
Así la hicieron Rubén ayudo al cochero a sacar la rueda rota y la otra para por lo menos refugiarse en el carruaje dejado en el piso.
Ana ¿ qué haremos ahora?
Rubén- podemos caminar hasta nuestra casa.
Ana - para ti es fácil, pero yo con estos zapatos de tacos en este terreno lo más probable es que me caiga.
Cochero - señores ustedes pernocte dentro del carruaje, yo me quedare vigilando despierto acá afuera que un animal no se acerque, no hay nada más que podamos hacer en la oscuridad.
Rubén - yo puedo caminar.
Cochero - señor no es adecuado que yo me quede con la señorita, de ser así yo me voy con usted.
Ana - piensan dejarme en medio de la nada sola.
Rubén- entonces nos quedamos, seguramente cuando nuestras familias vean que no hemos llegado vendrán a buscarlos.
Ana sonrió su plan había resultado como lo planeo, el cochero había dañado a propósito la rueda para que fallara. Además, había tomado un camino distinto al habitual para que si salían a buscarlos no los encontraran fácilmente. Después de que Rubén y Ana volvieran a entrar al carruaje para refugiarse del frío el cochero se marchó en silencio dejándolos solos.
Rubén - que mala suerte tuvimos.
Ana - es muy desagradable estar conmigo.
Rubén - no, solo lo digo porque debemos esperar para que nos encuentren cuando vean que no llegamos.
Ana se acercó a Rubén - podemos hacer algo para entretenerlos mientras.
Rubén - a que te refieres.
Ana se acercó rápidamente y beso a Rubén en los labios, este la tomo y alejo de inmediato.
Rubén enojado - estás loca, que haces.
Ana - demostrarte que yo soy más mujer que mi hermana.
Rubén - aléjate, no te acerques.
Ana se baja el escote del vestido.
Rubén - compórtate, tu sabes que esto no es correcto.
Ana- creo que bebí mucho alcohol y me siento rara.
Ana se volvió a acercar a Rubén y lo beso, pese a que este intento alejara esta se sujetó mucho a él y mientras lo hacía le tomo las manos para ella misma pasársela en su cuerpo. Rubén se logró apartar lamentando lo sucedido. Al mirar a Ana esta tenía el cabello alborotado, el vestido abierto frente a su escote y él con labial en su cara y cuello.
Rubén - que haces, tú no me gustas, yo amo a tu hermana.
Ana- pues tú a mí me gustas mucho y más ahora después de lo que acaba de pasar entre nosotros.
Rubén - yo no hice nada, todo lo provocaste tú .
Ana - como allá sido, me has faltado el respeto.
Rubén - mientes, todo lo hiciste tú, yo no responderé por algo así, yo no te hice nada, todo lo provocaste tú.
Ana - tu igual me besaste.
Rubén - mientes yo te rechacé.
Ana - me tocaste.
Rubén - tú moviste mis manos.
Ana - mira como está dañado mi vestido.
En ese momento se sienten caballos llegando al lugar.
Rubén se apresura y sale del carruaje sin percatarse del labial que tenía en su cuerpo. Al salir se encuentra con el padre de Amelia y otros dos hombres.
Rubén- señor, gracias por venir a buscarnos.
Padre de Amelia- donde está el cochero y mi hija.
Rubén- el cochero estaba acá afuera haciendo guardia.
Padre de Amelia - donde está mi hija Ana.
Rubén - ella esta.
En ese momento sale Ana llorando del carruaje con el vestido muy rasgado y el escote más abierto.
Padre de Amelia - Ana que sucede
Ana llorando- Padre Rubén me deshonro, lo siento estoy muy avergonzada.
El padre de Amelia se enfurece y empieza a golpear a Rubén sin darle tiempo de decir ninguna palabra.
Ana- padre detente que lo matarás.
El padre de Amelia sujetado por los hombres que lo acompañaban dejo de golpear a Rubén.
Padre de Amelia - desgraciado, has deshonrado a mi hija, ahora deberás responderle y casarte cuanto antes con ella
Rubén -señor su hija miente, yo no la he tocado fue ella misma quien se hizo eso, ella se lanzó contra mi y me beso, pero yo la aparte de inmediato
Ana llorando- mientes me quitaste mi doncelles, ahora puedo haber quedado embarazada de un hijo tuyo.
Rubén - porque haces esto, yo no te echo nada, yo amo a tu hermana.
Padre de Amelia- ahora me llevaré a mi hija y te espero mañana a las doce con tus padres para fijar la fecha de la boda.
Rubén - eso no puede ser, yo no la he tocado. Ella miente.
Padre de Amelia- ninguna mujer puede mentir en algo así, con la pureza de una mujer no se juega y no dejaré que no respondas ahora que la hiciste tu mujer.
El padre de Amelia se marcho con su Ana y Rubén se fue caminando a su casa tratando de entender como su vida se arruinó de un momento .